Yo
era militar del silencio
Así llama Ramón Labañino
al trabajo que le ocupó gran parte de su vida, evitar la muerte de seres humanos inocentes.
Frente
a adversarios tan descomunales siempre se debe estar preparado para lo peor,
pues así estaremos listos para todas las variantes, es más, para la más
complicada de las variantes.» Así
expresó Ramón Labañino Salazar quien cumple desde hace 13 años una injusta
condena en cárceles norteamericanas por el único delito de proteger a su pueblo
de la muerte.
Con
la firmeza de principios que
caracteriza su personalidad,
enfrenta día tras día el dolor de tener que estar alejado de sus seres queridos,
de su pueblo y de la tierra que lo vio nacer. Este gigante de aproximadamente
1.90 de estatura es perseverante y confía en la justicia. Ramón sigue siendo
joven de ideas, de espíritu y es capaz de dar amor hasta en las condiciones más
extremas que la vida le ha impuesto.
Desde
la prisión de Jesup en Estados Unidos, a pesar de las dificultades que presenta
con su correspondencia, por medio del limitado sistema de correos electrónicos
para prisioneros federales (Corrlinks), este sencillo cubano nos acercó a su
vida.
¿Cómo
recuerdas tu infancia y juventud?
“Recuerdo
mi infancia y juventud con mucho amor, alegría, ternura. Fui y siempre seré un
niño feliz, cuya mayor riqueza es y será siempre el amor que me llegaba de mi
familia, mi mamá, de las enseñanzas buenas de excelentes maestros, y de los
buenos amigos. Pienso que fue el periodo de mi vida que me hizo poeta, soñador,
guerrero y mucho mas tierno. Esa humildad, transparencia, esa nobleza pura y
sin maldades, que uno aprende a tan temprana edad, es la herencia mas útil que
quiero siempre retener, y entregar a mis hijas.”
¿Por
qué decidiste estudiar economía?
Tenía
muchos sueños al culminar 9no grado. Mi mamá quería que estudiara medicina, o
que fuera militar. A ella le encantaban los uniformes en los hombres. Pero mi
vocación primera fue por los números, y junto a mis compañeros de esos tiempos
es que me decidí por economía, profesión que disfruto mucho. Claro, nunca pude
decirle a mi mamá, que desde muy temprana edad yo estaba cumpliendo también sus
sueños: «yo era militar del silencio», sin el uniforme cotidiano, de esos que
por menesteres de misiones importantes, deben guardar a buen recaudo su
identidad para cumplir con las tareas de la patria. Es una deuda que quede con
ella en cumplir, por eso a este detalle, le escribí un poema llamado Mi Deuda.
Háblame
de un hecho que te haya marcado en tu vida.
El
atentado al avión de Barbados, nuestro pueblo llorando de indignación en la
plaza de la revolución, y el serial "En silencio ha tenido que ser",
todos en uno, marcaron no sólo mi vida, sino la de muchos cubanos de esa época,
y aun en los momentos actuales. Vivo orgulloso de haber tenido el privilegio de
servir en bien de evitar tales atrocidades, y darle un poco de seguridad y tranquilidad
a nuestros pueblos y tantos seres humanos en el planeta.
¿Qué
libro te ha gustado más?
Martí,
siempre Martí, todas y cada una de sus
obras. Desde el Ismaelillo, Versos Sencillos, Pinos Nuevos, todo Martí. Siempre
tengo conmigo, donde quiera que voy, un Diccionario Martiano excelente, es mi
libro de consulta para todo, para escribir, para hacer poesía, para resolver
conflictos, para aprender a amar y luchar. Otros muchos me han conmovido, como
Cien años de soledad de nuestro Gabriel García Marques, El reino de este mundo
del admirado maestro Alejo Carpentier.
¿Qué
deporte te gusta más?
Desde
pequeño he practicado deportes. El primero de todos fue el boxeo, que por muy
breve tiempo aprendí en un gimnasio en La Lisa, donde residía entonces.
Después, Judo y Karate en la Universidad de la Habana, y en otros salones más
inhóspitos e impredecibles. Tengo predilección por las artes marciales. Toda la
enseñanza buena que muestra, su disciplina, incluso su espiritualidad. También
juego mucho Ajedrez, el deporte ciencia, que me fascina. Bueno, es adecuado
tener un balance entre lo físico y lo mental, así disfruto bien de ambos
mundos.
¿Generalmente
como es un día de Ramón en la prisión?
“Mi
día en estos lares universales, transcurre entre cartas, lecturas (de libros,
informaciones, revistas), respuestas a ellas, tanto en misivas como en e-mail, y
en las tardes siempre algún deporte: pesas o constructivos, caminatas, hándbol.
En las noches, más bien lo dedico a oír radio, ver noticias, y a reorganizarme
para el día siguiente. Un gran por ciento de todo mi tiempo se va en las peleas
legales del caso, como en estos momentos que estamos defendiendo la moción de
habeas corpus que los cinco presentamos. Una o dos veces por año, recibo
visitas de algún familiar, de amigos buenos. Trato siempre de romper la
monotonía irreflexiva que imponen circunstancias tan particulares, por ello, a
cada rato, cambio bruscamente de actividades, de horarios, hábitos. Es como
refrescarme interna y externamente, es un mecanismo de pelea diaria contra los
años y los desgastes normales que imponen los tiempos.”
¿Qué
diferencias hay del Ramón actual al de hace trece años?
“Creo
que no he cambiado mucho, sigo siendo el mismo soñador, romántico, guerrero,
que aprendí desde niño, quizás incluso, ahora soy mucho más poeta de la vida
que antes, pues disfruto en encontrar detalles que embellecen, más de los que
afean. Quizás ahora tengo la vista más aguzada ante los embates adversos, en
especial en esta contienda legal que libramos contra la injusticia y la maldad,
y en el conocimiento de los hombres que, con despego a todo principio, decaen
de su escasa estatura. Mi físico tiene en si el peso de algunos años más, pero
con el mismo espíritu y aun mayor, que esta causa nuestra nos entrega a todos.”
Conozco
que a pesar de la distancia has participado activamente en la educación de tus
hijas ¿Cómo lo has hecho?
“Mis
hijas son mi vida, mi esencia, mi virtud, también mi responsabilidad. Trato de
usar cada canal y vía de comunicación para estar en el día a día con ellas. Las
cartas, los correos, y las llamadas por
teléfono, son cotidianos. Gracias a las excelentes madres que tienen, y que
tanto me ayudan a ser el mejor padre posible en esta distancia dura. Quizás
peque por exceso de querer conocerlo todo en todo momento, en lo que a ellas se
refiere; es mi forma y mi celo por ellas, de decirles que siempre estoy allí
con ellas, en lo bueno, y mucho más en lo malo que se les pueda presentar. No hay
mayor alegría para mí que cuando en sus voces de ángel escucho "te amo papa" o "te
extraño mucho". Después de ello, la nada...”
Tu
vida está rodeada de amores ¿Qué ha significado Elizabeth en tu vida?
“Mi
Ely es mi todo, mi apoyo, mi fuerza, mi energía, mi inspiración, mi amor y mi amante, mi Penélope
soñada, mi amiga y fiel compañera, mi idilio y mi promesa, mi fantasía real, mi
dulce quimera. Es mi presencia misma cuando hace falta. Así y por muchas más
razones, he aprendido a amarla admirándole, y a admirarla amándole.”
¿Cómo
ha influido el pensamiento de Fidel en tu personalidad?
“Ha
influido en todo, pues Fidel es la virtud y la herencia más pura de todos los
cubanos dignos de nuestro historia, quien es capaz de resumir en sí mismo,
desde el pensamiento martiano, de Maceo, de todos nuestros mambises, hasta el
momento actual y creo que hasta el futuro eterno, la valentía, inteligencia y
visión histórica de lo mejor de nuestra Cubaría y nuestro socialismo.
“Fidel
es ejemplo y líder, y sin duda alguna es el compañero fiel que nos acompaña
siempre en esta pelea por la verdad de Cuba y la libertad nuestra.”
¿Qué
momentos de tu vida recuerdas con mayor felicidad?
“Los momentos más felices que vivo en estos
tiempos de prisión política, son los días en que disfruto de la visita de mis
"mujeres del alma" (como yo les digo a mi esposa Ely, mis niñas: Allí,
Laura, Lizbeth, son instantes en que nos olvidamos de todo y tratamos de actuar
como si estuviéramos en casa, riendo, analizando, haciendo planes,
amando....dicha que es también posible gracias al sacrificio de todo nuestro
pueblo y todos los solidarios del mundo, como siempre les explico a nuestras hijas.
También disfrutamos mucho las visitas de compañeros y amigos que nos llenan de
afectos y cariño. La felicidad realmente es un estado de ánimo intimista, está
dentro de ti mismo, de tus valores como ser humano, de tu alma pura y limpia de
mezquindades materiales y humanas. Por eso, aunque parece idílico, el hecho de
estar encerrados por defender una causa justa que cuenta con el apoyo de miles
de personas en todo el mundo, nos hace sentir, de alguna manera sublime, en un
estado de complacencia cercano a la felicidad, ya que esta solo será real y
eterna cuando seamos todos, los cinco, total y completamente libres y bajo
nuestras palmas reales, con la bandera ondeando a plena asta, y el jolgorio de
alegría de nuestro amado pueblo.”
¿Cómo
ves el Futuro?
“El
futuro es hermoso. Pienso en una patria nuestra cada vez mas libre, más
socialista, más humana. Conquistaremos los mejores baluartes posibles en
desarrollo social, en la economía, en nuestro sistema típicamente cubano. La
humanidad estará algún día sin guerras ni destrucción.
“El
futuro de la humanidad será mucho más apacible y humano. Sueño con un mundo
donde no exista el capitalismo, donde el hombre es amigo del hombre, sin
fronteras, sin dinero, sin avaricias imperiales, sin egoísmos. Jamás habrá
guerras, ni niños hambrientos o muriendo por falta de atención médica.
Pareciera una utopía pero no lo es, si pensamos y creemos fielmente en el
socialismo y el comunismo (como fase superior de la humanidad), entonces te das
cuenta que ese mundo es posible, real e imprescindible. Por él es por el que
luchamos día a día con todo nuestro denuedo.”
Si
el mundo te pide un mensaje ¿Qué dirías?
“Para
todos los hermanos y hermanas del mundo, va nuestro mensaje de amor y gratitud,
por todo lo que entregan día a día por nuestra causa, por Cuba. Vivimos
momentos definitivos en nuestro proceso, pero sabemos que con el apoyo y
solidaridad de todos, conquistaremos la victoria. Soñamos con el día en que
podremos abrazarles a todos ya en plena libertad.”
¿Qué
significa para ti ser cubano?
Nosotros
nos sentimos profundamente orgullosos de nuestro pueblo. Nuestras raíces
mambisas, rebeldes, revolucionarias, son una de las joyas sociales más grandes
que pueblo alguno pueda tener. Ello unido al carácter cariñoso, afable y amigo,
que nos caracteriza.
“Gracias
al proceso revolucionario que vivimos, a nuestro socialismo, podemos contar con
una sociedad culta, con niveles de salud y de educación que son ejemplo para
muchos países del mundo, incluido los más desarrollados.
Nuestro
pueblo es capaz de entregar lo mejor de si a otros, incluso de aquello que nos
falta, hasta la propia vida por ver libres y soberanos a otras naciones. Esa
solidaridad humana que hace grandes proezas por el bien de la humanidad.
“Con
un pueblo como el nuestro toda victoria es posible, por eso es que estamos tan
convencidos que nosotros también ¡Venceremos!” (Jorgito)
(Es
un envío informativo, fraterno y unitario de la www.aapebcap.es.tl)
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