Los soldados estadounidenses mueren más por suicidios que en el campo de batalla, y esta tendencia está ganando terreno, según el Departamento de Defensa de Estados Unidos. Además muchos de los suicidas nunca habían participado en enfrentamientos.
En
este año, trescientos tres estadounidenses en servicio activo en el
ejército, en reserva o en la Guardia Nacional, se suicidaron, según las últimas estadísticas publicadas por la entidad militar.
En
el mismo período, doscientas doce soldadaos perecieron en los combates
en Afganistán, ciento setenta y siete de ellas eran miembros del
ejército. Hasta ahora sesenta y cuatro de estos casos no han sido
investigados.
La Voz de Rusia
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