sábado, 2 de enero de 2016

Sun Sentinel pide los imposible a mafiosos anticubanos.





La Junta editorial del Sun Sentinel publicó hoy un editorial titulado “Pitiful lack of leadership on Cuban crisis” en el que trata de posicionarse con respecto a la actual situación de la creciente migración ilegal cubana hacia los EEUU y la actuación de los congresistas involucrados tradicionalmente en el ataque mediático anticubano quienes, según el diario, han mostrado una actitud de distanciamiento con respecto a este fenómeno.

Varias son las tesis de este editorial que ponen sobre el tapete una realidad insostenible: la politización del actual flujo migratorio ilegal que sirve de base a la ley de Ajuste Cubano ha dejado de ser útil, cuando todo evidencia que este fenómeno no tiene nada de político –salvo la descarada manipulación mediática del mismo por parte de los enemigos de Cuba–, sino que obedece a razones meramente económicas, lo que no lo diferencia de los flujos migratorios que tienen lugar con otros ciudadanos de países pobres en Latinoamérica y el mundo.

Luego de manejar algunas cifras y eventos relacionados con el flujo de migrantes ilegales cubanos hacia EEUU –la devolución y captura de 1, 334 balseros cubanos, la llegada de 28 de ellos a los cayos floridanos, los cubanos detenidos en Centroamérica en espera de una solución y   la cifra no confirmada de 45, 000 cubanos que han entrado de manera ilegal al país–, los editorialistas concluyen con la dudosa y cuestionada conclusión de que:  “El éxodo es impulsado en gran parte por el temor de que renovó la diplomacia entre traerán nuestras naciones sobre el fin de la ley era de la Guerra Fría que da cubanos estatus especial de inmigración debido a la dictadura castrista”.

No obstante, el reportero Mike Clary del Sun pudo comprobar en conversaciones con los cubanos que arriban ilegalmente que no se consideran refugiados políticos, así como que su arribo a EEUU obedece, al igual que los migrantes de otros países, a la búsqueda de oportunidad “de una vida mejor, un mejor trabajo y el sueño americano.” Y el editorial pone el dedo en la llaga: “Sin embargo, la Ley de Ajuste Cubano de 1966 continúa dando la bienvenida a todos los cubanos como si estuvieran huyendo de la persecución política. Y como reveló recientemente el Sun Sentinel, que reciben casi inmediatamente los beneficios sociales, también.” Enfatiza que estas personas pueden conseguir el estatus de residencia después de 366 días de su arribo. Muchos de ellos, usando la nueva ley de visa comienzan sus idas y venidas libremente a Cuba, lo que destruye el argumento de que son perseguidos o buscados en Cuba.

Entonces el editorial se pregunta sobre un hecho: los miembros floridanos en el Congreso brillan por su ausencia para asumir una postura sobre la ineficacia y falso sentido de la Ley de Ajuste Cubano.

El Sun interpela principalmente a los congresistas Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart por no asumir el liderazgo ante las fallas de una política migratoria inconsistente. Parece que los editorialistas han olvidado que estos señores no la asumen por provecho político, pues ellos están empeñados en usar el tema migratorio para atacar a Cuba y cuestionar el proceso de acercamiento diplomático entre ambas naciones. De hecho, ellos se congratulan con este fenómeno y, políticamente, no desean asumir el riesgo de ser cuestionados al posicionarse en este empeño. Muy al contrario, sacan lascas de este hecho.
 
Esta misma postura es asumida por otros miembros del Congreso, apegados a mantener una añeja ley que, a la larga, vulnera una migración legal, segura y ordenada, tal como se postula en los acuerdos migratorios entre Cuba-EEUU. El propio presidente de la Cámara, Paul Ryan, asume que este tema no es prudente tocarlo en este año electoral. Por su parte, siguiendo el discurso editorial del Sun Sentinel, ni Marco Rubio, ni otros como Bill Nelson o Debbie Wasserman Schultz, han asumido postura pública al respecto.

Al parecer, según el Sun Sentinel, las únicas voces que han asumido una postura al respecto –independientemente de sus razones personales y oportunismo político de cada cual– han sido el ex gobernador de Florida y aspirante republicano, Jeb Bush, y el representante federal Lois Frankel, demócrata por West Palm Beach. Ambos coinciden en que esta ley debe ser revisada y que corresponde a los miembros de la mafia anticubana en el Congreso impulsar su derogación o revisión.

La Junta Editorial del Sun Sentinel peca de ilusa al creer que estos mafiosos asentados en el Congreso y enemigos acérrimos de Cuba tomarán una postura contraria al mantenimiento de la Ley de Ajuste Cubano. Es parte de su negocio y un instrumento de su guerra ideológica contra Cuba.

Percy Francisco Alvarado Godoy

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