El personal militar de Taiwán desplegado en el exterior deberá someterse a un detector de mentiras al regresar a casa.
Un portavoz del Ministerio de Defensa le dijo a
la BBC que las pruebas son útiles para ayudar a evaluar si los militares
estaban espiando para otros países.
La medida se adoptó tras una serie de casos de
espionaje para China, en los que estaban involucrados incluso oficiales
de alto rango.
Las relaciones con China -que considera a Taiwán
como una provincia rebelde- puede que se encuentren en su mejor momento
en décadas, pero los funcionarios taiwaneses dicen que Pekín está
utilizando la relajación de las tensiones para intensificar el
reclutamiento de espías.
BBC
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