miércoles, 12 de diciembre de 2012

Con quién comió Evo Morales en Barcelona

Este fin de semana Evo Morales visitó España. Su agenda incluía, entre otros compromisos, un encuentro con Rajoy en la Moncloa, su participación en el estreno en Madrid de la película “Insurgentes” del director boliviano Jorge Sanjinés, así como un acto en Barcelona con millares de compatriotas. Lo que no trascendió en los medios fue la comida privada que el primer presidente indígena de América Latina tuvo el domingo en Barcelona.
Lo habitual en estos casos es que los presidentes se reúnan con empresarios y con inversores pero no era esta la intención del presidente; de hecho no había una sola corbata en la mesa. A la comida (en la que el vino fue sustituido por zumo de naranja y que no tuvo ningún lujo gastronómico) estaban invitados representantes de diferentes asociaciones de bolivianos en España. Hasta aquí todo más o menos normal; a nadie puede extrañarle que un presidente quiera conocer de primera mano la situación de sus ciudadanos en el país.
Sin embargo, el presidente quería escuchar también cómo estaba la situación política en España y para ello pidió que a la comida asistieran también algunos españoles. Tuve el privilegio, en calidad de profesor y director de La Tuerka, de estar entre las cuatro personas de nacionalidad española que asistieron a la comida y de hacer al presidente una breve exposición sobre la crisis de régimen que vive nuestro país y sobre el problema del control de los medios de comunicación. Esto ya es menos normal pero, al fin y al cabo, tampoco es tan extraño que un presidente de izquierdas convoque a profesores de izquierdas para que le hablen del país que visita.
Pero Evo quiso dar un paso más. Quería conocer también al movimiento social más relevante de nuestro país en los últimos tiempos y por eso sentó frente a él a Ada Colau, la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Ada explicó en detalle al presidente la situación de las personas que son desahuciadas por los bancos y que siguen arrastrando sobre sus espaldas deudas injustas e imposibles de pagar. El presidente escuchó con detalle cómo el país al que emigraron decenas de miles de bolivianos desprotege a sus trabajadores al tiempo que rescata y mima a los bancos. Ada le pidió además algo concreto a Evo; que Bolivia siga el ejemplo de Ecuador y legisle para que los ciudadanos bolivianos con deudas ilegítimas contraídas con los bancos en España, no puedan ser perseguidos en Bolivia. Tras escuchar a la portavoz de la PAH, el presidente indicó inmediatamente a su equipo que tomara nota y se comprometió a estudiar el problema para evitar que la injusticia de las deudas ilegítimas pueda alcanzar territorio boliviano.
Evo es el segundo presidente de gobierno, tras el ecuatoriano Rafael Correa, que recibe a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Quizá Rajoy, más acostumbrado a reunirse con banqueros y empresarios, y que en su día llegó a llamar al presidente de Bolivia “líder exótico”, debería aprender del “exotismo” de un presidente que, escuchando a los movimientos sociales, ha hecho que la economía boliviana haya crecido en su mandato más que en las últimas tres décadas, que gracias al incremento de los ingresos del Estado derivados de las “terribles” nacionalizaciones,  hizo que su país, por primera vez desde 1956, tuviera superávit y que ha mejorado en pocos años todos los indicadores sociales de Bolivia.
Estamos en un país en el que la mayoría de los medios han disparado veneno contra lo que llaman “populismo” latinoamericano, intentando ridiculizar y difamar a sus presidentes y que esperan estos días con ansia que el cáncer consiga en Venezuela lo que no consiguieron ni un golpe de Estado, ni todo el dinero privado del mundo. Pero la realidad es tozuda y muestra cada vez más a las claras que la esperanza para los ciudadanos del Sur de Europa apunta, precisamente, hacia el Sur.

http://blogs.publico.es

 

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