En el Vaticano priva un clima de desconfianza a menos de una semana de
la abdicación de Benedicto XVI. El reglamento sobre la elección del Papa
prevé, incluso, la excomunión para los 117 cardenales que, participando
en el Cónclave, envíen mensajes a través de las redes sociales como
Twitter o se comuniquen con extraños por cualquier otro medio.
Y no es para menos, toda vez que el jueves una serie de revelaciones por el diario La Repubblica y la revista Panorama denuncian una trama de corrupción, sexo y tráfico de influencias en el Vaticano, que incluso presentan como las razones para la dimisión de Benedicto XVI.
Cabe recordar que en mayo de 2012 el VatiLeaks afectó al Pontífice que fue traicionado por su mayordomo, Paolo Gabriele, quien aprovechó su cercanía a Joseph Ratzinger para filtrar documentos secretos.
Ayer, el secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos del Vaticano, Juan Ignacio Arrieta, explicó que la normativa establece “graves sanciones” para quienes difundan cualquier información sobre las votaciones en la Capilla Sixtina.
“En todo caso los cardenales no podrán entrar al Cónclave con el teléfono celular, que sería confiscado”, dijo con ironía el clérigo, quien calificó de “pesadas” las sanciones previstas en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, el texto emanado en 1996 por el Papa Juan Pablo II y que regula la elección de un pontífice.
Y no es para menos, toda vez que el jueves una serie de revelaciones por el diario La Repubblica y la revista Panorama denuncian una trama de corrupción, sexo y tráfico de influencias en el Vaticano, que incluso presentan como las razones para la dimisión de Benedicto XVI.
Cabe recordar que en mayo de 2012 el VatiLeaks afectó al Pontífice que fue traicionado por su mayordomo, Paolo Gabriele, quien aprovechó su cercanía a Joseph Ratzinger para filtrar documentos secretos.
Ayer, el secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos del Vaticano, Juan Ignacio Arrieta, explicó que la normativa establece “graves sanciones” para quienes difundan cualquier información sobre las votaciones en la Capilla Sixtina.
“En todo caso los cardenales no podrán entrar al Cónclave con el teléfono celular, que sería confiscado”, dijo con ironía el clérigo, quien calificó de “pesadas” las sanciones previstas en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, el texto emanado en 1996 por el Papa Juan Pablo II y que regula la elección de un pontífice.
Tomado de http://www.informador.com.mx
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