Blake pudo haber pasado buena parte de su vida entre rejas tras haber sido desenmascarado y condenado en 1961 a 42 años de prisión por la justicia británica por espionaje en provecho de la Unión Soviética, pero se escapó cinco años después y desde entonces vive en Moscú.
El hombre pasó a llamarse Georgui Ivanovitsh, se casó con una rusa, Ida, y vive tranquilamente cerca de Moscú, rodeado de nietos.
El servicio de Información Exterior Ruso (SVR) tomó la iniciativa, completamente inusual, de felicitarle por sus 90 años publicando un comunicado bajo el título "el cumpleaños de una leyenda".
"George Blake es un agente secreto y un antifascista que contribuyó enormemente a la seguridad de nuestro país", señaló el comunicado, que recalca que este agente doble de la guerra fría recibió múltiples condecoraciones, incluida la Orden de Lenin.
"Soy un hombre feliz que tuvo mucha suerte, una suerte excepcional", declaró Blake en una entrevista la semana pasada al diario oficial Rossiskaia Gazeta.
Con Ida tuvo un hijo, Micha, de 40 años. Blake había tenido tres hijos con su primera esposa en el Reino Unido, de la que se separó tras haber huido del país.
"Todos estos cambios radicales se han transformado en milagro. Estoy en contacto con mis nietos e hijos en Inglaterra, que vienen a menudo aquí (a Rusia), donde se encuentran mi mujer y mi hijo, que son muy amados", añade Blake.
Tomado de http://www.losandes.com.ar
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