El ministro de Defensa de Japón, Satoshi Morimoto, dio órdenes de
destruir el cohete que prevé lanzar Corea del Norte en caso de que
amenace el territorio nipón, informó hoy la agencia Kyodo.
La orden de Morimoto se produce un día después de que Japón enviara
tres destructores para interceptar el cohete norcoreano cuyo lanzamiento
está previsto entre el 10 y el 22 de diciembre. Aunque el país
comunista asegura que el objetivo es poner en órbita un satélite
científico, Japón y otros Estados sospechan que se trata de un ensayo
balístico encubierto.
Este viernes se anunció también que a partir del próximo lunes el
primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, y el portavoz del gabinete,
Osamu Fujimura, permanecerán las mañanas en la residencia del jefe del
Ejecutivo para poder decidir medidas de emergencia en caso de algún
incidente con el cohete norcoreano. Además, se requerirá la presencia
permanente de los ministros de los que pueda depender la toma de estas
decisiones.
Al mismo tiempo, el Gobierno nipón pidió a la población del país que
siga con su estilo de vida habitual, subrayando que “en la evolución
normal de los hechos, el cohete o sus restos no deben caer sobre el
territorio de Japón”.
Anteriormente, el Ejército del país concluyó el traslado de sistemas
antiaéreos Patriot a su extremo sur. Los misiles fueron desplegados en
la isla de Ishigaki, en las bases militares de Naha y Chinen, en
Okinawa, y en la isla de Miyakojima. Tres baterías de Patriot se
instalarán también en la capital japonesa.
Tokio asegura que no tiene la intención de derribar el cohete
norcoreano mientras no ponga en peligro la seguridad nacional, y que lo
interceptará en el hipotético caso de que amenace con caer en territorio
japonés.
En abril pasado, Pyongyang lanzó el cohete Unha-3 que supuestamente
debía ubicar en órbita un satélite científico. El lanzamiento,
considerado una prueba balística y condenado por muchos países, terminó
en fracaso.
Tpkío, Ria Novosti
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