"El hackeo de los autos no es un tema que haya sido globalmente
discutido. Eso es porque no ha habido nungún incidente criminal al
respecto", indicó el experto Alan Woodward.
Algunos automóviles de la última generación se pueden prender y
apagar desde su teléfono inteligente. Hay otros que pueden parquear por
sí solos o frenar cuando el conductor está distraído, o hablar con otros
carros para entenderse mejor y prevenir accidentes.
Hasta ahí,
todo muy innovador. Pero nada es perfecto: con la creciente dependencia
de dispositivos electrónicos, los autos son cada vez más vulnerables a
ser intervenidos por un hacker.
Sigue siendo cuestión de expertos y
altamente costoso. Pero, entre más computarizados son los coches, más
expuestos están a que alguien con una computadora en alguna parte cambie
su rumbo, para bien o para mal.
¿De qué maneras se puede hackear un carro?
Las llaves
Las llaves de los automóviles son uno de los
objetos que, con el tiempo, han dejado de ser fragmentos de metal con
incrustaciones especiales para convertirse en chips electrónicos con
códigos que, en efecto, pueden ser descifrados por ingenieros o
matemáticos.
La semana pasada, un tribunal le impuso una medida
cautelar a un artículo de un profesor de la Universidad de Birmingham,
Reino Unido, sobre el algoritmo que gestiona los códigos que las llaves
les envían a los carros de lujo.
Esto debido a que, según el
fabricante alemán Volkswagen, el artículo revelaba los códigos secretos
que usan carros de esa y otras marcas –como Porsche, Audi y Lamborghini-
para arrancar el motor.
El procedimiento que analizaron los profesores se llama chip
slicing y consiste en desmantelar dicho objeto electrónico, analizarlo
con un microscopio e interferir el algoritmo que hay en sus pequeños
transistores.
El proceso cuesta más de $50,000. Un auto de estos vale unos $250,000.
El motor
Dos
expertos en Estados Unidos, apoyados por el centro de investigación
Darpa, del Pentágono, demostraron recientemente cómo se puede tomar el
control de dos modelos de automóviles de famosas marcas mientras otra
persona los está manejando.
El proyecto de Charlie Miller y Chris
Valasek también atrajo muchas críticas por la posibilidad de que se
convierta en un "instrumento para maleantes".
Los investigadores
utilizaron cables para conectar sus dispositivos a las unidades de
control electrónico de los vehículos (conocidos en inglés como ECUs) a
través del puerto de diagnóstico a bordo (conocidos como OBDs, también
utilizados por los mecánicos para identificar fallas).
Incorporado
en la mayoría de los vehículos modernos, el ECU es parte de la red de
ordenadores que controla la mayoría de los aspectos funcionales del
auto, incluyendo aceleración, frenado, dirección y bocina.
Los
científicos pudieron diseñar un software que envía instrucciones a la
computadora de la red del vehículo y reemplaza los comandos de los
controladores reales de la unidad.
Los fabricantes le dijeron a la
BBC que no lo consideraban un hackeoporque el sistema implica que el
hacker instale una conexión dentro del carro. Y los creadores admiteron
que se gastaron una buena cantidad de ECUs desarrollando el proyecto.
El tablero
Como
dicen los proveedores, el hackeo anterior fue "en el aire (...), una
manipulación física altamente agresiva de un vehículo".
Pero, ¿se puede hackear un carro a través de la red?
En
2011, un estudio de las universidades de Wisconsin y San Diego, en
Estados Unidos, probó que sí: "Descubrimos que el ataque inalámbrico es
factible a través de una amplia gama de vectores de ataque, incluyendo
herramientas mecánicas, reproductores de CD, Bluetooth y señales de
celular", dijeron los autores.
Además de esto, el estudio encontró
que "los canales de comunicaciones inalámbricas permiten el control del
vehículo a larga distancia, hacer un seguimiento de la ubicación y
filtrar el audio en la cabina".
Todo esto a través de una
intervención de esas redes. Es posible intervenir la radio, tocar la
bocina, activar y desactivar limpiaparabrisas, controlar el aire
acondicionado y alterar tablero de instrumentos (para falsificar el
nivel de combustible y las lecturas del velocímetro).
¿Amenaza?
Los
diferentes estudios y pruebas que se han hecho sobre el tema tienen
algo en común: según sus autores, buscan mejorar la seguridad en los
automóviles.
Pero por cada investigación que se publica, decenas
de comentaristas lanzan un grito de alerta para que estos estudios no
les den herramientas a quienes quieran interferir en el recorrido de los
carros.
"El hackeo de los autos no es un tema que haya sido
globalmente discutido", dice el experto en seguridad de la consultora
británica Charteris, Alan Woodward.
Y asegura: "Eso es porque no ha habido ningún incidente criminal al respecto".
Por BBC Mundo
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