“El rechazo al diálogo con el régimen de Bashar al-Asad”, bajo esta condición se reunió la oposición siria.
La declaración fue hecha durante
el congreso del Consejo Nacional Sirio que se celebró en Doha, la
capital de Qatar. Sus participantes intentaron formar un Gobierno de
transición de la oposición. Mientras tanto los vecinos de Damasco
provocaron nuevos escándalos. Turquía ha hecho un acuerdo en secreto con
Washington para la creación de “zonas de seguridad” en la frontera con
Siria, y los libios están indignados de que Trípoli está financiando a
los rebeldes sirios.
En Doha, el encuentro del
consejo nacional sirio de la oposición duró una semana. El propósito de
la reunión que comenzó el 4 de noviembre fue la creación de una
organización unificada y el desarrollo de una estrategia común en la
lucha contra el régimen de Bashar al-Asad. Según los líderes del
consejo, la oposición deberá formar un Gobierno de transición en las
regiones sirias controladas por los rebeldes. Esto facilitará la
asistencia extranjera. Hasta el momento los aliados temen enviar armas a
los rebeldes por temor de que puedan caer en manos equivocadas.
Sin
embargo las negociaciones con los líderes de los grupos opositores se
alargaron. También quedó claro que no habrá ningún proceso de paz.
“Siria sin Asad”, este fue el lema de los que se han reunido en Doha.
Esta
posición desde luego no fue ignorada por Moscú que no deja los
esfuerzos de resolver el conflicto sirio por medios pacíficos. El
ministro ruso de exteriores, Serguei Lavrov, acusó a la oposición de
haber contribuido al derramamiento de sangre, exigiendo la dimisión de
Bashar al-Asad antes de finalizar las conversaciones. Más tarde, el
punto de vista ruso, fue expresado por el representante oficial del
Ministerio de Relaciones Exteriores Alexadner Lukashevich.
—El
principal resultado de esta y otros encuentros similares debe ser la
voluntad de los participantes de solucionar la crisis siria
pacíficamente por los propios sirios sin la injerencia extranjera a
través del diálogo y negociaciones, tal como está previsto en el texto
del comunicado de la reunión de Ginebra del 30 de junio de este año.
Mientras
que los líderes de la oposición se reunían en Qatar, los rebeldes
obtuvieron cincuenta misiles “Stinger” y trabajaron fuertemente. Los
frutos de su trabajo son las nuevas víctimas, la destrucción y miles de
refugiados. Según la ONU, más de cuatrocientos mil personas han
abandonado Siria.
Mientras tanto, la oposición siria
confirmó que una parte significativa de la financiación contra el
régimen de Bashar al-Asad no la obtiene de las monarquías del Golfo
Pérsico, sino de Libia, que aún no se ha recuperado de la guerra civil.
En Trípoli, esta información ha provocado una tormenta de indignación. A
los libios no les gustó el hecho de que los millones de dólares se van a
los fines revolucionarios y no a la restauración del país.
La Voz de Rusia
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