En los últimos años los aviones no tripulados
(drones) se han utilizado principalmente para vigilar y matar, bajo el
programa antiterrorista de Estados Unidos, en Yemen, Somalia,
Afganistán, Irak y Pakistán, entre otros. Ahora varias empresas piensan
usar estas máquinas para un fin que es a primera vista mucho más amable:
llevar internet a regiones remotas. El nuevo reto de los gigantes de la
informática y de la industria militar es romper las barreras de la
conectividad para expandir el acceso a la web en las regiones donde no
existe infraestructura básica de redes.
Dos gigantes de internet
ya han empezado a explorar estas posibilidades. Desde luego, persiguen
un fin económico: La única manera de expandir su negocio es expandir la
web. El mes pasado el director de Facebook, Mark Zuckerberg, anunció
que el Laboratorio de Conectividad de esta compañía está desarrollando
aviones no tripulados, satélites y rayos láser para expandir el uso de
internet. El Laboratorio, según Zuckerberg, cuenta con muchos de los
principales expertos del mundo en la industria aeroespacial y tecnología
de las comunicaciones, incluidas las del Jet Propulsion Lab de la NASA y
el Centro de Investigación Ames.
Además, Facebook pagó alrededor
de US$20 millones por la tecnología de la compañía británica Ascenta y
fichó a los "miembros clave" de esa organización, que desarrolló las
versiones iniciales del Zephyr, un drone para uso militar que en 2010
batió el récord de vuelo no tripulado más largo, al durar 15 días en el
aire.
En agosto del año pasado, Facebook se unió con compañías
líderes en tecnología para crear Internet.org, un esfuerzo global para
hacer los servicios de Internet básicos más asequibles para todo el
mundo. No es un desafío menor. Hoy, según un documento escrito por el
propio Zuckerberg y publicado en internet.org, apenas 2.7 billones de
personas tienen acceso a internet, lo que equivale a un tercio de la
población mundial. Esa cifra crece alrededor de 9% anualmente. “Nuestra
investigación ha mostrado que aproximadamente el 80-90% de la población
mundial vive hoy en áreas que ya están cubiertas por redes 2G o 36”. Al
resto de la población, establecida en terrenos de muy difícil acceso,
no ha llegado la infraestructura de redes y no es factible que llegue
usando la tecnología actual. Por eso hay que crear una nueva forma de
expandir el internet y para eso el cielo es el límite.
Para lograr
la conectividad por los aires, sin embargo, hay varios obstáculos. El
director de Facebook dice que no se trata tanto de asuntos de costos,
eficiencia o despliegue, sino de fenómenos físicos básicos: “La
limitación más importante a considerar es que a medida que aumenta la
altitud, suponiendo que todo lo demás es igual, las señales emitidas por
las plataformas aéreas cubren un área más amplia y por lo tanto se
vuelven más débiles”. Por eso, dependiendo la densidad poblacional de la
región a la que se quiera llevar internet vía aérea, se puede aplicar
una plataforma de conectividad distinta, sea la tecnología de láser, los
satélites o los drones.
Entre estas tres, los aviones no
tripulados son los que presentan mayor flexibilidad y ventajas, y se
adaptan más fácilmente a lo que busca Internet.org: volar lo más cerca
la tierra posible para maximizar la fuerza de la señal; al mismo tiempo
volar con una altura suficiente donde el viento no sea muy fuerte para
garantizar la resistencia; volar por fuera del espacio aéreo regulado
para garantizar la seguridad y el despliegue; controlar con precisión
la localización de la aeronave; construir estructuras lo más pequeñas
posibles que requieran una cantidad mínima de energía para mantenerse en
el aire; construir una estructura lo suficientemente grande que pueda
tomar de manera efectiva toda la energía que necesita del sol, entre
otras.
“Con base en esto, los drones que operan a 65.000 pies son
ideales. A esta altitud, un avión no tripulado puede transmitir una
señal de gran alcance que cubre un área del tamaño de una ciudad con una
densidad de población media”, dice el documento de internet.org. “Con
la eficiencia y la resistencia de los aviones no tripulados de gran
altitud, es incluso posible que las aeronaves permanezcan en el aire
durante meses o años. Esto significa que los drones tienen más
resistencia que los globos, y al mismo tiempo es posible tener su
ubicación controlada con precisión. Y a diferencia de los satélites, los
aviones no tripulados no se queman en la atmósfera cuando su misión se
ha completado. En cambio, pueden ser fácilmente regresados a la Tierra
para el mantenimiento y la redistribución”, añade.
Google no se
queda atrás. Compró la empresa fabricante de aeronaves no tripuladas
propulsadas por energía solar, Titan Aerospace. En 2013, esta compañía
con sede en Nuevo México presentó su drone Solara, diseñado para volar
hasta cinco años sin detenerse. Estas aeronaves están diseñadas para
circular por la estratosfera a más de 20.000 kilómetros de altura y por
encima de la troposfera donde suceden los fenómenos meteorológicos.
Según Google, el equipo de Titan Aerospace trabajará en conjunto con los
responsables de Project Loon, una iniciativa para enviar señales de
internet a zonas remotas y desconectadas mediante el uso de globos
situados a gran altura.
Este nuevo uso de los drones no es el fin
de su utilización con propósitos bélicos y de espionaje. Al contrario,
puede ser más bien un avance en esta materia, porque se podría
transmitir con mayor facilidad información en tiempo real durante
operaciones militares y se permitiría a los soldados tener acceso a
centros de información y de operaciones tácticas aún cuando estén en
algún desierto remoto de Oriente Medio o Asia Central.
Defense
Advanced Research Projects Agency (Darpa), la agencia de investigaciones
del Pentágono, ya tiene adelantada una investigación para estos
propósitos. En la página web de su programa Mobile Hot-Spots, dice que
proporcionar comunicaciones de banda ancha para las tropas en lugares
remotos no sólo es fundamental sino también es un desafío, porque una
infraestructura confiable optimizada para esas áreas geográficas no
existe.
Una flota de drones que antes sirvió para operaciones de
inteligencia y vigilancia en Irak está siendo adaptada por Darpa para
servir como un proveedor de internet. Según la revista Wired, los drones
Shadow que componen esta flota serán capaces de transferir un gigabyte
por segundo, lo que equivale a la conectividad de teléfonos inteligentes
4G. Según un comunicado de Darpa, las pruebas que se han hecho hasta
ahora han tenido éxito en la adaptación de material ligero capaz de
proveer la conectividad esperada sin alterar las capacidades de vuelo y
maniobra de las aeronaves.
Por: Daniel Salgar Antolínez
@DanielSalgar1
Tomado de El Espectador
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