Un
grupo de secuestradores ligados a la red terrorista Al Qaeda capturó
ayer a 41 rehenes que trabajaban en una instalación de procesamiento de
gas al este de Argelia, y amenazó con volar la base si intervenían las
Fuerzas Armadas argelinas. Sus advertencias pueden ser tomadas en serio,
pues durante el secuestro, los terroristas mataron a un ciudadano
británico y a otra persona, y además, según una de las rehenes que pudo
informar por teléfono a «Le Figaro», los terroristas habrían llenado «la
base de minas». Al cierre de esta edición, los islamistas continuaban
atrincherados en las instalaciones –que son explotadas de forma conjunta
por la argelina Sonatrach, la británica BP y la noruega Statoil– en
Teguenturine, cerca de In Amenas y a unos 100 kilómetros de la frontera
con Libia, e informaron de las nacionalidades de los rehenes.
El
portavoz y líder de la brigada «Khaled Abul Abbas» (Firmantes de la
sangre) es Moktar Belmojtar, alias «Bellawar», «El tuerto», uno de los
principales dirigentes de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), que
rompió relaciones con este grupo para crear su propia célula terrorista
en octubre. Belmoktar es también el autor intelectual del secuestro de
los tres catalanes en Mauritania. En declaraciones a una agencia
mauritana, aseguró que entre los 41 secuestrados hay siete
estadounidenses, franceses, británicos y japoneses. Aunque desde Argel
se rebaja la cifra de extranjeros a una veintena, en total, los
secuestrados serían de entre nueve y diez nacionalidades, incluidas la
irlandesa y la noruega. Al parecer, los terroristas habrían dejado salir
de la planta a los argelinos.
En un segundo comunicado, la banda,
que exige el fin de la ofensiva militar en Mali para garantizar la
seguridad de los rehenes, aseguró que la intervención francesa es «una
campaña mundial del combate de los judíos y los cruzados».
Según
un comunicado del Ministerio del Interior argelino recogido por
«Dernières nouvelles d'Algèrie», «un grupo de terroristas, fuertemente
armados, llegó a las 5 de la mañana en tres vehículos al campamento de
Sonatrach. Inicialmente, el ataque tuvo como objetivo un autobús con
extranjeros en dirección al aeropuerto de In Amenas», reza la nota. Se
pudo repeler el ataque, pero seis personas, entre ellas dos extranjeros,
dos gendarmes y dos miembros de la seguridad de la base, resultaron
heridas. «El autobús y los heridos pudieron llegar a In Amenas». Sin
embargo, los terroristas se dirigieron a atacar el campamento, donde
tomaron rehenes. El Ejército argelino llegó rápidamente a la base, donde
normalmente viven unas 2.000 personas, aunque el Ministerio del
Interior recordó que Argelia no «negocia con terroristas».
Según
fuentes consultadas por LA RAZÓN, en el país se barajan tres teorías. En
primer lugar, la de una venganza contra Argelia por permitir que el
Ejército galo utilice su espacio aéreo. Belmojtar reconoció a la agencia
mauritana que se trata de «una reacción a la injerencia flagrante de
Argelia por haber autorizado el uso de su espacio aéreo a la aviación
francesa para bombardear Mali». Otro análisis que se maneja es que sería
una forma de empujar a Argel a participar en el conflicto, puesto que
no ha apoyado la misión con tropas y ha optado por cerrar los 1.400
kilómetros de frontera con el país vecino. Y es que, en palabras de «El
tuerto», eligió Argelia para que «el presidente Buteflika sepa que no
aceptaremos el atentado contra el honor del pueblo argelino por su
conspiración con los franceses para golpear a los musulmanes en Mali,
así como el cierre de las fronteras».
La
última teoría tendría que ver directamente con las luchas de poder
dentro de Al Qaeda. Ésta sería la primera gran «hazaña» del terrorista
Belmojtar. De unos 40 años, se entrenó en Afganistán antes de unirse a
la yihad. Las últimas informaciones le situaban en Gao, en el norte de
Mali, bombardeada por Francia el pasado lunes.
Nuakchot/Madrid.
Tomado de http://www.larazon.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario