martes, 18 de diciembre de 2012

Veteranos encabezarán el Departamento de Estado y el Pentágono

Recientemente la representante permanente de EEUU ante la ONU, Susan Rice, llamada la aspirante número uno al puesto de Jefe del Departamento de Estado, pidió a Barack Obama que no examinara su candidatura.

Los principales adversarios de su nombramiento son representantes del Partido Republicano.
Los republicanos acusaron a Rice de haber inducido a equivocación a amplios sectores de la ciudadanía norteamericana. De esta suerte, Susan Rice se negó a pugnar por el puesto que próximamente queda desocupado tras la salida de Hillary Clinton.
Los propios norteamericanos caracterizan de diversas maneras esta reyección de su propia candidatura por Rice. “No es de aquellos que dejan el asunto a mitad del camino. Ella lo ha pensado todo y ha podido decir: no es lo que necesito hoy para la carrera. Y es bien posible que esto no le haga falta hoy”, dijo a nuestra radio George Landrith, presidente del instituto de investigaciones “Frontiers of Freedom”. Se intentó ocular los sucesos, lo que es peor de todo.
—Lo que pasó después de Benghazi se parece a lo de Nixon, que se desvivió por minimizar la importancia del escándalo de Watergate. Fingía que lo que pasaba no tenía significado alguno. Pero, si hubieran confesado honestamente “sí, lo hemos estropeado todo, pero trataremos de corregirlo”, se habría perdido todo el interés por el caso. En vez de esto, ellos procuraron ocultar la información.
Susan Rice, al cumplir el papel de pararrayos para su presidente, cedió la primacía en la pugna por el Departamento de Estado a otro político, John Kerry. Si este encabeza el Departamento de Estado, la política de EEUU será más moderada y menos sujeta a factores ideológicos, apuntó en entrevista a nuestra emisora Boris Mezhúev, experto de la Universidad Lomonósov de Moscú.
—En la dirección de la diplomacia rusa veían con mayor optimismo la posibilidad de la llegada al Departamento de Estado de John Kerry que de Susan Rice. Ella era una oponente incómoda y desagradable de Rusia, polemizaba siempre con nuestro Vitali Churkin en torno a la cuestión siria. De John Kerry se espera más flexibilidad que de Susan Kerry. En cuanto al destino del “reinicio” Kerry me parece más cómodo que Rice o cualquier otro candidato a este puesto en el Partido Demócrata.
El presidente Obama debe anunciar antes del Año Nuevo las candidaturas clave de su administración. En ella, además de John Kerry, entrará, probablemente, el exsenador por el estado de Nebraska, el republicano Chuck Heigel, a quien se pronostica la silla del Jefe del Pentágono. Con estos compañeros de armas (los dos prestaban servicio en Vietnam) los colegas rusos deberán reanimar el “reinicio”.

Por  Nikita Sorokin

La Voz de Rusia

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