Nada como un día después de otro. Cuando se intenta mover cielo y tierra buscando lo que no existe,
aparece la mano prodigiosa de los “amigos” que se embarcan por falta de
aviso y caen en la trampa del desespero. Va y a lo mejor algunos
creyeron que Holguín amanecería con las secuelas de las
insatisfacciones y no abrirían los puestos de vianda, los camiones se
quedaban parqueados, la gente no podría comprar llavines, carne de
cerdo, viandas y hasta “etcétera”. Otra vez, el tiro por la culata.
Quizás imaginaron que no saldrían a trabajar los que tienen sus “timbiriches” en la zona cercana al Parque San José, un lugar céntrico de la ciudad de Holguín que ha sido escenario de momentos trascendentales de la hermosa ciudad de los parques.
Al parecer la cosa no salió tan bien como pensaron algunos por ahí.
Como no tengo el don de la ubicuidad (bonita palabrita esta) acudí a
amigos que siempre están cuando se les necesita y cargaron (como yo) con
un telefonito cómico (caramba no le pregunté a Hugo Huguet la marca del suyo) para tomar estas evidencias de un Holguín
que amaneció hoy nublado, con deseos de hacer cosas por los demás y
sobre todo dispuestos a seguir cambiando para construirse mucho mejor,
como lo necesitamos.
Los que conocen mi ciudad podrán identificar fácilmente los lugares,
para los demás les digo que se trata del Boulevard, el parque “Calixto
García” y las calles Aguilera y Libertad. Aclaro que las fotos fueron
tomadas rapidito, así que si alguna no cumple los estándares de calidad
no es culpa del fotógrafo, sino de la “partera”.
Por Luis Ernesto Ruiz Martínez.
http://visiondesdecuba.com
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