El suboficial de la marina británica que admitió que recopiló material secreto sobre submarinos nucleares con la intención de venderlo a los servicios de inteligencia rusos ha sido sentenciado a ocho años de cárcel.
Edward Devenney, ingeniero de comunicaciones norirlandés de 30 años,
fue juzgado por violar la llamada Ley de Secretos Oficiales en una
audiencia celebrada en el tribunal penal de Old Bailey, en Londres.
El suboficial, que trabajaba en submarinos británicos, reconoció el pasado 13 de noviembre ante esa corte que había reunido material codificado entre el 18 de noviembre de 2011 y el 7 de marzo de 2012 y también admitió un cargo de mala conducta en una oficina pública.
Al dictar sentencia, el juez señaló hoy que "el tribunal tuvo en cuenta el intento de traición del defendido no solo a su país, sino también a sus colegas,
que deben sentir una gran indignación ante su comportamiento".
"Aquellos que sirven a su país con lealtad deben saber que los que no lo
hacen serán castigados de la manera adecuada", agregó el magistrado.
Detenido en marzo
El suboficial fue detenido en el puerto de Plymouth, en el sureste de Inglaterra, donde está una de las principales bases de la Royal Navy (Marina británica), el pasado marzo.
Según informaciones divulgadas por los medios de comunicación a raíz del proceso judicial, Devenney se había puesto en contacto con una embajada en Londres para intentar pasar información a Rusia relacionada con las operaciones de los submarinos nucleares británicos.
No obstante, las dos personas con las que se iba a encontrar resultaron ser miembros de los servicios secretos británicos.
EFE
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