sábado, 16 de febrero de 2013

PERFIL: Correa promete profundizar su revolución ciudadana en Ecuador

Con todos los sondeos que lo ubican como favorito para ganar en primera vuelta en las elecciones de mañana domingo, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, se encamina a consolidar una década de gobierno socialista en la nación sudamericana.
Según diversas encuestas difundidas en los últimos días, el mandatario de izquierda y en el poder desde 2007, obtiene un promedio del 57 por ciento de los votos válidos del electorado, lo que le asegura un triunfo.
Las cifras otorgan una cómoda victoria del gobernante de entre otros siete candidatos que aspiran llegar al poder y pujan, aún con escasas posibilidades, por forzar a una segunda vuelta.
Encuestadoras privadas descartan ese escenario por la amplia ventaja del mandatario ante su principal rival, el ex banquero de derecha, Guillermo Lasso, quien obtiene entre el 9 y 20 por ciento de apoyo.
Los otros aspirantes registran un respaldo por debajo del 6 por ciento en las encuestas.
Analistas sostienen que ello es el reflejo de una oposición debilitada y sumida en una crisis con nuevas fuerzas políticas locales que no han logrado convertirse en una alternativa al "correismo", que parece ser invencible.
Para ser elegido en primera vuelta, el vencedor deberá superar el 50 por ciento de los votos o el 40 por ciento, con una ventaja de 10 puntos frente a su rival inmediato.
Correa, llega a los comicios con seis años de gestión a cuestas en los que ha puesto en marcha muchos programas sociales y obras de infraestructura, que le han permitido ganar el apoyo de la mayoría de ecuatorianos.
Esa, es su principal fortaleza aupada además por su carisma y un discurso alejado de la izquierda radical, que han calado entre miles de seguidores, en los que se apoya para defender la llamada "Revolución Ciudadana", su proyecto político.
De ganar la Presidencia, algo de lo que está convencido, Correa ha prometido profundizar su revolución que pregona el "cambio" y la construcción de una "Patria nueva".
"La esencia de la Revolución Ciudadana es cambiar el Estado burgués a un Estado integral" o "Estado popular", ha dicho el mandatario quien propugna el llamado socialismo del siglo XXI, al igual que su aliado venezolano Hugo Chávez.
"Hemos avanzado y mucho, el país es otro, nadie lo puede negar, ni los más acérrimos opositores. El Ecuador vive un verdadero cambio de época, es la Patria nueva", sostiene Correa.
TRAYECTORIA
Correa, un economista de 49 años formado en Estados Unidos, es un líder carismático que maneja un discurso populista, y a la vez, desafiante, que asusta a la oposición y desconcierta a la prensa, que lo acusa de atentar contra la libertad de expresión y no ser tolerante a las críticas.
Nacido en el puerto de Guayaquil y de origen humilde, Correa se define como un ciudadano de clase media-baja, que pudo estudiar gracias a becas y logró graduarse en la Universidad Católica belga de Lovaina la Nueva y doctorarse en la Universidad estadounidense de Illinois.
Su aparición en la escena política surgió en 2006 cuando llegó al ministerio de Finanzas durante el gobierno interino de Alfredo Palacio, del cual fue separado por sus posturas radicales contra los organismos internacionales de crédito.
Desde entonces, labró su imagen política y fundó el movimiento Alianza PAIS (AP) para postularse a la presidencia, que ganó ese mismo año sin el apoyo de los partidos políticos, pero rodeado de grupos de izquierda y del sector indígena, ahora ex aliados.
Una vez en el poder promovió la redacción de una nueva Constitución, que fue aprobada en un referendo en 2008, que le habilitó para ser reelegido un año después en comicios anticipados.
Enemigo del neoliberalismo, al que acusa del retraso de su país en regímenes anteriores, gobierna con un estilo propio caracterizado por una personalidad temperamental que le ha ocasionado múltiples confrontaciones.
Quienes no comulgan con sus ideas y políticas lo tildan de "autoritario" y "dictador", pero Correa se burla de tales críticas.
Durante su gobierno ha mantenido una férrea lucha contra la prensa privada a la que califica de "corrupta" y "poderes fácticos" por supuestamente manipular la información para desprestigiarlo.
Esa lucha, lo que le llevó a entablar un juicio por injurias al diario local "El Universo", que fue sentenciado con el pago de una multa de 40 millones de dólares y tres años de cárcel contra sus directivos.
La arremetida derivó en una ola de críticas de organizaciones internacionales contra el gobernante, quien terminó por perdonar la condena.
En sus seis años de gestión, suspendió el pago de la deuda externa que consideró ilegítima, expropió bienes a los banqueros, obligó a las petroleras privadas a cambiar sus contratos en beneficio del Estado y enfrentó la oposición de los indígenas a la extracción de petróleo y minerales de sus territorios.
Asimismo, duplicó la inversión en gasto social, impulsó la construcción de proyectos estratégicos, como hidroeléctricas, y cambios en el sistema educativo.
Su principal logro político fue haber ganado seis procesos electorales consecutivos, que incluyeron la aprobación de la nueva Constitución de corte socialista y un referendo para reformar la justicia y regular a la prensa.
A lo largo de su gestión quedó huérfano de los grupos que lo apoyaban, pues consideraron que se alejó de los postulados de la revolución ciudadana.
A nivel internacional, Correa, quien es un duro crítico de Estados Unidos, ha logrado posicionarse como un líder latinoamericano, pero ha descartado convertirse en el sucesor de su colega venezolano Hugo Chávez, ante una eventual ausencia de éste por el cáncer que padece.
"No me interesa en absoluto ser una figura política representativa, ser líder regional, créame que ya tengo suficiente trabajo dentro del país", ha dicho.
CAMPAÑA PRESIDENCIAL
Para la campaña electoral rumbo a los comicios de febrero, Correa pidió una licencia por 30 días a la Asamblea Nacional (Congreso).
Liderando mítines y recorridos por todo el país, el mandatario ha desarrollado largas jornadas promoviendo los cambios que ha logrado su revolución y la consigna de "no volver al pasado".
Correa ha alentado a votar en plancha por la lista oficialista para la Asamblea Nacional, que también se renovará con 137 escaños en los comicios, para contar con una mayoría que le asegure la aprobación de leyes clave de su plan de gobierno, algo que no ha podido lograr por un "boicot" de la oposición.
El jefe de Estado perdió en los dos últimos años el control de la Legislatura por discrepancias con varios de sus asambleístas y aliados.
 
Tomado de  http://spanish.china.org.cn

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