El grupo de especialistas militares formado de representantes de Turquía y del Mando de la OTAN empezó a buscar los sitios más apropiados en la frontera entre Turquía y Siria para el emplazamiento de sistemas de misiles Patriot.
Alemania ha manifestado su disposición a suministrar dos baterías de misiles, y Holanda – una más.
Formalmente
los sistemas están destinados para impedir los ataques con misiles de
Siria, aunque los expertos expresan sus sospechas de que las fuerzas de
la OTAN necesitan los Patriot para cerrar el espacio aéreo sirio a todos
los vuelos en el marco de los preparativos de una irrupción terrestre
en ese país. Es que por sus características táctico-técnicas, los
sistemas de misiles antiaéreos están más bien destinados a la lucha
contra aviones y solo parcialmente están adaptados para la solución de
tareas restringidas de defensa antiaérea.
El
viceministro de Exteriores de Rusia, Andrei Denísov, declaró que de
momento los jefes de la OTAN no dieron una respuesta clara a las
legítimas preguntas que les fueron formuladas. Todo se limita a
declaraciones apaciguadoras. En tanto, en los asuntos político-militares
se requieren explicaciones precisas y exhaustivas: de dónde parte la
amenaza y con qué fin se instalan los misiles. Si se trata de la
implementación de medidas de carácter restrictivo en relación a Siria,
pues semejantes actividades pueden llevarse a cabo solo por resolución
del Consejo de Seguridad de la ONU, apuntó el diplomático.
Al
propio tiempo, los dirigentes de la OTAN aconsejan a terceros países
que no se entrometan, a la vez que los alemanes procuran de calmar a
Rusia, afirmando que no se trata de ninguna zona de exclusión aérea.
Dicho sea de paso, no es muy comprensible el papel de Alemania en esta
historia turbia, dice el director de la revista Natsionalnaya Oborona (Defensa Nacional), Ígor Korotchenko:
—Alemania
es miembro de la OTAN, si bien podría abstenerse de semejante tipo de
iniciativas dudosas. Personalmente todo esto me causa un gran asombro,
porque para Alemania tales iniciativas pueden acarrear serias
consecuencias. Y, más aún, no debemos olvidar la carga del pasado
histórico que hasta ahora pende sobre Alemania. Está claro que la
aparición de dotaciones alemanas y sistemas alemanes Patriot implica la
internacionalización del conflicto sirio, más aún que está en marcha el
proceso de reconocimiento político de la oposición siria por los países
de la Unión Europea y la OTAN. Todo parece indicar que próximamente se
formará un gobierno sirio en el exilio. El centro paralelo de poder, ya
en nombre del pueblo sirio, puede solicitar apoyo a la OTAN, el cual le
puede ser concedido en cualquier momento. Todo esto encaja en el esquema
de una futura operación militar de la Alianza en Siria.
El
supuesto suministro de sistemas de misiles antiaéreos Patriot a Ankara
también genera determinados riesgos para la seguridad de Rusia, estima
el científico jefe del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos, Vladímir
Kozin. Es que estos misiles pueden ser parte del sistema global de
intercepción de misiles balísticos, que está armando EEUU orientado
contra muchos estados. En general, si los suministros llegan a hacerse
efectivos, nos veremos ante un nuevo elemento desestabilizador de la
situación político militar en el Oriente Próximo con efectos de largo
alcance, constata el experto.
En síntesis, la
decisión de instalar misiles Patriot en la frontera entre Turquía y
Siria de momento crea más problemas de los que resuelve. La OTAN, EEUU y
la propia Turquía deberían reflexionar una vez más sobre las posibles
consecuencias de semejante paso y dejar de embaucar a otros miembros de
la comunidad internacional en cuanto a sus objetivos y tareas.
Autor: Serguei Dúz
La Voz de Rusia
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