El principe Guillermo en Las Malvinas |
Percy Francisco Alvarado Godoy
El servicio de inteligencia británico realizó una baza mediática al comunicar la existencia de peligro real para la vida del príncipe Guillermo en las islas Malvinas (Falkland), lugar donde el joven se encuentra realizando un entrenamiento militar de seis semanas. Sin dar detalles al respecto, la inteligencia británica acusó a supuestos extremistas sobre los que no definió ni su afiliación o nacionalidad, aunque sugieren que pudieran ser argentinos.
El principe Guillermo, de 29 años de edad, arribó a las Malvinas a ínicios de febrero, encontrándose custodiado por las fuerzas especiales del Reino Unido, en un momento crucial en que se ha agudizado el viejo diferendo conocido como la "guerra de las Malvinas", que ya alcanza las tres décadas, entre Londres y Buenos Aires.
A todas luces, la denuncia de la inteligencia británica persigue, más que todo, una finalidad mediática, para exacerbar en la ciudadanía del Reino Unido un sentimiento de ultranacionalismo, al ver comprometido a uno de sus íconos en una situación de peligro y vulnerabilidad, a la par que presentar a la parte argentina como un potencial y traicionero enemigo.
Argentina, por su parte, ha denunciado el intento inglés de militarizar
el conflicto de las Islas Malvinas, luego del envío a las islas del destructor HMS Dauntless.Igualmente, el gobierno argentino destacó que la presencia del príncipe Guillermno favorece a un aumento de la actividad militar en la zona de conflicto. Al respecto señaló un comunicado de la Cancillería de la nación sureña: “El pueblo argentino lamenta que el heredero real arribe a suelo
patrio con el uniforme del conquistador y no con la sabiduría del
estadista que trabaja al servicio de la paz y el diálogo entre las
Naciones”.
Real o no la amenaza, detrás de ella existe el indudable tufillo de la fábula absurda, de la acusación insostenible y, sobre todo, de viciar cualquier solución diplomática sobre el controvertido conflicto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario