El Pentágono anunció la víspera que el ex marine que escribió un
libro sobre la eliminación en 2011 de Osama bin Laden, jefe de la red
terrorista internacional Al Qaeda, violó el compromiso de
confidencialidad que había firmado, por lo que podrá ser enjuiciado.
"La divulgación pública de su libro agravará la infracción de sus
acuerdos", advirtió Jeh Johnson, jurista principal del Pentágono, citado
por la cadena de televisión Fox News. También dijo que el Pentágono
podrá llevar ante los tribunales al autor.
Las reglas vigentes en el Departamento de Defensa de EEUU exigen que
todo libro escrito por su colaborador o ex colaborador debe someterse a
revisión antes de ser publicado. “Mark Owen” a su vez afirmó en una
entrevista a AP que “no ha revelado ninguna información que ponga en
peligro la seguridad de EEUU”.
El libro “No Easy Day” (No fue un día fácil) aparecerá en las
librerías estadounidenses el 4 de septiembre, aunque ya se vende en unos
comercios en línea. Inicialmente, su publicación fue anunciada para el
11 de septiembre, con motivo del 11 aniversario del 11 de septiembre de
2001, fecha en que fueron cometidos los atentados más horrorosos en la
historia mundial. Pero la publicación fue adelantada por surgir mucha
demanda.
El autor, que adoptó el seudónimo de “Mark Owen”, refuta en su obra
muchos detalles de la operación expuestos en la prensa después del
asesinato de Bin Laden. Dice, en particular, que en la casa del jefe de
Al Qaeda no hubo ningún tiroteo y que el terrorista murió a causa de
unos disparos producidos antes de que los estadounidenses entraran en
su dormitorio.
“Mark Owen”, o Matt Bissonnette de 36 años según Fox News, afirma que
cuando los marines subieron al segundo piso de la casa de Bin Laden, un
hombre se asomó de la pieza del líder de Al Qaeda.
“Quedaban unos cinco escalones por subir, cuando oí unos disparos
sordos. El hombre que se asomó, desapareció en la oscuridad”, escribió.
Al entrar, los estadounidenses vieron a Bin Laden en convulsiones por
un balazo recibido en la cabeza y también a unas mujeres inclinadas
sobre él llorando. Entonces, el autor del libro y otro militar le
pegaron más tiros. Al cotejar más tarde el rostro del hombre abatido con
una foto de Bin Laden, se convencieron de que era “el terrorista número
uno".
Inmediatamente después de esa operación, unos medios escribieron que
ante los militares fue planteada la tarea de liquidar al líder de Al
Qaeda, pero no apresarlo. Pero “Owen” cita las palabras de un alto
funcionario que lo refutan: “No me corresponde a mí decirles a ustedes
cómo deben hacer su labor (…). Pero si no presenta amenaza, deberán
detenerlo”.
El jefe de Al Qaeda fue abatido el 1 de mayo de 2011
por un comando estadounidense de misiones especiales cerca de la ciudad
de Abbottabad, norte de Pakistán. EEUU sospecha que fue el organizador
de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y
Washington, que ocasionaron la muerte de unas tres mil personas.
Ria Novosti
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