Con la recurrente coartada de la “ayuda”
a los países subdesarrollados, la Agencia Central de Inteligencia (CIA)
de los EE.UU. ha logrado instalarse de forma permanente en la isla de
Gran Canaria, a través de una de sus más activas tapaderas. La Agencia
de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. Más conocida por
su acrónimo en inglés USAID.
Hace ahora justamente un año alertábamos, desde las páginas de Canarias Semanal, acerca del desembarco de esta institución norteamericana en el Puerto de Las Palmas, desde donde había comenzado a controlar el envío de víveres al África occidental. Una de las regiones en proceso de recolonización económica y militar que Washington se disputa actualmente con otras potencias occidentales y algunas emergentes como China.
Desde esas fechas, los barcos que han partido desde el Puerto de la Luz hacia el vecino continente con alimentos lo han hecho – por expresa exigencia de la USAID - bajo bandera estadounidense. La misma que acompaña los sacos de comida con los que la Administración Obama
pretende incrementar la penetración de las multinacionales yanquis en
países que, en algunos casos, están teniendo ritmos de crecimiento anual
del 12%.
De esta forma, según reconocía un informe elaborado por la Cámara de Comercio de EE.UU. en España, las Islas han “reforzado su papel como base estratégica para las empresas norteamericanas”.
Ahora, este factor “humanitario” de la estrategia del Imperio,
que combina conforme a la coyuntura política la agresión o la amenaza
militar, el chantaje, el bloqueo económico y la “colaboración”
con los países que se muestran sumisos ante sus planes expansionistas,
ha sido convenientemente apuntalado por uno de sus gobiernos vasallos
más dóciles.
El pasado 25 de octubre, el Ejecutivo Rajoy suscribía con la USAID un acuerdo que permitirá operar a los estadounidenses en el Puerto de la Luz durante todo un año. El plazo, sin embargo, es prorrogable, y el propio Gobierno ultraconservador de Madrid ya ha anunciado que trabaja para que la Agencia continúe en Gran Canaria en los próximos ejercicios.
“Estamos muy contentos y seguiremos trabajando con USAID siempre que ellos lo quieran así” -reconoció en este sentido Francisco Quesada, miembro del gabinete de la Secretaría General de Cooperación para el Desarrollo.
PERO, ¿QUÉ ES REALMENTE LA USAID?
La USAID, encargada de distribuir la mayor parte de la “ayuda” de carácter no-militar de los Estados Unidos, se define como un “organismo independiente” que, paradójicamente, no niega que recibe sus “directrices estratégicas” del Departamento de Estado para reforzar la política exterior de Washington.
Por si el carácter de estas orientaciones no fuera suficientemente
diáfano, las propias autoridades del organismo han llegado a reconocer
también su apoyo y financiamiento a fuerzas políticas opositoras a los
gobiernos “díscolos” de América Latina.
Y es que la USAID no es conocida, precisamente, por luchar contra el hambre en el mundo, sino por actuar como un apéndice de la CIA, utilizando sus ingentes fondos para desestabilizar a los gobiernos rebeldes a los dictados de EE.UU. Esta Agencia comenzó a gestarse en la Oficina de Seguridad Pública (OPS), establecida en 1957 por el presidente Dwight Eisenhower para entrenar fuerzas policiales cipayas en otros países. Pero fue en 1961 cuando John F. Kennedy la creó como entidad dedicada a la “ayuda humanitaria”, convirtiéndose así en el organismo oficial destinado a operar en naciones con “inclinaciones antidemocráticas”. Es decir, en aquellas donde el dominio norteamericano pudiera verse cuestionado.
Diversos investigadores han aportado suficientes datos contrastados sobre la forma en la que actúa la USAID
en más de 100 países y, particularmente, acerca de sus operaciones en
Latinoamérica. Los propios documentos desclasificados de la CIA revelan
que millones de dólares de su presupuesto se canalizan mediante esta
agencia hacia una red de instituciones y grupos políticos que son
utilizados para llevar a cabo acciones clandestinas. A través de sus más
de cien oficinas en naciones del llamado Tercer Mundo la USAID coopta
a organizaciones privadas, grupos indígenas, asociaciones de
profesionales, religiosas, etc., y subvenciona a grupos de “disidentes”
al servicio de los intereses norteamericanos. Mantiene, asimismo,
relaciones con más de 3 mil 500 empresas y 300 organizaciones privadas de su propio país y otorga subsidios a pretendidas ONGs igualmente vinculadas a la CIA como Reporteros sin Fronteras.
Solamente en Cuba, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional ha destinado más de 197 millones de dólares al financiamiento de grupos contrarrevolucionarios y diferentes programas de subversión.
Con la arrogancia habitual de una elites que han asumido plenamente la doctrina del “destino manifiesto de ‘América’”, en diciembre de 2009 un alto funcionario de la USAID reconocía también, en declaraciones efectuadas a The New York Times, que la CIA
utilizaba el nombre de esa Agencia para no aparecer directamente
involucrada en la “donación” de fondos y el establecimiento de
contratos.
No puede caber ninguna duda, pues, acerca de la institución estadounidense “de ayuda” que, con el inexplicable silencio de las organizaciones de izquierda del Archipiélago, se ha instalado en Gran Canaria con la aparente pretensión de quedarse definitivamente en esta isla.
Rebelion.org/CRISTOBAL GARCIA VERA / CANARIAS/SEMANAL.ORG
Tomado de Contrainjerencia
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