En su audiencia de confirmación en el Senado este jueves, John Brennan,
el elegido por Barack Obama para dirigir la CIA, apenas pudo hablar
unos minutos antes de que empezaran los gritos contra él. "El asesinato
va contra la Constitución... ¡Traidor!", chilló un manifestante que se
había colado en la sala. Tras cuatro interrupciones parecidas, la sesión
se suspendió y todo el público fue expulsado de la sala.
La tensión estaba clara por el nombramiento más controvertido del presidente para muchos de sus seguidores. Brennan, veterano espía de la CIA y hasta ahora consejero jefe antiterrorismo de Obama, ha supervisado desde 2009 el plan de bombardeos de aviones no tripulados ('drones'), que se han potenciado durante la Administración Obama.
Presionado por un senador demócrata, Brennan se quejó de que existe
"un malentendido sobre lo que está haciendo el Gobierno de Estados
Unidos". Según él, no se trata de un castigo para los terroristas, sino
que los 'drones' son "el último recurso" para prevenir ataques y que se utilizan "para salvar vidas".
Hace cuatro años, el presidente no se atrevió a nombrar a Brennan
jefe de la CIA porque quería evitar la polémica por los puestos de
responsabilidad del espía durante el programa de interrogatorios con
torturas tras el 11-S. Brennan se queja de que la Administración Bush no
le ascendió en varias ocasiones por criticar la invasión de Irak u
oponerse al 'waterboarding' -el método de casi ahogamiento al que eran
sometidos los prisioneros-. Este jueves insistió en repudiar las torturas,
sobre las que él expresó "sus objeciones personales", pero no intentó
parar porque dice no dependía de él. No quiso aclarar si las torturas
ayudaron a lograr información para localizar a Osama Bin Laden, como relata la película 'La noche más oscura', y sólo comentó que esa información está clasificada.
Brennan defendió con contundencia el uso de 'drones', que él ha
sistematizado como jefe antiterrorista. Desde que Obama llegó a la Casa
Blanca ha habido al menos 310 ataques con 'drones' en Pakistán, seis
veces más que en los ocho años de Bush. Desde enero de 2009, el Bureau
of Investigative Journalism, un grupo con sede en Londres que cuenta los
bombardeos, estima que un mínimo de 2.600 personas han muerto en estos ataques,
entre ellas más de 400 identificadas como civiles sin relación con el
terrorismo. En Pakistán han muerto 176 niños; en Yemen, entre 27 y 37, y
en Somalia, entre uno y tres.
La 'lista negra' de los drones
En la audiencia, Brennan aseguró que el presidente siempre ha querido
asegurarse de que "cualquier acción tomada respete plenamente la ley".
La Administración asegura ahora que dará más información al Senado sobre
cómo se deciden los ataques con 'drones', a los que Obama da el visto bueno con un elenco de elegidos que se actualiza casi cada semana.
La lista negra ha incluido a una chica de 17 años o a Anwar al-Awlaki,
un clérigo con ciudadanía estadounidense bombardeado en Yemen en
septiembre de 2011 junto a un ayudante neoyorquino que no estaba entre
los más buscados. El 'drone' que mató a Al-Awlaki salió de una base en
Arabia Saudí cuya instalación Brennan ayudó a negociar gracias a sus
contactos de la época en que trabajó como jefe de la misión de la CIA en
Riad.
La Administración no confirma públicamente los detalles de sus
ataques. Pero la audiencia de Brennan obliga a dar alguna explicación.
Así, unas horas antes de la sesión, la NBC publicó en su web la justificación legal de por qué el presidente tiene el poder de ordenar la muerte de cualquier supuesto terrorista, incluido un ciudadano estadounidense, sin juicio previo.
Según un informe del Departamento de Justicia, "el presidente tiene
la autoridad de responder ante un peligro inminente de Al Qaeda y sus
fuerzas asociadas derivado de su responsabilidad constitucional de
proteger al país", la autorización del Congreso tras el 11-S y "la
existencia de un conflicto armado con Al Qaeda según la ley
internacional". El documento afirma que atacar a los miembros
estadounidenses de la organización terrorista es "un acto de defensa
propia nacional".
Las preguntas más duras para Brennan vinieron del partido de Obama.
El senador demócrata de Oregón Ron Wyden dijo al favorito del
presidente: "Todos los estadounidenses tienen derecho a saber cuándo su
gobierno cree que tiene el derecho de matarlos".
El propio Brennan ha admitido sus dilemas sobre las políticas que él
ha dirigido. Durante una conferencia el pasado abril, reconoció que el
uso de 'drones' "suscita profundas cuestiones morales" y fuerza a
enfrentarse "a creencias personales muy enraizadas" y a "los valores
como nación". "Si alguien en el gobierno que trabaja en este área te
dice que no ha sufrido con esto, entonces es que no ha pasado mucho
tiempo pensando en ello… Sé que yo lo he hecho y que seguiré sufriendo
con ello mientras siga involucrado en antiterrorismo", dijo.
María Ramírez (corresponsal)
Tomado de http://www.elmundo.es
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