La desvergüenza de un mercenario

Orlando Luis Pardo Lazo y Frank Calzón

El contrarrevolucionario y sociópata Orlando Luis Pardo Lazo volvió a vestirse de indignidad y demostró no solo su esencia mercenaria, sino su posicionamiento y alineación junto a la ultraderecha norteamericana.

Mercenario viajero, al parecer ya acomodado al modo de vida norteamericano, esta vez se unió a  Frank Calzón, directivo del Centro por una Cuba Libre, para homenajear -mediante la colocación de una ofrenda floral-, a las "víctimas del comunismo", en Washington DC, precisamente en un  monumento inaugurado por el entonces presidente George W. Bush.

No tuvo reparos el traidorzuelo en agasajarse con la compañía de Calzón, agente de la CIA, enemigo de Cuba y estrecho colaborador de organizaciones terroristas como Contrarrevolucionario de origen cubano, muy vinculado a organizaciones terroristas como Alpha-66 y Abdala. Todo estaba incluido en el libreto montado por sus financista.

Poco pareció importarle a Pardo Lazo relacionarse con este oscuro personaje, sostenedor de una agresiva conducta contra Cuba, mediante el ataque mediático más descarado, primero desde la difamatoria Of Human Rigths, luego a través del   Comité de Intelectuales por la Libertad de Cuba y la tenebrosa y controvertida Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), donde se codeó con su élite terrorista. Fue precisamente desde la FNCA -de la que fue fundador y secretario ejecutivo-, donde Calzón se distinguió por promover todo tipo de legislación anticubana, ataques sostenidos contra las instituciones armadas de la Revolución, así como la implementación de la falaz emisora Radio Martí.

Calzón se marchó de la FNCA en 1987, por broncas protagónicas con su Chairman y viejo socio de tropelías, Jorge Mas Canosa, pasando luego a integrar la tapadera de la CIA conocida como Freedom House, expresión del conservadurismo gringo y enconada protagonista de la guerra ideológica contra Cuba, Venezuela, Ecuador y otras naciones progresistas. Esta ONG se ha destacado por la promoción de tendenciosas campañas en el seno de organismos internacionales, contando con el soporte de los grandes medios de comunicación. Calzón dirigió durante dos años el Programa de Cuba de Freedom House, encargándose personalmente de enviar emisarios para instruir a mercenarios en Cuba y abastecerlos de dinero y de otros medios, tal como quedó demostrado con el caso del sindicalista estadounidense David Norman, detenido en Cuba en el mes de agosto de 1997.

Calzón, especialista en subversión, parece haber visto en Pardo Lazo un potencial instrumento para armar sus campañas anticubanas. El contrarrevolucionario cubano sabe sacar provecho a la oportunidad que se ofrece, dado su empecinada megalomanía y amor por el dinero fácil.

Donde faltan los escrúpulos, sobra la deshonestidad.

Percy Francisco Alvarado Godoy