Percy Francisco Alvarado Godoy
Servicio Federal de Seguridad (FSB) |
La reciente condena del ingeniero principal del cosmódromo Plesetsk, Vladímir Niesteréts, a 13 años de cárcel por espiar al servicio de la CIA, puso sobre el tapete de la actualidad el tan controvertido, y a la vez interesante, tema del espionaje. El acusado recibió su condena por haber cometido el delito de Alta traición contra su país, contemplado en el Artículo 275, del Código Penal de la Federación de Rusia.
Capturado en plena faena de espionaje a cambio de altas sumas de dinero, por parte del Servicio Federal de Seguridad (FSB), el ex teniente coronel condenado y degradado no es un caso aislado.
Niesteréts laboraba en un lugar secreto, el referido cosmódromo, donde la federación Rusa experimenta sus nuevas generaciones de misiles espaciales y otros del tipo militar, caracterizados por su largo alcance.
El propio servicio de contrainteligencia del FSB reconoció el incremento en los últimos tiempos de la actividad de espionaje por parte de los servicios de inteligencia foráneos. Hace apenas unos meses, fueron descubiertos alrededor de 44 espías y cerca de 158 personas vinculadas a las actividades de los mismos, fundamentalmente dirigidos al espionaje de la actividad política y militar de Rusia. De la misma manera, aunque en un grupo menor, varios de los detenidos estaban relacionados con ocho actos de sabotaje y cerca de 94 acciones de corte terrorista, uno de los cuales fue la explosión en la sala de arribos del aeropuerto Domodédovo, ocurrido el 24 de enero de 2011 y causante de la muerte de 37 personas.
Hace algún tiempo la Federación Rusa Moscú acusó a la CIA de reclutar espía para robar secretos militares en varias oportunidades, tal como ocurrió en abril del 2002, cuando se acusó a agentes de esa institución de tratar de reclutar a un experto del Ministerio de Defensa, con la finalidad de obtener información sensible sobre los programas de armamento avanzado de Rusia.
El FSB acusó directamente a funcionarios diplomáticos norteamericanos de haber drogado a un especialista ruso, identificado como Víctor, con drogas encaminadas a lograr su cooperación con la CIA. Los agentes operativos sobre el terreno eran David Robertson y una secretaria del Consulado en Moscú de apellido Kensinger.
Ken Cameron |
Antecedentes de este accionar de la CIA contra Rusia lo encontramos en marzo de 1994, cuando se comprobó que una funcionaria de la Embajada de Estados Unidos en Moscú, Kelli Ann Hamilton, solicitó a dos ciudadanos rusos información secreta sobre un nuevo carro de combate, el T-82, ordenando su expulsión inmediata. Apenas un año después, el astronauta norteamericano Ken Cameron, invitado en la "Ciudad de las Estrellas", fue expulsado de Rusia por intentar obtener información secreta sobre el programa espacial ruso.
Lo cierto es que la CIA, a pesar de contar con los más sofisticados medios tecnológicos para realizar la actividad de espionaje en Rusia, todavía da como válidas las viejas técnicas de sonsacamiento, el monitoreo y el seguimiento personal, el comprometimiento y el soborno, para acercarse a sus potenciales objetivos, lógicamente, luego de establecer los adecuados perfiles sobre los mismos. Todo el andamiaje tecnológico se subordina, en un momento específico, al momento vital del espionaje: el reclutamiento. Es allí donde se garantiza todo el desenvolvimiento ulterior de las operaciones de espionaje.
Dispositivo dentro de piedra falsa |
Rusia ha sido espiada reiteradamente por otros servicios de inteligencia. No fue hasta el 16 de enero de 2012, seis años después, que el gobierno británico reconoció haber colocado en el 2006, un dispositivo enmascarado dentro de una piedra en un parque de Moscú. Le correspondió a Jonathan Powell, antiguo jefe de personal del primer ministro laborista, Tony Blair (1997-2007), el reconocimiento de este hecho. Sin tapujos, declaró a la BBC: “Lo de la piedra fue de vergüenza", (…) Nos pillaron totalmente. Claramente, lo sabían desde hacía tiempo, pero se lo guardaban para usarlo con fines políticos".
El 6 de mayo de 2009, por citar otro ejemplo, Rusia expulsó a los ciudadanos canadienses Isabelle Francois (directora de la oficina de información de la OTAN en Moscú) y Mark Opgenroth, por espionaje en favor de esta organización.
Esta es una breve reseña para mis lectores sobre el controvertido mundo del espionaje en que, en esta oportunidad, ha sido Rusia la víctima de la CIA.
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