Campesinos de la Localidad Usme, al sur de Bogota, reclaman tierra y reforma agrararia. |
Por Alberto Pinzón
Sánchez
La mayoría de
observadores agudos del proceso de Paz, abierto en la Habana y formalizado en
Oslo entre el Estado Colombiano y las Farc-EP; si notaron la ausencia de FEDEGÁN
en el equipo negociador oficial del Estado, donde se suponía debía estar
representado TODO el Poder dominante (y dirigente) en Colombia, y se preguntaron
¿porque razón el poderoso gremio económico político de los ganaderos, que ha
tenido la hegemonía política y económica durante más de 200 años en Colombia, no
estaba presente? La respuesta vino a saberse, accidentalmente, este 17 de
diciembre 2012, cuando el director plenipotenciario de esa agrupación
“corporativa” JF. Lafaurie, rechazó rotundamente su participación en el foro
agrario de la Universidad Nacional, convocado por las dos partes sentadas en la
mesa de la Habana.
Había surgido
por fin a la superficie consiente de la realidad social colombiana, una de las
más profundas contradicciones económicas y políticas, largamente ocultada,
deformada y velada ideológicamente (como toda verdadera contradicción social)
durante todos estos siglos de hegemonía y Poder oligárquico-imperialista en
Colombia. La historia del gremio de los agro-pecuarios colombianos denominado
FEDEGÁN, a través de la historia de la llamada “cuestión agraria colombiana”,
empalmaba directamente y sin solución de continuidad, con la historia del
latifundismo o terratenientismo, también denominado “GAMONALISMO”, y con toda la
Historia (esta con mayúscula) de Colombia considerada desde 1.492, cuando fue
colonizada como el resto de Nuestramérica, por el caduco Imperio
español.
Pero se
presentaba de forma escueta, como se presentan las dinámicas contradicciones
sociales en épocas de crisis, a no como el histórico y complejo enfrentamiento
entre la Oligarquía pro-Imperialista y el Pueblo Trabajador colombiano o gente
del Común, sino como un desarrollo del conflicto Social y Armado colombiano, que
el reconocido científico social Ignacio Ramonet, describe y explica según su
experiencia directa, en el artículo de Le Monde Diplomatique Nº 206 de diciembre
de 2012 así: ..
“. . . Pero si
el presidente Santos decidió, ante la sorpresa general, abrir unas negociaciones
de paz con la insurgencia no fue sólo porque las FARC se encuentren disminuidas
militarmente. Es también porque la oligarquía latifundista que, desde hace 65
años, se opone a una reforma agraria en Colombia (este país es prácticamente el
único en América Latina que, por la cerrazón de los terratenientes, no ha
realizado una redistribución de tierras) ya no tiene el poder dominante que
tenía. En los últimos decenios se ha consolidado una nueva oligarquía urbana
mucho más poderosa e influyente que la oligarquía rural.
Durante los
años más terribles de la guerra, las grandes aglomeraciones quedaron aisladas
del campo. Era imposible circular por tierra de una localidad a otra y la
“Colombia útil” se convirtió en una suerte de “archipiélago de ciudades”. Estas
metrópolis, en las que se acumulaban los millones de personas que huían del
conflicto, desarrollaron su propia economía cada vez más pujante (industria,
servicios, finanzas, importación-exportación, etc.). Hoy es ella la que domina
el país y a la que, en cierta medida, representa Juan Manuel Santos. Igual que
Álvaro Uribe representa a los grandes terratenientes que se oponen al proceso de
paz.
Discusión con el funcionario de la alcaldia sobre la extensión de las tierras y sus títulos. |
A la oligarquía
urbana, la paz le interesa por razones económicas. Primero, el coste de la paz,
o sea una –probablemente modesta– reforma agraria, lo asumirían los
latifundistas, no ella. Su interés no está en el suelo, sino en el subsuelo.
Porque, en el contexto internacional actual, la pacificación le permitiría
explotar los inmensos recursos mineros de Colombia de los que la insaciable
China sigue sedienta. Por otra parte, el empresariado urbano estima que, en caso
de paz, los excesivos presupuestos militares podrían consagrarse a reducir las
desigualdades que siguen siendo abismales. Los empresarios constatan que
Colombia va hacia los 50 millones de habitantes. Lo cual constituye una masa
crítica importante, en términos de consumo, a condición de que el poder
adquisitivo medio aumente. En ese sentido, observan que las políticas de
redistribución que se están llevando a cabo en varios países de América Latina
(Venezuela, Brasil, Bolivia, Ecuador, Argentina, etc.) han
reactivado la producción nacional y favorecido la expansión de las empresas
locales”.
El investigador
Ramonet continua argumentando sobre las varias influencias económicas y
políticas Internacionales, especialmente latinoamericanas y caribeñas (aunque
ignora, no sabemos por qué, la mayor de todas ellas emanada en Washington por el
Departamento de Estado) y que actualmente pesan sobre la decisión de sentarse en
una mesa de diálogos para finalizar el histórico conflicto social y armado de
Colombia , y alerta mencionando, las asechanzas mortales que aún penden sobre el
proceso de paz.
Pero la
realidad del desarrollo real de este nudo de contradicciones en la sociedad
colombiana, estás mostrando que el denominado “Poder terrateniente tradicional”
no ha sido derrotado en Colombia, ni reemplazado por una nueva “oligarquía
urbana” empeñada en creer que el proceso de paz con las FARC-EP, re-establecerá
el viejo esquema Gobierno-Oposición de Virgilio Barco, donde la oposición sin
armas discutirá políticamente desde la cárcel o el cementerio, la reforma
agraria y las demás que le sean favorables al gobierno.
Por el
contrario; todos los días se percibe con mayor claridad que la tal contradicción
entre Santos y Uribe, no es más que una lucha electorera por ver quién se queda
finalmente con el gobierno y su jugoso e inagotable presupuesto, que Londoyos
llama “la mermelada”. Todos los días la oligarquía tradicional le impone a la
“oligarquía urbana” sus condiciones. Miremos algunas:
1- Su rechazo
ilegal a acatar el fallo inapelable de la Corte Internacional de Justicia sobre
las islas de San Andrés.
2- La conformación
en el honorable congreso de la república de una tenaza político-ideológica
conformada por el grupo “urbano” liderado por JM Santos y Vargas Lleras con el
grupo “tradicional” del procurador Ordoñez, quien debido a los problemas
judiciales de Uribe Vélez y Londoyos, ha tenido que asumir su liderazgo
ultra-reaccionario y se ha hecho reelegir ilegalmente por el parlamento
colombiano, para legislar sobre:
3- El Fuero
Militarista para Impunidad (FMI) con el fin de continuar la guerra.
4- La aprobación
de una cascada de leyes antipopulares y reaccionarias especialmente la llamada
“reforma tributaria”, el salvamento financiero (con dinero del pueblo
contribuyente) a las quebradas empresas promotoras de salud (EPS) y la llamada
reforma a la salud. Las mezquinas leyes sobre minería y protección de
territorios mineros.
5- La llamada ley
de reforma a la justicia, abortada por la movilización social y la indolencia
del gobierno con el paro de los jueces, quienes pedían el cumplimiento de un
ajuste salarial prometido hace 20 años, mientras se legislaba sobre fabulosos
sueldos a magistrados y miembros de las altas cortes, para mantenerlas bajo
control.
6- El silencio
cómplice ante la pirámide de Interbolsa, semejante a los auto-préstamos de
Granahorrar de Jaime Michelsen en el gobierno conservador de Belisario Betancur,
o la pirámide DMG en el gobierno corporativo de Uribe Vélez.
Así pues que,
si bien se ha avanzado notablemente en el conocimiento y en la conciencia de la
dinámica contradictoria que está en la base del conflicto social y armado de
Colombia; todavía hace falta que la más amplia y unitaria movilización social
imponga la paz a la nueva tenaza “Santo-Ordoñista”, apalancada por las casas
gratis del casa-teniente Vargas Lleras, que se ha conformado en el honorable
parlamento colombiano. Es esencial tener claro que sin la movilización social,
la mesa de la Habana languidecerá, y más temprano que tarde será levantada por
JM Santos, aprovechando cualquier montaje burdo y chapucero de esos que sabe
hacer la Inteligencia Militar colombiana, o argumentando la fecha de las
elecciones que definirá su riña mediática con Uribe Vélez.
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Agencia de Noticias Nueva Colombia, ANNCOL
Web: www.anncol.eu, Redacción: editar@anncol.eu,
YouTube: http://www.youtube.com/user/anncol4?feature=mhee
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