Un ciudadano de EEUU, que
trabajaba como guardia en el consulado de su país en China, se declaró
culpable de intentar vender información secreta al Gobierno chino.
Bryan
Underwood, de treinta y dos años de edad, trabajó en el consulado de
EEUU en la ciudad de Guangzhou en el período del 2009 al 2011.
Underwood
fue acusado de haber enviado una carta al ministro de Seguridad del
Estado de la República Popular China, ofreciendo proporcionar fotos e
información secreta.
Según la información fiscal, el
norteamericano pretendía ganar con esta transacción unos cinco millones
de dólares. El veredicto a Underwood será dictado en noviembre, podría
ser condenado a hasta veinte años de prisión.
eds/as/sm
La Voz de Rusia
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