Luego del lamentable accidente en que fallecieron Oswaldo Payá y Harold Cepero, causado por la imprudencia del emisario español Pedro Carromero, no fue difícil escoger a quién otorgar la dirección del ya colapsado, irrepresentativo y aislado Movimiento Cristiano
Liberación, mantenido a duras penas con dinero proveniente de diversas fuentes de la derecha europea y de la USAID. No fue necesario convocar a una reunión de los escasos integrantes del grupúsculo contrarrevolucionario, pues la cosa fue simple: "a Rey muerto, Rey puesto".
Los propios financistas del MCL escogieron a la esposa de Paya para tan "distinguido" cargo, ofreciéndole una permanente ayuda monetaria, soporte mediático y logístico, para que continuara la labor desestabilizadora de su fallecido esposo. Y Ofelia Acevedo no los dejó mal parados. De inmediato trató de exhonerar a Carromero de culpa alguna y la arremetió contra Modig por sus declaraciones ante la prensa. La cuestión esencial era mantener la falacia de que Payá no murió en un accidente y que fue "asesinado" por el gobierno cubano. Hasta el momento, a pesar de las pruebas y las evidencias, ella se ha mantenido apegada al difamatorio libreto dictado por sus amos, exculpando al verdadero causante de la muerte de su esposo. Tal parece que el nuevo cargo y las promesas de dinero pesan más que el luto en esta señora.
El sitio Insurgentes dio a conocer una reciente carta de Lech Walesa a Ofelia Acevedo, fechada en Gdańsk, Polonia, el pasado el 31 de Julio del 2012, en que el patrocinador de contrarrevolucionarios le dice, entre otras cosas:
"La falta de las informaciones oficiales, el negar el
contacto con los participantes del accidente, despierta dudas sobre la
versión de los acontecimientos, presentada en los medios de difusión
masiva en Cuba. Es por esto que yo estoy apoyando los esfuerzos Suyos y
los del MCL por abrir la investigación transparente y por convocar a una
comisión internacional que investigue las circunstancias del accidente.Les aseguro también sobre mí oración." Lech Walesa
Muerto Payá, todos sacan su beneficio por su deceso con marcada indolencia. El Nuevo Herald y Radio Martí no dejan de reportar cada día una noticia sobre el lamentable y casual suceso. Les garantizan a la familia Payá un privilegiado espacio en sus titulares, con la finalidad de mantener a toda costa la sucia guerra ideológica contra Cuba. Pero ya aparecen las primeras señales de olvido y de ignorarlas, manteniéndose solo es espectáculo relacionado con la futura suerte del español Carromero.
En reciente entrevista al Mercurio.com, reproducida por Radio Martí, se destacó: "Ofelia indicó que sus vecinos son constantemente intimidados por la seguridad del Estado y lo mismo pasa con los compañeros de trabajo, con los compañeros de estudio de sus hijos y con sus hermanos de la comunidad cristiana." El papel de víctimas es también parte indispensable del rejuego mediático.
Ofelia y familia, en la que hay otro hijo nombrado Reynaldo Isaías, pronto verán subir su tren de vida de manera espontánea con las "contribuciones" de los enemigos de su Patria. Llegarán, incluso, a solicitar una visa para vivir plácidamente en Estados Unidos, España o en Suecia. Ignoran, sin embargo, que la suerte cambia y que, dentro de algún tiempo, cuando hayan perdido el protagonismo que se les ha asignado por los enemigos de Cuba, podrían quedar ignoradas como ha ocurrido con Reyna Luisa Tamayo, la madre de Orlando Zapata. Pasarán, irremediablemente al olvido, como instrumento en desuso. Si se van, se convertirán en otros de los tantos desempleados que pululan en Europa y Estados Unidos.
La Revolución contra la que luchó Payá sigue firme hacia adelante, y él fracasó en el empeño por destruirla. También sucederá lo mismo con su esposa e hijos. Ese sentido de frustración acumulada, como la ambición desmedida por el dinero y el protagonismo es, simplemente, cuestión de familia.
Percy Francisco Alvarado Godoy.
En la Ciudad de Mar del Plata, Argentina. hacia fines de noviembre o principios de diciembre de 2013 desapareció LINA BEATRIZ ABALO, viuda de HAKIM, de 86 años de edad. Vivía en 9 de Julio 2332, 8-B de esta ciudad. Era muy discriminada. Los medios gráficos y canales más prestigiosos ocultan la noticia. Sólo lo difundieron "Diario Popular". "Todo Noticias" y diarios del interior. La policía no investigó nada y pareciera que el fiscal y el juez de garantías tampoco. ¿Derechos Humanos? ¿Justicia?. Ana
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