domingo, 27 de mayo de 2012

EE. UU.: tierra de príncipes y mendigos

Un informe de The Associated Press recién publicado revela que un alto dirigente de EE. UU. cobró en 2011 una media de casi 10 millones de dólares. Para ganar estas sumas una persona común y corriente debe trabajar durante cientos de años.

El documento desvela las enormes ganancias de los directivos de las compañías estadounidenses. El jefe de una compañía pública de EE. UU. ganó en 2011 9,6 millones de dólares. Y este índice es un 6% más alto que el del año anterior. Frente a esta cifra que gana un director general, el informe sitúa el salario promedio anual de un trabajador en EE. UU. en 2011 en 39.300 dólares.

David Simon, de Simon Property, un grupo comercial de bienes raíces, encabeza la lista de los mejor remunerados: sus ganancias en 2011 ascendieron a 137,2 millones de dólares, lo que supone un aumento del 458% respecto al año anterior. Un trabajador que cobre el salario mínimo de 7,25 dólares la hora tendría que trabajar casi 9.096 años para ganar lo que Simon cobró el año pasado, según AP. Mientras que una persona con el salario medio nacional de 39.300 dólares tendría que hacerlo durante 3.489 años.
Mientras tanto 20,5 millones de estadounidenses (el 6,7%) sobreviven en el umbral de la pobreza.

Los niveles de desigualdad, más altos que antes de la gran depresión

El profesor de la Universidad de California Raúl Hinojosa cree que el favoritismo que reciben los adinerados en EE. UU. les permite aumentar sus ingresos, lo que provoca una enorme brecha entre los ricos y los pobres.

“La política de EE. UU. ahora recién se ha abierto también a que los ricos tienen mucha más influencia política y ellos pueden entonces influir más recortes de impuestos sobre los más ricos y más facilidades para que los más ricos se vuelvan cada vez más ricos, mientras que la carga fiscal y cualquier ajuste de la crisis económica como la actual cae sobre las grandes mayorías y no afecta a los ricos”, denuncia el profesor.

“La brecha entre los jefes de las empresas y la gente se ha incrementado múltiples veces durante los últimos 20-30 años desde la época de Reagan. Estamos experimentando en EE. UU. los niveles más altos de desigualdad entre ricos y pobres, que no los teníamos desde los años 20 antes de la gran depresión de EE. UU. Entonces se tiene que romper este sitio de dar más hacia los ricos y esperar de que ellos van a solucionar los problemas, porque en realidad eso es la razón de cómo hemos podido llegar a esta concentración de riqueza e inclusive de la vulnerabilidad del sistema financiero y la crisis de especulación que también hemos experimentado en los últimos años”, asevera el experto. 

Russia Today

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