Foto: EPA
Según
informa la OMS (Organización Mundial de la Salud), en la actualidad más
de dos millones de adolescentes con edades comprendidas entre los diez y
los diecinueve años son seropositivos. La mortalidad de este grupo
etario es mayor que entre los portadores del SIDA de edades mayores. La
causa principal de esta situación es la inexistencia de pruebas
obligatorias de SIDA entre los menores.
El
SIDA se torna más joven a pasos acelerados. Si antes la mayor cantidad
de infectados de SIDA correspondía al grupo etario de entre los veinte y
los veintinueve años, pues ahora les han alcanzado los adolescentes
entre los diez y diecinueve años. Gottfried Hirnschall, director del
Departamento de VIH/SIDA, llamó la atención sobre esta situación en
vísperas del Día mundial de la lucha contra el SIDA, que se celebrará el
próximo 1 de diciembre:
—Entre
los adolescentes se observa un constante alto nivel de nuevos casos de
contagio con VIH. Sobre todo en grupos poblacionales tales como las
niñas adolescentes en África, al sur del Sahara, varones homosexuales
jóvenes, en primera instancia en Asia: Bangladés, Kuala Lumpur, Yakarta.
Además, en la zona de riesgo se encuentran los adictos a las drogas
intravenosas. Se sabe, por ejemplo, que en Europa Oriental más del 30 %
de los jóvenes drogadictos son seropositivos.
Además,
la mortalidad entre los niños y adolescentes enfermos de SIDA se
incrementó en un 50 % durante los últimos ocho años. Los médicos
lograron, en cambio, reducir en un tercio la morbilidad por VIH entre la
población adulta. Esto se debe a que en el mundo no existen programas
de profilaxis del SIDA entre los menores, según subraya el presidente de
la organización social panrusa Asociación “Vivimos con VIH”, Vladímir
Maianovski:
—El
problema no reside en que el SIDA infantil sea más difícil de curar,
sino en que suele ser diagnosticado tardíamente. Los adolescentes no
caen dentro de los sondeos. De hecho, nadie les practica pruebas de VIH.
Por ello, los adolescentes se enteran muy tarde de que sus organismos
se encuentran en un estado bastante descuidado. En estos casos, la
infección VIH suele ser detectada en su fase terminal. Y la medicina,
lamentablemente, no está en condiciones todavía de “sacar” a todos de
esa fase. Una parte de los infectados, tras recibir tratamiento, logran
salir de ese estado, pero otro porcentaje muere.
En
vistas a esto, los médicos llaman a incluir entre las pruebas de los
escolares el análisis obligatorio de VIH. Como en esta etapa transitoria
los escolares suelen tener conflictos habituales con los padres, no
confían en ellos y no quieren escuchar otra vez descargas, quizás valga
la pena permitirles realizar las pruebas de VIH sin consentimiento de
los adultos. Claro, que para llevar a cabo este tipo de pruebas será
necesario modificar las legislaciones de algunos países. En cualquier
caso, es imprescindible garantizar a los menores un acceso a tiempo a
los servicios médicos. Ello permitirá salvar muchas vidas, ya que el
SIDA en la actualidad nos es una condena a muerte, según plantea con
optimismo Oleg Yurin, investigador del Centro Federal de profilaxis y
lucha contra el SIDA:
—Esta
enfermedad es incurable en el sentido de que la persona continúa siendo
un portador del virus. Pero gracias a las terapias actuales, al igual
que con los casos de diabetes mellitus o hipertensión, cuando el
paciente está bajo medicación, es posible detener el avance de la
enfermedad y detener su progreso. Incluso si existen enfermedades
secundarias, estas suelen desaparecer durante el curso de la terapia.
Pero es imprescindible tomar las medicinas constantemente.
Según
datos de la ONU, en la actualidad existen más de treinta y cuatro
millones de personas infectados de VIH. Cada tercero de ellos se enteró
de su enfermedad de forma casual.
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