El contratista estadounidense Alan Gross, encarcelado hace
cuatro años en Cuba, pidió al presidente de EEUU, Barack Obama, dar
“todos los pasos que sean necesarios” para lograr su liberación, por
considerar que ésta sólo será posible si el mandatario se implica
personalmente.
“Con el mayor respeto, señor presidente, temo que mi Gobierno, el
mismo Gobierno al que yo servía cuando comenzó esta pesadilla, me ha
abandonado”, dice Gross, de 64 años, en una carta enviada a Obama con
motivo del cuarto aniversario de su arresto en Cuba, que se produjo el 3
de diciembre de 2009.
“Para mí está claro, señor presidente, que sólo con su implicación
personal se puede conseguir mi liberación”, indica en la misiva, enviada
a través de la sección de intereses de EEUU en La Habana y publicada
por el diario Washington Post.
La familia de Gross planea entregar la carta a la Casa Blanca este
martes, cuando se cumplen cuatro años de su arresto, que estuvo seguido
en 2011 por una condena a 15 años de cárcel por cometer “acciones contra
la integridad territorial del Estado”.
“Me niego a aceptar que mi país podría dejarme atrás. Señor
presidente, por favor, dé todos los pasos que sean necesarios para
traerme de vuelta a casa”, señala Gross.
La carta llega un mes después de que un grupo bipartidista de 66
senadores, liderados por el demócrata Patrick Leahy, urgieran en otra
misiva a Obama a “actuar de forma expedita para tomar las medidas que
estén en el interés nacional para obtener la liberación” de Gross.
Desde 2009, el Gobierno de Obama ha pedido a Cuba en público y
privado la liberación de Gross, y el asunto se ha convertido en el
principal obstáculo para el avance de la política de apertura a la isla
que el presidente estadounidense inició a su llegada al poder.
En un comunicado, el Departamento de Estado volvió a exigir este
lunes su liberación “inmediata e incondicional”, y consideró “gravemente
decepcionante” que su cautiverio se haya prolongado tanto.
Gross se mostró en su carta “muy agradecido” por los llamamientos a
su liberación del Gobierno de Obama, pero subrayó que eso no le ha
“llevado a casa”.
“Sé que su administración y otras administraciones han tomado pasos
extraordinarios para obtener la liberación de otros estadounidenses
encarcelados en el extranjero, incluso algunos que no habían sido
arrestados por su trabajo en nombre de su país”, apuntó Gross.
“Le pido que tome acciones para asegurar mi liberación, por mi bien y por el de mi familia”, añadió.
Consideró además que es necesario evitar que los “innumerables”
estadounidenses que hay en todo el mundo tengan “duda alguna de que si
se les toma cautivos en una tierra extranjera, su Gobierno moverá cielo y
tierra para asegurar su libertad”.
El preso describió además su día a día, que supone “23 horas en una
pequeña celda con otros dos reos y una hora en un patio cerrado” y sus
problemas de artritis.
“He pedido a mis hijas que no me visiten porque no puedo soportar
que me vean así, una sombra de quien fui, rodeado por hombres con
ametralladoras”, afirmó.
La mujer de Gross, Judy, planea participar en una manifestación
este martes frente a la Casa Blanca con motivo del cuarto aniversario
del arresto de su marido.
EFE
Contrainjerencia
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