El pasado jueves 7 de noviembre había dicho en el programa La Tarde se
Mueve (http://latardesemueve.com/grabaciones)
que era posible que en el marco de la visita del Presidente Obama el viernes 8
al sur de la Florida se pudiera producir un encuentro con el llamado opositor
Guillermo Fariñas.
La llegada sorpresiva del mercenario villaclareño a Miami en la noche del
miércoles 6 de noviembre lo hacía sospechar. Luego se produjo el arribo de
Berta Soler. Así que todo esto y el dato de que Jorge Mas Santos, Presidente de
la Fundación Nacional Cubano Americana, sería el anfitrión de una de las tres
recaudaciones en que el Presidente Obama participaría en Miami, me indicaban
que era posible que dicha Fundación colocara a estos dos personajes en la
reunión.
Un encuentro como el que se perfilaba lo han estado buscando
desesperadamente aquellos que desde Miami administran el dinero de los
contribuyentes norteamericanos, para a través de agencias como la USAID y otras
del Departamento de Estado provocar un cambio de gobierno en Cuba. Esto no se
les había dado con Yoani en marzo pasado, cuando la hicieron venir rápidamente
desde Europa para que coincidiera con una visita de Obama a Miami.
¿Por qué no se les dio aquella vez? Pues porque Obama se encontraba
en plan de trabajo, en la inauguración de las obras del puerto de Miami y no
tenía espacio en su agenda. Ellos pensaban ponerle a Yoani en el público, como
después pusieron a Berta Soler ante el Papa Francisco, quien se la tropezó
mientras saludaba a todos los que estaban en su trayecto. Berta Soler incluida.
Con Yoani, en aquella ocasión, ni esto consiguieron.
Pero el viaje que el Presidente Obama hizo el viernes a Miami fue por
política, para recaudar dinero. Un dinero que va a engrosar las arcas de su
partido con vistas a las elecciones del próximo noviembre para contrarrestar la
desventaja que tienen los Demócratas en la cámara, y también para las
elecciones del 2016. A la vez que el Presidente recolecta fondos, su presencia
le permite a la Fundación ganar notoriedad y engrasar la maquinaria para seguir
recibiendo y administrando dinero federal para la subversión en Cuba. Un dinero
que cobra la Fundación de Derechos Humanos, una “sucursal” de la Fundación
Nacional Cubano Americana. Este es un punto a tener en cuenta: el toma y daca
que se produce en la política norteamericana.
Ahora bien, ¿qué pasó en la casa de Jorge Mas Santos en la tarde noche del
viernes 8 de noviembre, durante la visita del Presidente Obama?
El coste del cubierto osciló entre 32 mil y 35 mil dólares. Teniendo en
cuenta diversas fuentes, el promedio de asistentes fue de 40 a 45 invitados. Lo
que indica que el Presidente se llevó de esa visita, como mínimo, un millón y
medio de dólares. Ahora, si tomamos en cuenta el tiempo de la reunión, 40
minutos por el reloj, y dividimos, nos queda que como mínimo el presidente
recaudó entre 60 y 70 mil dólares por minuto; más de 2 mil dólares por segundo.
Es decir, que se trata de una visita muy premiada económicamente y con una
tarifa que no es para perder el tiempo.
Esas 40 o 45 personas que han pagado 35 mil dólares es lógico que tengan
derecho a saludar y conseguir la foto cliché con el Presidente; esa que se hace
de frente, posando junto a él. Foto que oscila entre 10 mil y 15 mil dólares;
esté o no incluida en el precio total. También van a ser muy exigentes
con el tiempo, así que el presidente lo único que hizo con Berta Soler y
Guillermo Fariñas (quienes seguro no pagaron) fue ofrecerles un “breve saludo”.
Y esa frase no es mía sino citada el mismo viernes por el Washington Post, que
no puede considerarse un periódico amigo de la revolución cubana.
No existe siquiera esa foto cliché del Presidente de frente a la cámara con
Guillermo Fariñas y Berta Soler. Ha circulado una foto de Berta Soler desde
atrás, donde no se le ve el rostro; y una con Fariñas, más favorecido, donde se
ven rostros de perfil.
Ni siquiera el congresista Joe García aparece con el Presidente. Ahora
súmele a eso que el Presidente hizo un discurso. Relativamente extenso para los
40 minutos disponibles.
Como es propio de estos casos, Obama respondió las palabras de bienvenida
de Jorge Mas Santos; agradeció a la familia, al Senador Bill Nelson y al ex
senador estatal Bennet, y abordó temas domésticos como el seguro de salud
y la reforma migratoria.
¿Qué y cómo habló de Cuba el Presidente? Lo hizo dentro del marco general
del discurso que tenía preparado y luego reprodujo la Casa Blanca (http://www.whitehouse.gov/the-press-office/2013/11/08/remarks-president-dscc-fundraising-reception-0);
no se estaba dirigiendo en particular a Fariñas o Berta Soler, como han querido
hacer ver ciertos medios. Ni siquiera se estaba dirigiendo a Mas Santos. Como
dije antes, el Presidente estaba tratando de exponer algunas razones generales
con el objetivo de justificar la recaudación de fondos para su partido.
En ese discurso el dijo además que la política norteamericana hacia Cuba es
obsoleta; que se impuso en momentos en que él ni siquiera había nacido. Esto es
algo que ha dicho otras veces; comenzando su primer mandato y en su época de
senador por Illinois. Estas son inconsecuencias de los políticos
norteamericanos que nosotros conocemos; dicen cosas lógicas que luego no
cumplen, o dilatan, por cuestiones de politiquería doméstica.
Esto fue lo que dijo el presidente a los invitados; pero no hubo tal
conversación con los llamados opositores presentes. Todavía ayer lunes 11 de
noviembre Jorge Mas Santos y Pepe Hernández, invitados al programa
propagandístico y anticubano de Pedro Sevsec en el Canal 41, seguían
insistiendo contra todas las evidencias en que Obama habría conversado con
Fariñas y Berta Soler en la reunión, mientras las imágenes repetían unas
escenas en la casa de Mas Santos donde era obvio que dialogaban con otras
personas que no eran el Presidente de los Estados Unidos.
Fariñas trató de meter una cuña y hablarle durante el saludo, pero Obama,
cortés y cortante, dijo que por favor, lo que le deseen decir se lo envíen por
correo electrónico. Y eso y nada es lo mismo; pues un email entre millones cae
en archivos de tecnócratas.
Fariñas también se bajó con la “originalidad” de decir que le pidió a Obama
que les ayudara a estar en las conservaciones entre el gobierno cubano y el
gobierno norteamericano. Y Jorge Mas Santos “reveló” ayer en el Canal 41 que
Berta Soler le había asegurado que ahora el Presidente cubano Raúl Castro tenía
que recibirla a ella porque ya se había entrevistado con el presidente del país
más poderoso del mundo. Así de ajenos a la política andan estos entreguistas.
Para entender todo esto hay que tener en cuenta una distinción importante.
Existen informes de inteligencia de la SINA para indicar qué es lo que hay que
decir públicamente para hacer propaganda y generar efectos de opinión. Pero hay
informes de inteligencia de la misma Sección de Intereses para tomar decisiones
de acuerdo lo que sucede realmente. Y lo que estos informes dicen, y pueden
consultarse en Wikileaks, es que esta llamada oposición que destacan ciertos
medios no significa realmente nada en Cuba.
Como se pueden imaginar el presidente Obama podría distinguir entre estas
dos cosas; tiene acceso a ambos tipos de informes. Es capaz de comprender
entonces el disparate que significa que esta gente le pida participar en
conversaciones con Cuba donde se tratan temas tan serios como la lucha contra
el narcotráfico, el control migratorio, la protección del medio ambiente, la
reacción ante algún fenómeno metrológico imprevisto, etc.
Por otra parte esta reunión ha sido inflada y realmente tampoco es un
“hecho histórico” como se empeñan en decir. El propio George W. Bush siempre
recibió mercenarios o familiares de mercenarios los 20 de mayo en la Casa
Blanca, como a los del lunático Oscar Elías Biscet; al que llegó a darle la
Medalla de la Libertad de los Estados Unidos.
¿Dónde sí veo una inconsecuencia en el Presidente? Cuando en el propio
discurso, después de hablar de la necesidad de actualizar la política obsoleta
hacia Cuba, le da lugar a los llamados opositores llamándolos “activistas” e
identificándolos como supuestos agentes de cambio. Es como si volviera a caer
en lo mismo que critica.
Pero también entiendo que el Presidente tenía que decir una cosa así por el
lugar donde estaba. Aunque sepa que si existieran norteamericanos que hicieran
en China o en Irán ese tipo de “activismo” que hacen Fariñas y Berta Soler en
Miami, él mismo los consideraría traidores y la justicia norteamericana sería
implacable con ellos.
Estos llamados disidentes son percibidos por los demás cubanos como
vividores, como aliados de lo peor de la comunidad cubana en el sur de la
Florida. Gritan en la televisión extranjera pero en Cuba no convencen a nadie;
y pocos son los que los conocen. Actualmente hay más Damas de Blanco con visas
de asilo o emigrantes en Miami que en La Habana. Ahora bien, ¿por qué a esta
gente no le interesa que cambie la política norteamericana hacia Cuba?
A ellos no les interesa una mejora de relaciones entre Cuba y Estados
Unidos porque viven sin trabajar; porque ellos no padecen el bloqueo. No les
conviene un acuerdo ni siquiera parcial, porque si se desmonta el cerco
económico y comercial se les cae el financiamiento a la subversión y entonces
tendrían que comenzar a trabajar.
Algo que causa risa es la envidieta que esta reunión ha provocado entre los
propios disidentes. Yoani Sánchez, que es tan explícita y expresiva, se limitó
a pasar un twitt que decía: “Mis felicitaciones a Coco Fariñas y Berta Soler
por encuentro con el Presidente Obama ayer”. Nada más. La procesión la lleva
por dentro.
A la gente en Miami tampoco los engañan. El Nuevo Herald publicó una
encuesta, no científica pero sí representativa de sus lectores, que decía:
“¿Cree usted que el encuentro del Presidente con Guillermo Fariñas y Berta
Soler influya en el futuro de Cuba?” Pues más del 50% del voto dijo que no. Y
repito, esto fue en un periódico tan propagandístico en contra de Cuba como El
Nuevo Herald.
En realidad este tipo de show se monta para Miami, para consumo local.
Exceptuando algunas breves reseñas que se hicieron no circuló nada más. No ha
tenido repercusión internacional. Dentro de Cuba ni siquiera ha resonado entre
la disidencia. Entonces, ¿cuál es su significado? Además de lo que hemos dicho,
ninguno. Hay que desconocer mucho a Cuba para creer que eso pueda tener alguna
trascendencia.
Soy de la opinión de que a pesar de los obstáculos puede haber mejoría de
relaciones entre Cuba y Estados Unidos en lo que queda de gobierno del
presidente Obama. Para los intereses supranacionales norteamericanos no hay
mejor contraparte en la zona del Caribe como el gobierno revolucionario de
Cuba. Las autoridades cubanas son una garantía de competencia en un caso de
desestabilización real; lo saben los correspondientes Departamentos de Estados
Unidos. Lo sabe el Pentágono, la CIA, el FBI (aunque a veces no cumpla los
pactos), el Departamento de Inmigración y el Servicio de Guardacostas, la DEA,
etc.
Y les consta porque Cuba es el país más estable de la región, el que cuenta
con la población más organizada; y los norteamericanos no van a echar eso a un
lado para jugarle una carta de peso a una oposición con poco sentido común y
sin realismo político.
Soy optimista, yo creo que el Presidente se va a centrar y va a tener
gestos más amplios hacia Cuba. Yo creo que puede haber avances en distintos
terrenos, como en los viajes de ciudadanos norteamericanos a la isla y el caso
de Los Cinco. Creo que puede haber una solución al tema de los 4
antiterroristas cubanos que quedan presos; que serán 3 el próximo año con el
regreso de Fernando.
Son cosas que se pueden ir solucionando; sin que importen los entreguistas
de la isla, sin que importen los extremistas de Miami, ni todo el dinero que
tengan o puedan conseguir Jorge Mas Santos, Pepe Hernández y la Fundación
Nacional Cubano Americana con todos sus directores.
Edmundo García
No hay comentarios:
Publicar un comentario