Un artefacto explosivo ha estallado este miércoles cerca del hotel en el que se hospedan los observadores de la ONU en Damasco, la capital de Siria, bajo el control del régimen de Bachar el Asad
desde que las fuerzas leales al presidente aplastaron los principales
focos rebeldes. La explosión, que ha ocurrido el mismo día en que la
Organización para la Cooperación Islámica, reunida en Arabia Saudí, se
dispone a suspender a Siria, ha causado heridas a tres personas, ninguna
de ellas miembro de la misión internacional, ya que los observadores
están "en buen estado", según fuentes gubernamentales. La ONU ha
confirmado que ninguno de los miembros de su misión de observación en
Siria (UNSMIS) resultó herido en la explosión, en una jornada en la que
la aviación siria sigue tratando de expulsar a los insurrectos de zonas
lindantes con Turquía. Un bombardeo en Azaz, ciudad a pocos kilómetros
de Turquía, mató a decenas de personas, según milicianos rebeldes.
La bomba, que estalló en Damasco a las 8.30 hora local (7.30 en
España peninsular), había sido colocada en un camión cisterna de
combustible que se encontraba en un aparcamiento detrás del hotel Dama
Rose. No está claro cuál era el blanco del ataque, ya que cerca del
lugar del atentado también se encuentra la sede del jefe del Estado
Mayor en la capital. Según la cadena Al Jazeera, tres personas
resultaron heridas fuera del céntrico hotel de Damasco.
Información de agencias.
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