Planes petroleros en Perú amenazan con hacer desaparecer a comunidades indígenas
© REUTERS Felix Paricahua/El Comercio
En Perú comenzó el juicio por el llamado 'baguazo',
una protesta ocurrida hace cinco años en la que murieron 18 personas. El
problema por el que se protestó entonces, la explotación de
hidrocarburos, persiste aún y es una amenaza para los indígenas.
Este miércoles se inició el juicio por los enfrentamientos protagonizados por indígenas y fuerzas del orden en
la selva norte del país, en los que 18 personas perdieron la vida y una
desapareció. Entre los 53 procesados figuran 23 indígenas, a quienes se
les acusa, entre otros delitos, de asesinato, alternación del orden
público y robo de armamento. Además, la Fiscalía pide cadena perpetua
para algunos de ellos, señalan medios peruanos.
Los hechos ocurrieron el 5 de junio de 2009 en la provincia de Bagua cuando los indígenas cortaron el paso de una ruta que lleva al Amazonas para oponerse a la explotación y extracción de recursos en sus territorios que había decretado el Gobierno peruano.
Las comunidades indígenas exigieron entonces que las autoridades no aplicaran este tipo de resoluciones sin consultar antes con ellos.
Tras esa ola de protestas, el Gobierno no siguió adelante con sus planes. Sin embargo, el problema por el que los indígenas protestaban en 2009 todavía persiste. Y es que la minería y la extracción de hidrocarburos son los principales motores del crecimiento económico de ese país, un tipo de desarrollo que, sin embargo, no es una buena noticia para las comunidades indígenas.
En plena Amazonía, donde se planea llevar a cabo la explotación de hidrocarburos, existen comunidades indígenas que podrían desaparecer si se iniciara la extracción de esos recursos.
Supondría una seria amenaza sobre todo para las comunidades en régimen de aislamiento voluntario, cuya protección debería ser asumida por el gobierno, que se ve obligado a escoger entre proteger su patrimonio cultural o el desarrollo económico. Precisamente para estas comunidades el contacto con la civilización occidental es traumático y puede incluso acarrear la aparición de enfermedades inmunológicas mortales.
Según informes gubernamentales, Perú cuenta con más de 50 grupos etno-lingüísticos, compuestos por unas 230.000 personas y que ocupan una extensión total de 11 millones de hectáreas.
Los hechos ocurrieron el 5 de junio de 2009 en la provincia de Bagua cuando los indígenas cortaron el paso de una ruta que lleva al Amazonas para oponerse a la explotación y extracción de recursos en sus territorios que había decretado el Gobierno peruano.
Las comunidades indígenas exigieron entonces que las autoridades no aplicaran este tipo de resoluciones sin consultar antes con ellos.
Tras esa ola de protestas, el Gobierno no siguió adelante con sus planes. Sin embargo, el problema por el que los indígenas protestaban en 2009 todavía persiste. Y es que la minería y la extracción de hidrocarburos son los principales motores del crecimiento económico de ese país, un tipo de desarrollo que, sin embargo, no es una buena noticia para las comunidades indígenas.
En plena Amazonía, donde se planea llevar a cabo la explotación de hidrocarburos, existen comunidades indígenas que podrían desaparecer si se iniciara la extracción de esos recursos.
Supondría una seria amenaza sobre todo para las comunidades en régimen de aislamiento voluntario, cuya protección debería ser asumida por el gobierno, que se ve obligado a escoger entre proteger su patrimonio cultural o el desarrollo económico. Precisamente para estas comunidades el contacto con la civilización occidental es traumático y puede incluso acarrear la aparición de enfermedades inmunológicas mortales.
Según informes gubernamentales, Perú cuenta con más de 50 grupos etno-lingüísticos, compuestos por unas 230.000 personas y que ocupan una extensión total de 11 millones de hectáreas.
Rusia Today
No hay comentarios:
Publicar un comentario