© REUTERS
Un ciudadano británico de 88 años, Mijáilo Ostápenko,
ha sido reconocido como un fusilero de una unidad de la SS nazi, una
compañía de élite responsable de la masacre de cientos de civiles judíos
y polacos en la Segunda Guerra Mundial.
El minero jubilado, de procedencia ucraniana, lleva ya 65 años
viviendo en el Reino Unido, pero los documentos descubiertos por el
investigador del Holocausto Stephen Ankier indican que sirvió en el
temido 31.º Batallón de castigo.
Esta unidad es responsable de muchas atrocidades, incluyendo el asesinato de más de 100 presos en 1944 y la destrucción de la aldea polaca de Chlaniow, en la que 44 civiles, entre ellos cinco niños, fueron asesinados, según 'Daily Mail'.
Cuando el diario contactó a Ostápenko, casado con una mujer británica y padre de dos hijas que reside en Lancashire, dijo que no recuerda haber servido en ningún batallón nazi.
Él confirmó que estuvo en Polonia durante la guerra, pero dijo que nunca hizo daño a los civiles. "Yo no sé nada de lo que estaba pasando. Yo estuve internado en un hospital en Polonia durante unos nueve meses con apendicitis", relató, asegurando que no ha hecho nada malo y no ha matado a nadie.
Se cree que Ostápenko es uno de los últimos veteranos del batallón que siguen vivos en el Reino Unido, tras la muerte hace 15 meses de Serhij Woronyj, de 89 años, en un hospital de Londres.
Esta unidad es responsable de muchas atrocidades, incluyendo el asesinato de más de 100 presos en 1944 y la destrucción de la aldea polaca de Chlaniow, en la que 44 civiles, entre ellos cinco niños, fueron asesinados, según 'Daily Mail'.
Cuando el diario contactó a Ostápenko, casado con una mujer británica y padre de dos hijas que reside en Lancashire, dijo que no recuerda haber servido en ningún batallón nazi.
Él confirmó que estuvo en Polonia durante la guerra, pero dijo que nunca hizo daño a los civiles. "Yo no sé nada de lo que estaba pasando. Yo estuve internado en un hospital en Polonia durante unos nueve meses con apendicitis", relató, asegurando que no ha hecho nada malo y no ha matado a nadie.
Se cree que Ostápenko es uno de los últimos veteranos del batallón que siguen vivos en el Reino Unido, tras la muerte hace 15 meses de Serhij Woronyj, de 89 años, en un hospital de Londres.
Rusia Today
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