Miguel Díaz-Canel Bermúdez ( D) fue designado también como primer vicepresidente del Consejo de Ministros.
La ultraderecha de origen cubano asentada en Miami y otros lugares de
Estados Unidos efectúa un gradual giro de timón a sus añejas versiones
respecto a la isla y monta apresuradamente otras.
La ultraderecha de origen cubano asentada en Miami y otros lugares de Estados Unidos efectúa un gradual giro de timón a sus añejas versiones respecto a la isla y monta apresuradamente otras.
Origen de esto, los cambios ocurridos en la dirección parlamentaria
del país, y sobre todo la elección de Miguel Díaz-Canel, de 52 años, a
la vicepresidencia primera de los Consejos de Estado y Ministros.
Uno de los que ha opinado a través de El Nuevo Herald, y la agencia
española EFE, es José Hernández Calvo, alias Pepe, para quien el hecho
no significa que la transición política haya arrancado en la isla.
Hernández es titular de la Fundación Nacional Cubano Americana
(FNCA), que en los años 80 del siglo pasado creó el presidente
republicano Ronald Reagan, y tiene su sede en Miami.
En el libro Caminos del Guerrero, agosto de 1994, su autor, el
connotado terrorista internacional Luis Posada Carriles, lo elogia
cálidamente por el sostenido apoyo que le había brindado.
Reclutado por la CIA tomó parte en numerosos actos violentos contra
Cuba, la isla, entre estos su descubierta participación en el frustrado
intento de asesinar a Fidel Castro durante la VI Cumbre Iberoamericana
en la isla venezolana de Margarita del 8 al 9 de noviembre de 1997.
Aquella vez capturaron en aguas próximas a Puerto Rico un comando
terrorista que se dirigía hacia Margarita para ejecutar esa misión,
entre otras armas con un fusil semiautomático propiedad de José Pepe
Hernández, quien por obra y gracia de Washington no fue sometido a
juicio.
Ahora El Nuevo Herald también reprodujo otras llamadas preocupaciones
de Ramón Saul Sánchez, jefe del titulado Movimiento Democracia, el
cual opinó que, luego de 54 años, en Cuba no han tenido lugar reformas
democráticas.
La organización de Sánchez, que dentro de su membresía apenas ha
superado las 20 personas, mantiene fuertes lazos con organizaciones
terroristas al estilo de Alpha 66.
Gracias al débil control que ejercían sobre ellos las autoridades de
Estados Unidos, en Miami organizaron flotillas que llegaron cerca de
costas cubanas y amenazaron varias veces con penetrar a sus aguas
jurisdiccionales.
Como era de suponer, Ramón Saúl Sánchez y sus hombres han defendido
ardientemente al terrorista Luis Posada Carriles, sobre todo, cuando
estuvo detenido en Panamá debido a fechorías que cometió allí.
Pero ni ellos fueron tan lejos como El Nuevo Herald, que se atrevió a
contrastar lo sucedido este domingo en el parlamento cubano con
directivas de la titulada ley ley Helms-Burton.
Lo hizo bajo la firma del periodista Juan O. Tamayo, quien afirma
implícitamente que las decisiones recién adoptadas en La Habana por su
Asamblea Nacional del Poder Popular, no están en armonía con lo
estipulado por esa náusea legislativa de 1996.
El artículo de Tamayo se titula: Sin Raúl Castro, ¿Washington
eliminará el embargo? De inmediato recuerda que su Helms-Burton demanda
que tanto Fidel como Raúl Castro “estén fuera del gobierno”, antes de
que el Norte legitime que “un régimen de transición está en marcha en
Cuba”.
A renglón seguido califica como lo más importante de esa náusea del
Capitolio de Washington su exigencia de que sean legalizados los
partidos de oposición y los medios de comunicación independientes.
Pero tampoco se detienen ahí porque el señor Tamayo puntualiza que
la Helms-Burton contiene “otros muchos requisitos para la certificación
del régimen de transición”.
Como por ejemplo que sean legalizados todos los partidos de
oposición, los medios de comunicación independientes, desmantelada la
Seguridad del Estado y los Comités de Defensa de la Revolución, más la
celebración de elecciones libres y justas.
¿A qué nación se referían? A una que desde 1959 su poderoso vecino
del norte empezó a montarle un bloqueo económico, comercial y financiero
que, de acuerdo a sus planes, no sería resistido por la ex neocolonia
que les vendía azúcar y compraba caramelos,
Una que ha visto incluir millones de dólares en el presupuesto de la
Casa Blanca con el declarado propósito de financiar actividades
subversivas contra la isla dentro y fuera de esta, en un grado tan
desmesurado que hasta el actual secretario de Estado, John Kerry, cuando
era senador se negó por un tiempo a suscribirlo.
Capítulo aparte merecen los llamados grupos “disidentes” que
sembraron en el país con el objetivo de crear el espejismo de una
oposición que llegó a convertir la Oficina de Intereses de Estados
Unidos en su Estado Mayor.
Los brujos de Miami, incluidos Ileana, Rubio, Mario, y hasta su
aliado el senador de las orgías, Bob Menéndez, tienen que echar hacia
atrás el rollo y empezar a remendar la Cuba que hace más de medio siglo
han vendido a ingenuos e ignorantes.
Escrito por Nicanor León Cotayo
Escrito por Nicanor León Cotayo
Tomado de http://www.cubasi.cu/cubasi-noticias
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