El presidente estadounidense Barack Obama regresa esta tarde a
Washington, pero las noticias que se va encontrar no son muy buenas. Una
encuesta del Washington Post y ABC News muestra que su popularidad ha
disminuido a los niveles más bajos de su presidencia.
De acuerdo al sondeo, Obama cuenta solo con el 41 % de aprobación de los electores, una disminución de cinco puntos porcentuales comparado con los tres primeros meses del año.
En el detalle se ve que solo 42% aprueba su manejo de la economía, 37 % aprueba el manejo de la entrada en vigencia de la ley de salud y el 34 por ciento aprueba lo que ha hecho en la crisis de Ucrania y Rusia.
Los números también podrían significar un grave problema para los candidatos demócratas que se preparan para las elecciones de medio período de noviembre, en las que se elige la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. En ese sentido, la baja popularidad del presidente Obama podría ser visto como lastre.
La opinión mayoritaria es que los republicanos mantendrán el control de la Cámara de Representantes, pero también tienen una buena oportunidad de hacerse del control del Senado donde hay más puestos demócratas en juego.
Muchos demócratas decepcionados por Obama puede ser que no salgan a votar en noviembre.
El tema electoral más importante será la ley de salud, también conocida como Obamacare, y aquí un buen número de estrategas demócratas están urgiendo a los candidatos demócratas a impulsar la idea de implementar la ley aunque con algunos remiendos, que podría ser más popular que el mensaje republicano de “rechazarla y reemplazarla”.
La popularidad del presidente es un poco mejor que la que tenía el presidente George W. Bush en la primavera de 2006.
De acuerdo al sondeo, Obama cuenta solo con el 41 % de aprobación de los electores, una disminución de cinco puntos porcentuales comparado con los tres primeros meses del año.
En el detalle se ve que solo 42% aprueba su manejo de la economía, 37 % aprueba el manejo de la entrada en vigencia de la ley de salud y el 34 por ciento aprueba lo que ha hecho en la crisis de Ucrania y Rusia.
Los números también podrían significar un grave problema para los candidatos demócratas que se preparan para las elecciones de medio período de noviembre, en las que se elige la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. En ese sentido, la baja popularidad del presidente Obama podría ser visto como lastre.
La opinión mayoritaria es que los republicanos mantendrán el control de la Cámara de Representantes, pero también tienen una buena oportunidad de hacerse del control del Senado donde hay más puestos demócratas en juego.
Muchos demócratas decepcionados por Obama puede ser que no salgan a votar en noviembre.
El tema electoral más importante será la ley de salud, también conocida como Obamacare, y aquí un buen número de estrategas demócratas están urgiendo a los candidatos demócratas a impulsar la idea de implementar la ley aunque con algunos remiendos, que podría ser más popular que el mensaje republicano de “rechazarla y reemplazarla”.
La popularidad del presidente es un poco mejor que la que tenía el presidente George W. Bush en la primavera de 2006.
VOA
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