La difusión que se tiene programada de un informe del Senado sobre el
uso por parte de la CIA de técnicas de interrogación severas podría
aumentar las complicaciones jurídicas que enfrentan los largamente
demorados juicios a sospechosos de terrorismo en tribunales militares
estadounidenses en el campamento de detención de Guantánamo.
Funcionarios de inteligencia encabezan el proceso de revelación de secretos para retirar cualquier referencia delicada, pero el Pentágono también tendrá un papel crucial, según dos funcionarios estadounidenses familiarizados con la planeación para la revisión del informe. El Departamento de Defensa ha recibido copias del resumen del informe de la Comisión de Inteligencia del Senado, que aún es secreto, y espera proporcionar su propia evaluación del material a funcionarios de inteligencia y de la Casa Blanca, indicaron los funcionarios.
Un funcionario de Defensa dijo que el peligro ‘de que se pongan en riesgo fuentes y métodos de inteligencia’ es una de las principales razones por las que participaría el Pentágono. Todos los funcionarios solicitaron guardar el anonimato porque no están autorizados a hacer declaraciones públicas sobre la manera como procedía la revisión del informe.
Incluso revelaciones limitadas sobre el resumen de 400 páginas del Senado en torno al trato severo de la CIA hacia agentes de Al Qaida en prisiones ‘clandestinas en el extranjero’ podría enturbiar aún más el asunto de los tribunales militares.
La medida para revelar estos secretos, ordenada por el presidente Barack Obama después de que el panel del Senado aprobó la difusión del resumen el mes pasado, también podría incrementar las presiones en la corte federal para que se difunda el informe completo de 6 mil 200 páginas, dijeron expertos legales.
Los fiscales militares habían confiado en que el año entrante pudieran comenzar los juicios al jeque Jalid Mohamed, acusado de ser uno de los autores intelectuales de los atentados del 11 de septiembre de 2001, y otros cuatro implicados. Más adelante este mismo año está previsto un juicio separado para un implicado en el ataque explosivo contra el buque USS Cole. Sin embargo, los desafíos jurídicos y logísticos que representa efectuar los juicios en Guantánamo y otros asuntos han alargado los procedimientos.
La semana pasada, una audiencia militar fue suspendida cuando los abogados defensores revelaron que el FBI había interrogado a un integrante de los cinco equipos de defensa en el juicio relacionado con los atentados del 11 de septiembre. Y durante una audiencia el martes para Abd al Rahim al-Nashiri, sospechoso en el atentado al Cole, el coronel del ejército James Pohl, juez del juicio militar, le ordenó a los fiscales que entregaran detalles largamente retenidos sobre el confinamiento del demandado y el trato que se le dio en cárceles del extranjero.
Funcionarios de inteligencia encabezan el proceso de revelación de secretos para retirar cualquier referencia delicada, pero el Pentágono también tendrá un papel crucial, según dos funcionarios estadounidenses familiarizados con la planeación para la revisión del informe. El Departamento de Defensa ha recibido copias del resumen del informe de la Comisión de Inteligencia del Senado, que aún es secreto, y espera proporcionar su propia evaluación del material a funcionarios de inteligencia y de la Casa Blanca, indicaron los funcionarios.
Un funcionario de Defensa dijo que el peligro ‘de que se pongan en riesgo fuentes y métodos de inteligencia’ es una de las principales razones por las que participaría el Pentágono. Todos los funcionarios solicitaron guardar el anonimato porque no están autorizados a hacer declaraciones públicas sobre la manera como procedía la revisión del informe.
Incluso revelaciones limitadas sobre el resumen de 400 páginas del Senado en torno al trato severo de la CIA hacia agentes de Al Qaida en prisiones ‘clandestinas en el extranjero’ podría enturbiar aún más el asunto de los tribunales militares.
La medida para revelar estos secretos, ordenada por el presidente Barack Obama después de que el panel del Senado aprobó la difusión del resumen el mes pasado, también podría incrementar las presiones en la corte federal para que se difunda el informe completo de 6 mil 200 páginas, dijeron expertos legales.
Los fiscales militares habían confiado en que el año entrante pudieran comenzar los juicios al jeque Jalid Mohamed, acusado de ser uno de los autores intelectuales de los atentados del 11 de septiembre de 2001, y otros cuatro implicados. Más adelante este mismo año está previsto un juicio separado para un implicado en el ataque explosivo contra el buque USS Cole. Sin embargo, los desafíos jurídicos y logísticos que representa efectuar los juicios en Guantánamo y otros asuntos han alargado los procedimientos.
La semana pasada, una audiencia militar fue suspendida cuando los abogados defensores revelaron que el FBI había interrogado a un integrante de los cinco equipos de defensa en el juicio relacionado con los atentados del 11 de septiembre. Y durante una audiencia el martes para Abd al Rahim al-Nashiri, sospechoso en el atentado al Cole, el coronel del ejército James Pohl, juez del juicio militar, le ordenó a los fiscales que entregaran detalles largamente retenidos sobre el confinamiento del demandado y el trato que se le dio en cárceles del extranjero.
Tomado de http://eldiariodechihuahua.mx
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