EL FBI VERSUS ALBA Y NACIONES PROGRESISTAS

Percy Francisco Alvarado Godoy

El 13 de agosto de 2000 se dio a conocer un notable incremento de la actividad de la CIA y del FBI  en la Argentina, no solo mediante la asesoría a los cuerpos policiales y de inteligencia, sino también mediante la creación de agencias de seguridad que les sirven de tapaderas.  Su finalidad, aunque se dedican al espionaje industrial, está claramente definida: colaborar con las fuerzas de inteligencia y servicios policiales en la detección de las fuerzas que propicien una radicalización dentro del marco del proceso político de esa nación. En esa dirección se elaboran planes de contingencia futuros que incluyen la represión y la persecución política en dependencia de cómo se desarrolle el proceso político argentino en los años venideros y a mediano plazo.

 Estas agencias, que comenzaron a operar a fines de los 90 en Argentina, tuvieron como pioneras a Kroll O'Gara, Smith-Brandon, Trident Investigative Services y la añeja Pinkerton, cuyo personal ha estado estrechamente vinculado a oficiales de la CIA y del FBI, muchos de ellos presentes en el Cono Sur en los fatídicos momentos de la Operación Cóndor. Contando con un significativo número de consorcios como Exxel Group, Hewlett-Packard, Philip Morris, Telecom, el Banco Galicia, Ciccone Calcográfica  y otras, para que les realizaran servicios de protección y tareas de espionaje industrial sobre sus competidores, mantuvieron estrecha relación con los servicios policiales y de inteligencia argentinos, cooperando con las fuerzas de tarea de la CIA en el país y con el FBI. Estas agencias ofrecen tecnología de punta, experiencia informática en cuanto a recopilación y manejo de datos, así como detección de actividades supuestamente enemigas que, en resumen, representan sectores de la competencia o movimientos progresistas en el país. Cuentan con una poderosa red de informantes como es el caso del uruguayo John Battaglia Ponte, vinculado a la Operación Cóndor.

Ya para el 26 de agosto de 2001, el FBI había designado a  Agustine Rodríguez (Ugy) como su nuevo Legat en Argentina. Su misión era evidente: coordinar con las avanzadillas de la CIA y del FBI todo lo relacionado con el monitoreo de las fuerzas de izquierda en el país y la supuesta presencia de terrorista en las naciones adyacentes. Sustituyó a William Godoy, enviado a atender la estación Miami del Departamento Antiterrorista,  desde donde pasó a atender  la actividad del FBI en la zona de Triple Frontera, formada por  Paraguay, Brasil y Argentina.

Robert S. Mueller

Esta actividad del FBI en la zona de la Triple Frontera fue confirmada por el director del FBI, Robert S. Mueller, en declaraciones a periodistas en Asunción, Paraguay, en  noviembre de 2005, reconociendo que el Buró instalaría un complejo y vasto sistema de contraespionaje, así como una estrecha colaboración con los servicios policiales y de contrainteligencia de esas naciones del Cono Sur. De esta forma, fabricando la presencia de terroristas en esta zona, como AlQaeda, el Frente Islámico Internacional para la Jihad contra los judíos, Al-Jabhah al-Islamiyyah al-Alamiyyah li-Qital al-Yahud wal-Salibiyyin y Gamaa Islamiyya, entre otras, el FBI presta un importante servicio para mantener el hegemonismo norteamericano en la importante región.

Un paso importante en esa dirección fue la determinación de incorporar a un funcionario del FBI como Legat de la embajada norteamericana en Asunción, a partir de 2007, sumándose a otros funcionarios de este tipo que operan en otros países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela, Panamá y México.

La consolidación de la penetración del FBI en el Cono Sur tuvo lugar durante la visita a Buenos Aires del entonces subdirector del FBI, John Pistole, a fines de mayo del 2008, donde declaró al ser entrevistado por la prensa: “Nosotros en el FBI compartimos cosas comunes con Argentina, a base de la pérdida de vidas inocentes y por la lucha para detener a los terroristas”. Obviamente, el FBI colabora intensamente con el Mossad israelí en ese esfuerzo por ejercer un férreo control sobre los 300 000 individuos de origen árabe que viven en la región.

Sin embargo, no todo ha sido color de rosa para el FBI en Argentina. El 10 de octubre de 2008 se destapó la propuesta del Buró a su agente argentina, María Luján Telpuk, a la que ofreció asilo y oferta de empleo en Estados Unidos por, supuestamente, descubrir el ingreso de 800 mil dólares por parte de Guido Antonini Wilson, en una orquestada maniobra para acusar a los gobiernos de Venezuela y Argentina, en un show mediático conocido como “El caso Maletín”. Cinco días después, el abogado defensor del empresario venezolano Franklin Durán, acusado por el FBI de entregarle el dinero a Antonioni, declaró que todo era parte de una maniobra contra Venezuela. Durán está acusado en un proceso seguido contra él, nada más y nada menos por la jueza Joan Lenard, que presidió la farsa contra los Cinco Héroes Cubanos, de conspirar y actuar como agente del gobierno de Venezuela.  Según la tendenciosa investigación del FBI la cifra de dinero era dirigida a financiar la campaña presidencial de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Se pudo descubrir también que el FBI instruyó a Antonioni el intento de chantaje contra el presidente Hugo Chávez, por la cifra de 2 millones de dólares, para mantener aparente silencio, en una maniobra para validar las infundadas acusaciones contra Durán. Al final quedó evidenciado que Antonioni, además de colaborador del FBI, era un estafador y ladrón.

Un malintencionado montaje anticubano por parte del FBI.

El 29 de octubre de 2009 se fabricó un nuevo show contra Cuba, esta vez teniendo como protagonista al norteamericano Robert Kelly, colaborador de la CIA y del FBI, quien dijo falsamente haber sido reclutado por la DGI cubana. Su misión, según su febril mentira, era desprestigiar a los grupos opuestos al gobierno de Cuba en la Florida particularmente a los congresistas republicanos Ileana Ros-Lehtinen y a los hermanos Lincoln y Mario Díaz-Balart. La maniobra provocadora no halló mejor escenario que un programa de la detractora María Elvira Salazar, en donde Kelly dijo ser el agente Lazarus de la inteligencia de la Isla. El improvisado provocador dijo también haber recibido órdenes de la DGI para monitorear en Miami a José Basulto, de Hermanos al Rescate; a Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia; a la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) y al terrorista Luis Posada Carriles.

La farsa orquestada por el FBI para frenar el creciente movimiento de solidaridad a favor de la liberación de los Cinco Héroes, estaba encaminada a enrarecer la posible nueva política de Obama hacia Cuba, sirviendo a los intereses de la ultraderecha norteamericana  y a los mafiosos anti cubanos de Miami.

 El FBI azuza campañas anti bolivarianas en Puerto Rico.

El  22 de abril de 2010, a instancias de la campaña contra Venezuela y sus representaciones diplomáticas en Estados Unidos, promovidas por la Casa Blanca y el propio FBI, el  senador del Partido Nuevo Progresista (PNP), Roberto Arango, acusó al Consulado de Venezuela en San Juan de financiar a grupos boricuas solidarios con la Revolución Bolivariana y, particularmente,  a la Coordinadora Bolivariana del Caribe. En sendas cartas enviadas al Departamento de Estado y al FBI, el provocador distorsionó deliberadamente los sentimientos de simpatía que emergen entre las fuerzas progresistas hacia el presidente Hugo Chávez y hacia su pueblo.

El senador, prestándose al juego sucio de satanizar a Venezuela, declaró en dichas misivas que el consulado venezolano “utiliza la valija diplomática y otros recursos del país para subvencionar a grupos de izquierda”.
El FBI, que cuenta con cinco oficinas en Puerto Rico y dedica grandes recursos para infiltrar y neutralizar a las fuerzas progresistas e independentistas, azuza las calumnias permanentes contra Venezuela, mediante los viejos ardides del COINTEMPRO, sin poder evitar que esa solidaridad manifestada por varias organizaciones boricuas como la Coordinadora Caribeña y Latinoamericana de Puerto Rico, el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, el Frente Socialista, la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes de la Universidad de Puerto Rico, la Federación de Universitarios Pro Independencia, la Nueva Escuela, la Fundación Filiberto Ojeda Ríos, Puertorriqueños por la Justicia, la Coordinadora Nacional Vigilias por la Dignidad Filiberto Ojeda Ríos, el Partido Nacionalista de Puerto Rico, la Coordinadora Continental Bolivariana, entre otras, aumente día tras día.