La Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha comenzado su retirada de
Afganistán, abandonando a informantes y desmontando la infraestructura
de trece años de oscura guerra contra los talibanes y Al Qaeda en el
país, informó hoy el diario digital Daily Beast.
Según indicó el portavoz de Hamid Karzari, el presidente saliente de
Afganistán, “la CIA ha comenzado a poner fin a sus contratos con algunas
milicias que trabajaban con ellos”, lo que ha llevado a Kabul a
reforzar puestos donde temen perder control militar.
La salida de la CIA, que ha jugado un papel muy importante en esta
guerra como organización de inteligencia y de entrenamiento paramilitar,
se produce a pocos meses de que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN
pongan fin a su misión en el país centroasiático y den por cerrado el
conflicto armado internacional oficialmente más largo de la historia
estadounidense.
Comandantes estadounidenses y afganos temen el vacío que provocaría
la salida de la CIA, especialmente cuando con el buen tiempo en
Afganistán comienza la época en la que tradicionalmente se intensifican
los combates armados.
Algunos legisladores estadounidenses no están a favor de la salida de
operativos de la CIA, que consideraban que permanecerían e incluso
reforzarían su presencia en Afganistán tras la retirada de las tropas de
la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad) a
finales de este año.
La permanencia de un número residual de tropas internacionales está
pendiente de la firma del esquivo Acuerdo Bilateral de Seguridad.
Ese acuerdo debería firmarse con el ganador de la segunda vuelta de
las elecciones presidenciales afganas, pero la tardanza cuando falta
poco de que el 31 de diciembre se formalice el fin de la misión de la
ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad) ha obligado a
mantener los planes de la retirada total.
La CIA no quiere verse expuesta en este ambiente de incertidumbre a
un ataque como el que acabó con la vida de dos de sus operativos en
Bengasi (Libia) el 11 de septiembre de 2011, en el que también falleció
el embajador estadounidense, Chris Stevens.
La CIA fue en 2001 la primera agencia estadounidense en comenzar a
operar en Afganistán poco después de los atentados del 11 de septiembre
de ese año en Nueva York, Washington y Pensilvania entrenando a fuerzas
paramilitares afganas, dirigiendo operaciones contra líderes de Al Qaeda
y recopilando inteligencia, con técnicas calificadas de tortura.
EFE
Tomado de http://www.crhoy.com
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