Pekín, 20 dic (EFE).- Las autoridades chinas afirmaron hoy que las
acusaciones de espionaje que retrasaron la compra de la compañía
petrolera canadiense Nexen por parte de la estatal China National
Offshore Oil Corporation (CNOOC) son "totalmente infundadas".
Así se expresó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, que considera que "se estaba obstruyendo una operación de cooperación".
Canadá aprobó finalmente la adquisición la semana pasada, una operación valorada en 15.100 millones de dólares canadienses, pero ésta se retrasó en varias ocasiones ante la intensa controversia que provocó en este país y EEUU.
En los dos países norteamericanos hubo recelos iniciales a que una empresa estatal china controlara parte de los yacimientos de arenas bituminosas canadienses, considerados como unas de las mayores reservas de crudo del mundo.
La portavoz añadió que CNOOC "ha llevado a cabo sus actividades de fusión de acuerdo con las regulaciones del mercado" y que estos proyectos "son de mutuo beneficio para ambos países".
"Espero que en Canadá pueda ver la inversión y cooperación de las compañías chinas de una forma racional, que no perjudique la imagen de esta firma y que haga más para beneficiar el comercio bilateral", señaló Hua.
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, rechazó que la entrada de CNOOC en el sector petrolífero canadiense supusiera una amenaza para el país.
No obstante, también advirtió de que el Gobierno vigilará que no aumente la tendencia de grandes operaciones de control de empresas energéticas por parte de "empresas estatales que están bajo un control bastante directo de gobiernos extranjeros".
De acuerdo con la legislación canadiense, el Gobierno puede bloquear la adquisición por compañías extranjeras de grandes empresas del país si este no obtiene "un beneficio neto" con la operación. EFE
Así se expresó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, que considera que "se estaba obstruyendo una operación de cooperación".
Canadá aprobó finalmente la adquisición la semana pasada, una operación valorada en 15.100 millones de dólares canadienses, pero ésta se retrasó en varias ocasiones ante la intensa controversia que provocó en este país y EEUU.
En los dos países norteamericanos hubo recelos iniciales a que una empresa estatal china controlara parte de los yacimientos de arenas bituminosas canadienses, considerados como unas de las mayores reservas de crudo del mundo.
La portavoz añadió que CNOOC "ha llevado a cabo sus actividades de fusión de acuerdo con las regulaciones del mercado" y que estos proyectos "son de mutuo beneficio para ambos países".
"Espero que en Canadá pueda ver la inversión y cooperación de las compañías chinas de una forma racional, que no perjudique la imagen de esta firma y que haga más para beneficiar el comercio bilateral", señaló Hua.
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, rechazó que la entrada de CNOOC en el sector petrolífero canadiense supusiera una amenaza para el país.
No obstante, también advirtió de que el Gobierno vigilará que no aumente la tendencia de grandes operaciones de control de empresas energéticas por parte de "empresas estatales que están bajo un control bastante directo de gobiernos extranjeros".
De acuerdo con la legislación canadiense, el Gobierno puede bloquear la adquisición por compañías extranjeras de grandes empresas del país si este no obtiene "un beneficio neto" con la operación. EFE
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