Desde 1845 los norteamericanos votan por su presidente el primer martes después del primer lunes de noviembre. Este año corresponde al día 6 el magno evento.
A menos de una semana de las elecciones presidenciales de EEUU, La Voz de Rusia se comunicó con el jefe del Departamento de América del Norte de Prensa Latina,
Jorge Valdés Jaime, para conversar sobre algunas de las características
del proceso en curso y sobre las previsiones –difíciles en las actuales
circunstancias– respecto al desenlace de estos comicios. Al respecto,
el especialista nos comenta:
–Hemos
visto una campaña electoral presidencial en EEUU muy compleja, que ya
dura más de once meses. No obstante, el tiempo ha fluído y han quedado
atrás los eventos políticos principales que marcaron el contexto
proselitista en este norteño país. Recordemos que estamos hablando de la
media docena de debates republicanos, celebrados entre enero y junio,
también recordamos las dos grandes convenciones partidistas, la
demócrata y la republicana, y finalmente, a inicios de este mes, ya
todos hemos visto los tres debates presidenciales entre Obama y Romney,
que concluyeron prácticamente la semana pasada. Recorriendo este camino,
complicado, muy espinoso, con altibajos, hemos visto un evento
electoral típico en EEUU, plagado de volatilidad en las encuestas y de
un megagasto en los recursos financieros. Este megagasto produjo una
descomunal cantidad de anuncios y propaganda política. La mayoría, de
fuerte contenido detractor contra los rivales. En esta ocasión no hubo
ninguna gentileza, lo que se puede llamar “caballerosidad mediática”.
–¿Cuáles han sido los principales argumentos esgrimidos durante el presente duelo por la presidencia de EEUU?
–Los
principales argumentos de la batalla conceptual de esta campaña que
está a punto de concluír han sido: el tema de los impuestos y la
influencia del gobierno federal en la vida del estadounidense promedio.
Los republicanos siempre piden menos participación federal en la
administración estadual. Estas variables, ambiguas y enrevesadas,
combinadas con elementos demográficos locales como la participación de
la comunidad hispana, los afroamericanos, los judíos, las diferentes
minorías étnicas, pueden llevar a que estas sean las elecciones más
reñidas, después de las del año 2000, entre Bush y Al Gore. Incluso más
que aquellas del finales del siglo XIX, cuando el Congreso tuvo que
elegir al próximo inquilino de la Casa Blanca.
–Y finalmente, ¿cuál será el cuadro aproximado al que nos enfrentaremos el venidero martes de elecciones?
—Elpróximo
6 de enero, lo más probable es que veamos a un Romney con todas las
posibilidades de ganar el voto popular y a Obama, de llevarse el triunfo
en los votos electorales, que son los que deciden al final quién es el
presidente de EEUU. Esta es solo nuestra previsión, porque se trata de
una batalla muy reñida. Continuará la volatilidad en las encuestas que
se ha mantenido durante estos meses, aunque es necesario esperar al
próximo viernes, que hay un anuncio del Departamento del Trabajo, sobre
desempleo, que siempre provoca cambios de parecer entre los votantes.
Autor: Andrés Mir
La Voz de Rusia
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