Ralph Berry era menor
de edad cuando fue acusado de asesinar a un hombre afuera de un club
nocturno en el Bronx, en 2010. Pese a que negó saber sobre el tiroteo,
testigos lo vincularon con el hecho; fue arrestado y enviado a la cárcel
de la Isla Riker.
“Tres años de mi vida pasé ahí dentro. Son tres años que no recuperaré jamás”
De acuerdo a documentos conseguidos por el equipo periodístico del canal Fusion, el proceso que debía tomar unos meses se prolongó y Berry pasó tres años en la cárcel antes de ser sometido a un juicio.
La ironía más cruel fue que dos
días después del asesinato la policía encontró pruebas de ADN que
implicaban a otra persona en el asesinato, pero no fueron entregadas a
los fiscales y por lo tanto nunca se usaron en la corte.
"Estaba muy asustado. No sabía cómo sobrevivir a este tipo de mundo. Había tipos tan malos ahí adentro", dijo Berry a Fusion.
De acuerdo a la investigación de
Fusion, algunos ciudadanos de Estados Unidos que enfrentan juicios por
crímenes que no cometieron están siendo privados de su derecho a un
juicio rápido. No sólo los acusados están sufriendo, también las
víctimas se están viendo obligadas a esperar años por justicia por
crímenes cometidos contra ellos o sus familiares.
Pese a que la Sexta Enmienda de la
Constitución dice que "el acusado gozará del derecho a un juicio rápido y
público", la investigación de Fusion muestra que más de 15 estados hay
gente en prisión esperando cinco años o más para el día de su juicio.
Alicia Bannon, investigadora del
Centro Brennan para la Justicia en EEUU, explica que una buena
recolección de datos es parte esencial de la correcta administración de
justicia.
Hasta ahora ningún gobierno o
entidad privada controla los tiempos de espera para la llegada de un
juicio a nivel nacional, por lo que es imposible saber en qué grado se
están violando los derechos de los acusados.
Desde el colapso financiero de
2008, los juzgados en todo Estados Unidos se han visto afectados. Un
estudio de la Asociación Americana de Abogados determinó que algunos
tribunales sufrieron hasta 65% de recortes durante cinco años.
En el caso de Ralph Berry, los
fiscales fueron los responsables de entre 15 y 21 aplazamientos en su
juicio. en otros casos, abogados defensores piden retrasar el
procedimiento por razones estratégicas.
Pero los retrasos judiciales
cuestan al estado. En 2012, la Oficina de Presupuesto de Nueva York
estimó que el costo anual por encerrar a los detenidos en espera de
juicio que no pudieron pagar fianza fue de $125 millones.
Por ahora Nueva York ha disminuido
las demoras por delitos graves en el Bronx un 36% a comparación del año
pasado. De 371 días de espera para un juicio se ha reducido a 273 días,
apunta Fusion.
"Tres años de mi vida pasé ahí dentro. Son tres años que no recuperaré jamás", reclama Ralph Berry.
©Univision.com
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