¿Tiene el pueblo de Honduras el derecho a elegir su propio
presidente y congreso? Eso depende de a quién se le pregunte. En 2009, el
presidente centroizquierdista del país, Mel Zelaya, fue derrocado en un golpe
militar que fue apoyado en gran medida [http://www.cepr.net/index.php/op-eds-&-columns/op-eds-&-columns/top-ten-ways]
(y según Zelaya [http://www.democracynow.org/es/2011/5/31/exclusive_interview_with_manuel_zelaya_on],
organizado) por el gobierno estadounidense. Después de seis meses y una gran
ola de represión política, el gobierno golpista fue restituido con unas
elecciones que casi todo el hemisferio – con excepción de, sí, usted lo
adivinó, Estados Unidos – rechazó por ser consideradas ilegítimas [http://www.cepr.net/index.php/op-eds-&-columns/op-eds-&-columns/honduras-one-year-later].
Cuatro años después, este 24 de noviembre, los votantes hondureños
acudirán una vez más a las urnas para participar en una lucha entre el partido
pro democracia LIBRE, fundado por individuos que se opusieron al golpe, y el
partido oficial, el Partido Nacional, cuyo abanderado será Juan Orlando
Hernández, presidente del Congreso Nacional y quien apoyó el golpe militar de
2009.
Si se tratara de una lucha limpia, es muy probable que LIBRE, cuya
candidata presidencial es Xiomara Castro, esposa de Mel Zelaya, triunfara. La
situación económica juega un papel importante en la mayoría de elecciones, y en
general, un gobierno que ha presidido un deterioro en los niveles de vida de la
mayoría de la población no es retornado al poder. Los datos de encuestas
muestran que el 80 por ciento de los hondureños piensa que su situación actual
es peor de lo que era hace cuatro años, y los datos respaldan esa opinión. El
10 por ciento más alto obtuvo más del 100 por ciento del total del aumento en
el ingreso durante los dos años después del derrocamiento de Zelaya,
revirtiendo marcadamente una fuerte tendencia hacia una mayor igualdad durante
los años de Zelaya. El número de personas que involuntariamente trabajan medio
tiempo ha tenido un incremento de 176 por ciento. La pobreza también ha
aumentado, mientras que se había reducido de manera importante con Zelaya,
quien logró un aumento del salario mínimo de casi el 100 por ciento en términos
reales durante sus 3,5 años en el poder. Incluso la inversión privada, a pesar
de las quejas de empresarios que apoyaron el golpe, creció a un ritmo mucho más
rápido con Zelaya que con el régimen actual.
Pero como es de imaginarse, estas elecciones no serán peleadas en
condiciones de igualdad [http://www.cepr.net/index.php/blogs/the-americas-blog/honduras-elections-violent-attacks-against-opposition-candidates-provoke-increasing-concern].
Durante los últimos seis meses ambos el Senado y la Cámara de Representantes de
EE.UU. han enviado cartas al secretario de Estado John Kerry expresando serias
preocupaciones por la represión política y sus implicaciones para las elecciones
el próximo mes en Honduras. La carta del Senado [http://www.cardin.senate.gov/newsroom/press/release/el-senador-cardin-lidera-carta-pidiendo-rendicion-de-cuentas-sobre-violaciones-a-derechos-humanos-en-honduras]
destacó un "patrón de violencia y amenazas en contra de periodistas,
defensores de derechos humanos, miembros del clero, líderes sindicales,
miembros importantes de la oposición, estudiantes, pequeños agricultores y
activistas de la comunidad LGBT..", así como "ejecuciones
extrajudiciales".
La carta del 15 de octubre por parte de la Cámara de
Representantes [http://voselsoberano.com/index.php?option=com_content&view=article&id=15684:carta-de-congresistas-al-secretario-de-estado-john-kerry-sobre-la-militarizacion-en-honduras&catid=1:noticias-generales]
mencionó que "al menos dieciséis activistas y candidatos de LIBRE han sido
asesinados desde junio de 2012" y que "el gobierno de Honduras no ha
logrado investigar y procesar efectivamente a los responsables de estos
asesinatos…".
"Los abusos a los derechos humanos bajo el gobierno actual
continúan siendo una amenaza en contra de las libertades civiles básicas, los
candidatos de oposición no disfrutan de igualdad de condiciones y las fuerzas
de seguridad del Estado están tomando un papel cada vez más importante y
ominoso en el contexto de las elecciones.
Estamos particularmente alarmados tras descubrir que el partido
oficial y su candidato presidencial, el Sr. Juan Orlando Hernández, dominan
actualmente todas las instituciones clave del gobierno, incluso la autoridad
electoral del país y el ejército, el cual distribuye las papeletas de votación
-- lo que limita las opciones de los ciudadanos hondureños en caso de que se
cometa fraude durante el proceso electoral o que las violaciones a los derechos
humanos continúen siendo una amenaza al debate abierto".
El problema es que el gobierno de Obama no respeta ni el derecho a
elecciones libres, ni los derechos humanos básicos en Honduras. Hicieron el
gran esfuerzo en 2009 por deshacerse del presidente democráticamente electo y
pagaron un importante costo político en el hemisferio: en esos momentos, todos
los gobiernos de Sudamérica esperaban que Obama actuara de manera diferente a
su predecesor y le creyeron cuando prometió que Washington no le daría apoyo al
golpe. Y sufrieron más que una decepción; el apoyo del gobierno de Obama al
golpe y su manipulación de la Organización de Estados Americanos con estos
fines, llevaron a que se fundara una nueva organización hemisférica [http://www.cepr.net/index.php/blogs/cepr-blog/celac-speaking-for-latin-america-and-the-caribbean],
la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la cual excluye a Estados
Unidos y Canadá.
¿Qué se puede hacer entonces? Los gobiernos de Sudamérica deben
expresarse energéticamente a favor de unas elecciones libres y de los derechos
humanos en Honduras. Dado que la izquierda Latinoamericana tiene una
preocupación profundamente arraigada por la soberanía nacional, los gobiernos
progresivos han sido renuentes a tomar cualquier acción que parezca ser una
interferencia en los asuntos internos de otros países. Esto los pone en
desventaja frente a Washington, que no tiene ese tipo de escrúpulos y que
interviene con millones de dólares en las elecciones actuales.
Pero Sudamérica ha mostrado frecuentemente su apoyo a los
gobiernos que son amenazados o acosados por Estados Unidos: recientemente en
los casos de Venezuela después de las elecciones presidenciales de abril y de
Bolivia cuando el avión de Evo Morales fue forzado a aterrizar en Europa el
pasado julio. También intervino en 2009 para frenar a Washington en su intento
de aumentar su presencia militar en Colombia, la cual fue vista como una
amenaza a la región.
Como señaló [http://www.cepr.net/index.php/other-languages/spanish-op-eds/el-legado-del-golpe-hondureno-aun-amenaza-la-democracia-en-america-latina]
el presidente Rafael Correa de Ecuador en 2009, el golpe de Washington en
Honduras también fue una amenaza para la región, así como lo es su colaboración
con el gobierno resultante para prevenir que se den elecciones democráticas. Y
también lo es la militarización de Honduras, con el aumento por parte de
Estados Unidos de sus bases en ese país. Esto es parte de la respuesta de
Washington ante la elección de gobiernos de izquierda a lo largo de la mayor
parte del hemisferio: aumentar su presencia militar y solidificar su control en
los pocos lugares en donde, gracias al exterminio de la democracia, aún reina a
sus anchas.
Los
líderes sudamericanos deben recordarle al mundo que ésta es una lucha por la
autodeterminación – que los hondureños no renuncien a sus derechos civiles y
nacionales solamente porque Estados Unidos tiene bases en su país y piensa que
esto es más importante que tener elecciones libres.
- Mark
Weisbrot [http://www.cepr.net/index.php/mark-weisbrot-en-espanol/]
es codirector del Center for Economic and Policy Research (CEPR), en
Washington, D.C. Obtuvo un doctorado en economía por la Universidad de
Michigan. Es también presidente de la organización Just Foreign Policy y
co-escritor del nuevo documental de Oliver Stone, South of the Border
[southoftheborderdoc.com].
Mark Weisbrot
ALAI, América Latina en
Movimiento
Este
artículo fue publicado por el diario The Guardian Unlimited el 29 de octubre de
2013. Para ver la versión original en inglés, por favor pulse aquí [http://www.cepr.net/index.php/op-eds-&-columns/op-eds-&-columns/south-american-governments-should-support-hondurans-rights-to-sovereignty-and-free-elections].
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