El congresista Michael Grimm fue detenido hoy tras ser acusado de una
veintena de cargos, incluido fraude y evasión de impuestos, anunció la
Fiscalía federal del Distrito Este de Nueva York.
Grimm, un
republicano que representa a Staten Island y parte de Brooklyn en el
Congreso federal, está acusado de evadir más de un millón de dólares en
impuestos al ocultar las ganancias de un restaurante del que era
copropietario y en el que trabajaban varios empleados indocumentados.
El
congresista, de 44 años, se enfrenta a unos 260 años de cárcel en caso
de ser encontrado culpable de todos los delitos que se le imputan, según
detalló la oficina de la fiscal federal, Loretta E. Lynch, que anunció
los cargos en una conferencia de prensa.
Grimm se declaró inocente
y quedó en libertad tras dejar su casa de Staten Island como prenda de
la fianza de 400.000 dólares, tras lo cual aseguró en una declaraciones a
la prensa que es inocente y que "no voy a abandonar mi puesto", además
de que sigue adelante con su plan de concurrir a la reelección en los
comicios legislativos de noviembre próximo.
Después de dejar el
FBI en 2006, Grimm abrió junto con varios socios un restaurante en el
barrio del Upper East Side, cuya gestión llevaba él.
Al menos
"entre 2007 y 2010" pagó a algunos de sus empleados "una parte
significativa de su sueldo en efectivo", cantidades que no declaraba a
las autoridades, según consta en el acta de acusación.
"Mantuvo
dos registros de nóminas diferentes y ocultó a sus contables la que
reflejaba lo que realmente pagaba en nóminas, lo que llevó a presentar
declaraciones de impuestos erróneas", según indicó la fiscalía al
término de dos años de investigación.
Posteriormente, según las
autoridades, varios empleados del restaurante demandaron al congresista
porque no cobraban el salario mínimo ni las horas extra, y entonces
Grimm cometió perjurio y obstrucción a la justicia al seguir ocultando
los hechos.
"En 2007 Michael Grimm estaba posicionado para tener
éxito como pequeño empresario (...) pero en cambio decidió pasar de
defender la justicia a romperla, con lo que terminó dando la espalda a
todos los juramentos que prestó", dijo la fiscal Lynch.
La fiscal
añadió que incluso después de volver a trabajar como servidor público,
cuando se le preguntó por sus acciones y fue interrogado bajo juramente,
"Grimm lo siguió encubriendo y mintió" sobre el mal manejo de su
restaurante.
"Como antiguo agente del FBI, Grimm debería entender
nuestro lema: fidelidad, braveza e integridad (...) pero después de esta
acusación vive bajo un nuevo lema: fraude, perjurio y obstrucción",
dijo el director de la oficina del FBI en Nueva York, George Venizelos.
Grimm
fue objeto de una agria polémica en enero pasado después de que
amenazara a un reportero de una televisión local con "tirarlo por el
balcón" del Congreso de Washington tras una pregunta incómoda sobre
denuncias por irregularidades en la financiación de su campaña
electoral.
EFE
Tomado de http://noticias.latino.msn.com
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