La Venezuela combativa, convertida en hermosa muestra de guerrilla de las ideas, capturó mi corazón, sin pedirme permiso. El Encuentro #2añoscandangueando, celebrado en el Teatro Principal, fue el marco propicio para sentirme, orgullosamente más venezolano, más guatemalteco, más cubano, más latinoamericano. Allí escuché a Chávez, a Izarra, a Tarek, en fin, a muchas voces no haciendo simples historias, sino contando los avances de esa maravillosa obra genuinamente humana.
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| Compartiendo con los twiteros venezolanos |
Sobre cómo se ha ido formando una hermosa red social de seguidores del presidente Hugo Chávez, que lo convierten en el presidente más retwiteado en América Latina, hablaron todos. Yo, en particular quise hablar con el corazón simplemente y dije lo orgulloso que me sentía de compartir tan maravillosos momentos.
Luego vendrían inolvidables encuentros con algunos de los más destacados revolucionarios bolivarianos, jóvenes llenos de vida y optimismo, quienes siguen decididamente a su Comandante y que, junto al valeroso pueblo de Bolivar, Francisco de Miranda y Hugo Chávez, libran una enconada batalla por lograr la continuidad de esa maravillosa obra revolucionaria.
No podía visitar a la hermosa y solidaria Venezuela sin rendir tributo a quien representa el alma de este gran movimiento renovador que se vive por primera vez, plena y sinceramente, en esa hermosa nación latinoamericana. El líder que nunca envejece, que más que simple recuerdo pervive en cada acción del hombre bueno, humano y solidario de hoy.
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| Junto al permanente batallador, Simón Bolivar |
El bolivariano bueno me acompañó o me encontré con él, en medio de tantos maravillosos momentos con los hombres sencillos de ese pueblo, estuvieran uniformados o no, pero siempre dispuestos a ofrecerme su apoyo y respeto como visitante ocasional.
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| Varios de mis buenos amigos en Caracas. |
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