Alan Gross con parte de los dispositivos
traídos a Cuba para fomentar redes clandestinas |
Seguí como muchos cubanos las artimañas de Alan Gross desde su detención
en diciembre del 2009 -“con las manos en la masa”- hasta la condena a quince
años de prisión.
Fue una causa judicial muy transparente, el delito cometido fue
demostrado en su totalidad a pesar de las mentiras con que trataron de
encubrirlo él, sus defensores y el influyente aparato mediático conjurado
contra Cuba.
Abandoné el caso cuando en el máximo del cinismo trató de igualarse a
nuestros Cinco Héroes, aprehendidos y condenados injustamente en los Estados
Unidos, y el gobierno imperial pretendió imponer la liberación incondicional
del espía. ¡Era demasiado para mí!
Los lamentos no han cesado, primero era que lo mandaron con totales
desconocimientos de la ilegalidad de su misión en nuestro país y los riesgos
que corría: ¡un verdadero angelito el niño! Después trató de escudarse en
falsas gravedades de sus enfermedades crónicas y, por último, pidiendo clemencia
por ser su mamá de avanzada edad y sufrir de un delicado padecimiento.
Gross no ha conocido en nuestro país una cárcel de máximo severidad, con
mucha rapidez, tras chequeo médico de rigor, fue traslado a un hospital donde
recibe todas las atenciones especiales necesarias y un régimen alimentico
basado en una dieta diseñada para su persona.
Él no sabe lo que es “el hueco”, ni prohibición de ver sus familiares, recibir visitas consulares o despachos con su abogado.
Tampoco ha estado entre presos comunes. un hombre ién valentía y
convencimiento que tendrá apoyo. ¿Ha probado usted en sano y pleno juicio
permanecer un día sin alimentarse? ¡Le sugiero que no haga la prueba! comunes.
Pero debe purgar su condena por el grave delito cometido.
Ahora este mercenario, asalariado por la USAID, empresa del gobierno de
los EE.UU., vuelve a la palestra pública. Un hecho lo aupó, su hipócrita
anuncio de comenzar una huelga de hambre en un intento por llamar la atención y
conmover a gobernantes de Cuba, y al presidente Barack Obama y sus familiares.
Ya el subcontratado renunció a la huelga de hambre así que fue una
“huelguita” de hambre. Es dura, difícil y para ella se requiere una gran
disposición parida por muchos maltratos recibidos.
No es para nada el caso. Ahora ampara su abandono en una petición de su
progenitora –con 92 años de edad- lo que es posible aunque venga de él, madres
son madres, nadie como ellas.
Pero hay una gran verdad: el descubrimiento de un enorme complot para
desestabilizar a Cuba -auspiciado y desarrollado por la misma agencia con que
pactó- utilizando redes “sociales” como Zunzuneo, Piramideo, basadas en el
desarrollo de la telefonía celular criolla, ha resquebrajado las bases para
reclamar su liberación y además de tensó más las relaciones entre ambos países.
El secretario del Departamento de Estado, John Kerry, ha manifestado
hace cerca de un mes sobre poseer dos ideas para lograr la liberación de Gross.
Al parecer no las ha hecho llegar a nuestras autoridades dado el
contenido de la nota dada a conocer por la compañera directora general de
Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina Vidal
Ferreiro, el 8 de abril de 2014, donde refiere que:
“El gobierno cubano reitera su disposición a buscar, de conjunto con el
gobierno norteamericano, una solución al caso del Sr. Gross, aceptable para
ambas partes, que contemple las preocupaciones humanitarias de Cuba
relacionadas con el caso de los tres cubanos del grupo de los Cinco, que
continúan injustamente encarcelados en Estados Unidos por más de 15 años”.
Por otra parte, la USAID salió muy mal parada de la rendición de cuenta
ante el Senado de su país donde no pudo dar respuestas medianamente coherentes,
y por si fuera poco, la acción fue calificada con los peores adjetivos. Allí
renunció a tener responsabilidad alguna con la excarcelación de su contratado,
descargó tal gestión en el Departamento de Estado así como continuó acusando a
nuestra dirección por imponer una sanción arbitraria al espía confeso.
La política norteamericana es tan sucia que nos obliga a hacernos varias
interrogantes:
¿Sera la apertura de estas plataformas una acción provocativa para
llevar a ambas naciones a nuevos tiempos de una guerra fría? ¿Fue Alan Gross un
señuelo para estudiar la reacción del gobierno cubano ante tales agresiones? ¿O
formaba parte de la acción provocativa?
¿Su acción era de aseguramiento logístico para las entonces próximas aperturas de ZunZuneo y Piramideo? ¿Por qué tal desconocimiento a las autoridades?
Todo apunta un desprecio total por el presidio de Alan Gross. Recuerdo
aquella película italiana que estuvo de moda: Cornudo y apaleado.
¿Fue Alan Gross un balón de ensayo de la “Agencia”, después abandonado a
su suerte?
Por Pedro Hernández
Soto
Moncada
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