El embajador James Costos y su marido el diseñador Michael Smith en una imagen de archivo (I.C.) |
Los embajadores de Estados Unidos en España siempre se han adaptado bastante bien a las costumbres y a la dinámica festiva de
Madrid. Sonadas fueron las fiestas organizadas por Reginald Bartholomew
en los años 80, en plena Movida, en las que Alaska y la troupe
de Almodóvar bailaban hasta altas horas de la madrugada bajo la atenta
mirada de los cuadros de Andy Warhol. Más recientemente, el embajador
Alan D. Solomont, que siempre tuvo buenas palabras para nuestro país,
recordaba el papel de su esposa, que escribía semanalmente unas líneas
sobre España en el blog de la página oficial de la embajada. Sin
embargo, los que parecen destinados a dar más que hablar son el actual
titular de la delegación, James Costos, y su marido, Michael Smith, que se han dejado cautivar desde su llegada, en septiembre del año pasado, por la noche de Chueca y sus aledaños.
Se prodigan los titulares sobre ellos. No sólo porque son la primera pareja gay que ocupa la embajada
de Estados Unidos en España, ni tampoco porque su castellano aún deje
bastante que desear, lo que ha dado para muchos chascarrillos de recepción y pasillo.
Madrid siempre ha destacado por ser una ciudad muy integradora en todos
los sentidos y está reconocida como una capital de lo más gay friendly.
La ciudad cuenta con una gran oferta de ocio gay y el matrimonio
norteamericano parece estar dispuesto a disfrutar de ella intensamente.
Uno de los locales favoritos de los embajadores es el restaurante Dray Martina.
Situado en la Calle de Argensola, en los aledaños de Chueca, este local
de cocina de mercado se ha convertido en pocos meses en todo un éxito.
La decoración de Juan Luis Medina y Pagoa Larena, creadores del estudio
de interiorismo Pop Up Store Madrid In Love, ha conquistado a la beautiful people de la capital. Ya sea para cenar o para el afterwoork,
casi a diario uno puede codearse allí con lo más granado de la sociedad
madrileña. Y el matrimonio Costos es de los más asiduos, pues son
“insaciables a la hora de rodearse de exclusividad y belleza”, tal y
como comenta a Vanitatis una persona que les trata con asiduidad.
Tomando champán con Eugenia Martínez de Irujo
La última vez que el matrimonio, acompañado por unos amigos, pasó por su restaurante fetiche
fue el fin de semana pasado. Tras la cena, se decantaron por continuar
la fiesta tomando una copa por los alrededores. Las dos parejas pensaron
que la mejor opción sería cruzar la calle y entrar en Maculato Club,
situado también en la Calle de Argensola y frecuentado por el mismo
tipo de clientela. Eso sí, Maculato destaca por su gran mezcla de gentes. Por su cercanía a la calle Génova, se deja caer por allí algún que otro alto cargo del Partido Popular,
pero también el modisto Lorenzo Caprile o la más rancia aristocracia.
Su cercanía a Chueca también le convierte en destino habitual del
público gay. Sin duda una extraña mezcla.
Nada más entrar en el local, el matrimonio americano se sentó en una zona provista de sofás y aislada del mundanal ruido. Tomaron champán y, por sorpresa, coincidieron con Eugenia Martínez de Irujo y
sus amigos. Ninguno de ellos se conocía, pero al final terminaron
charlando. Para el matrimonio Costos fue una grata sorpresa conocer a la
hija de la duquesa de Alba, cuya fama llega hasta California. Un broche
de oro para una noche divertida que seguro se repetirá. James Costos y
su marido están encantados de vivir en Madrid y prometen seguir
disfrutándolo.
Tomado de http://www.vanitatis.com
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