El Mayor General (retirado) israelí Giora Eiland, exjefe del
Consejo Nacional de Seguridad de Tel Aviv, consideró en un artículo que
publicó en el periódico Ynet News que en Gaza no hay civiles inocentes,
“todos allí son tan responsables de la violencia actual como el
movimiento islámico Hamas”.
El alto oficial sionista en retiro comparó a Gaza con la Alemania
Nazi porque “la población de Gaza es responsable de la situación actual
igual que en Alemania toda la población era culpable del nazismo por
haber elegido a Hitler como su líder y por ello tuvieron que pagar un
alto y merecido precio”.
Eiland consideró que la distinción entre Hamas y los residentes de
Gaza es inexistente. Recomendó la exclusión total de Gaza y el cierre de
todos los accesos a la Franja, incluyendo el paso de personas y el
suministro de gas y electricidad.
Unos días antes, el periódico Times de Israel, se vio obligado a
retirar de su blog el título “Cuando el Genocidio es Permisible” de un
artículo por protestas de sus lectores. Anteriormente, un miembro
derechista del Knesset (parlamento) de Israel calificó a los niños
palestinos como “pequeñas serpientes”.
Informaciones como éstas dan la medida del grado de odio que ha
promovido un conflicto de larga duración entre dos pueblos que
irremediablemente están llamados por la geografía, la historia y la
razón a vivir como buenos vecinos.
En una “carta al editor” publicada por el New York Times el dos de
diciembre de 1948, un grupo de destacadas personalidades judías
radicadas en Estados Unidos en esa época, entre las cuales sobresalía el
físico Albert Einstein, alertaba al gobierno y la opinión pública de
que “en el recientemente creado Estado de Israel, se ha formado, con el
nombre de Tnuat Hajeirut, un partido político estrechamente emparentado,
por su organización, sus métodos, su filosofía política y su llamado
social, a los partidos nazis y fascistas”. Denunciaba que estaba
integrado por miembros y partidarios de la organización terrorista Igun
Zvai, de extrema derecha nacionalista.
El jefe de aquel partido -entonces de visita en Estados Unidos
promoviendo apoyo de Washington a su organización en las elecciones
próximas a celebrarse en Israel y cimentando los lazos políticos con
elementos sionistas conservadores en Norteamérica- era Menajem Begin
quien llegaría a ser primer ministro de Israel y logró imponer su
ideología en la nación judía.
“Antes de que surjan perjuicios irreparables a causa de las
contribuciones financieras y manifestaciones públicas en apoyo a Begin
que puedan dar la impresión en Palestina de que una gran parte de los
Estados Unidos sostiene a elementos fascistas en Israel, el público
estadounidense debe de ser informado sobre el pasado y los objetivos de
M. Begin y de su movimiento” decía el documento.
Los firmantes de aquella carta al editor del NYT pretendían dar a
conocer algunos datos esclarecedores acerca de Begin y su partido para
advertir del peligro fascista que su ideología representaba.
Seguidores de la estirpe de aquellos denunciantes son los judíos
estadounidenses que hoy están movilizándose contra la mentira en
organizaciones como la Voz Judía por la Paz (JVP), cuyo número y
prestigio aumenta aceleradamente ante atrocidades como la que lleva a
cabo Tel Aviv en la Franja de Gaza.
Ellos se empeñan en lograr que los líderes de las comunidades judías
estadounidenses condenen, como ya lo hacen miles de judíos en todo el
mundo, “la inmoral, intolerable y desproporcionada violencia, los
crímenes y la destrucción que el gobierno de Israel está infligiendo al
pueblo de Gaza”.
Les reclaman que reconozcan que Israel es culpable de la ocupación y
el bloqueo de Gaza, que afirmen la igualdad humanitaria de todos los
pueblos, que se unan para denunciar los asesinatos de inocentes en vez
de justificarlos, que se opongan a la política de castigos colectivos en
vez de financiarlos, que se unan para rechazar la cínica propaganda
(hasbara) de Israel, en vez de hacerse eco de ella.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado que
Israel se prepara para una operación militar prolongada en la Franja de
Gaza y que “actuará de forma agresiva y responsable” para cumplir su
misión.
Se conoce que ahora está solicitando oficios de Washington para
evitar ser llevado ante la Corte Penal Internacional (CPI) por cargos de
crímenes de guerra que inevitablemente pesarán sobre él a partir de su
concepción de que toda la población de Gaza es culpable y tendrá que
pagar por la rebeldía de Hamas por haber elegido democráticamente a
líderes de ese movimiento islámico como sus gobernantes.
Manuel E. Yepe*
Fuentes: Martianos-Hermes-Cubainformación
Tomado de http://www.tercerainformacion.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario