Es posible una Europa sin Angela Merkel? La canciller parte como gran
favorita para ganar las elecciones generales del 22 de septiembre en
Alemania y gobernar por otros cuatro años. Pero en los dos meses que
quedan hasta los comicios afronta varias amenazas que pueden dar un
vuelco en la situación.
LA ENCRUCIJADA DEL ESPIONAJE.
Alemania es uno de los países más
afectados por el supuesto espionaje internacional de Estados Unidos. El
tema, especialmente sensible para una sociedad obsesionada con el
respeto a los derechos civiles y la privacidad, se convirtió en un dolor
de cabeza inesperado y con consecuencias aún imprevisibles para Merkel.
La aparición de un documento que pruebe que Berlín conocía la actividad
de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) castigaría
duramente la credibilidad de Merkel, que viene deslindando a su gobierno
de cualquier complicidad. Pero incluso sin esa prueba, el caso deja a
la líder cristianodemócrata (CDU) en una encrucijada.
"¿Qué es peor? ¿Tener un gobierno que oculta a los ciudadanos lo
que sabía? ¿O tener una canciller cuyos servicios secretos tienen una
vida propia independiente del control de gobierno y Parlamento?", se
preguntó la revista Der Spiegel sobre los informes que revelan la
estrecha cooperación de la Inteligencia alemana con la NSA.
EL FIASCO DE LOS DRONES ALEMANES.
Costó 500 millones de euros a los
contribuyentes y terminó en un fiasco: la cancelación de un programa
para construir aviones no tripulados alemanes después de años de
inversiones ahora perdidas es otra de las armas con las que la oposición
puede desgastar a Merkel.
Una comisión parlamentaria investiga ahora cómo pudo ocurrir el
desastre, lo que garantiza que el tema esté bien presente en las
noticias en plena campaña. En el punto de mira está además el ministro
de Defensa Thomas de Maizière, pilar en el gabinete de Merkel y la
figura más afín al estilo político de la canciller.
LOS INDECISOS SOCIALDEMÓCRATAS.
Los socialdemócratas (SPD) siguen a
15 puntos de la CDU en las encuestas, pero su candidato y principal
rival de Merkel, Peer Steinbrück, apuesta todo por movilizar a los
indecisos y dar un vuelco en el último tramo de campaña, como ocurrió en
2002 con la inesperada victoria de Gerhard Schräder. El cálculo de
Steinbrück es simple: "El SPD perdió 10 millones de votantes desde 1998.
Los expertos nos dicen que no se cambiaron a otro partido, sino que
dejaron de votar. Queremos movilizar de cuatro a cinco millones de esos
potenciales votantes del SPD. Así ganaremos", dijo recientemente.
Las encuestas indican que hay un 30% de indecisos y que el SPD es
la fuerza que mejor puede aprovecharlos: si moviliza a sus votantes
ganará hasta un 31% de los votos, frente al 25% que le dan los sondeos.
La CDU, en cambio, sólo tiene margen para saltar del 40% ciento actual a
un 41 por ciento.
LA CRISIS DEL EURO. ¿El mejor aliado de Merkel? La canciller es tal
vez la figura política que más se benefició de la crisis del euro. Con
su dictado de austeridad a los países más golpeados conquistó a muchos
votantes irritados con los caros rescates europeos, en los que Alemania
es el mayor contribuyente. La situación podría cambiar con la irrupción
en el panorama político alemán de Alternativa para Alemania (AfD), un
nuevo partido abiertamente euroescéptico y con un discurso más radical
que el de Merkel. Hasta ahora sólo logra un 3% de intención de voto,
pero muchos analistas creen que un recrudecimiento de la crisis en
Grecia o Francia podría impulsarlo y quitarle votos a Merkel.
EL FACTOR POSTCOMUNISTA.
Incluso aunque ninguno de esos factores
influya en los votantes, si las elecciones se celebraran hoy Steinbrück
tendría un recurso para formar un gobierno de centroizquierda en
Alemania: aliarse con los postcomunistas de La Izquierda. Una coalición
del SPD (25% de intención de voto), los Verdes (13%) y La Izquierda (8%)
sumaría un 46% de los votos, según las últimas encuestas, y ganaría por
un punto a la actual coalición de centroderecha entre la CDU de Merkel
(40%) y sus socios liberales del FDP (5%).
El SPD rechaza abiertamente negociar con La Izquierda, una fuerza
que considera imprevisible. Pero ambos partidos ya son socios en
gobiernos regionales, como recordó el poderoso ministro de Finanzas de
Merkel, Wolfgang Schäuble. "Las elecciones no están definidas ni mucho
menos. Si la CDU y el FDP no vuelven a conseguir la mayoría, estoy
absolutamente convencido de que Steinbrück formará un gobierno que
incluya a La Izquierda", aseguró el político cristianodemócrata.
Ninguno de esos cinco factores modificó por el momento la cómoda
ventaja de Merkel en los sondeos. Pero en conjunto muestran que en las
próximas siete semanas pueden pasar muchas cosas en Alemania. El exceso
de confianza, a fin de cuentas, es la sexta amenaza que afronta la CDU
de Merkel ante las elecciones. «
Por:
Pablo Sanguinetti
Tomado de http://tiempo.infonews.com
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