China reaccionó enérgicamente el viernes a las críticas de la Casa Blanca, que le reprocha las "restricciones" que impone a la libertad de la prensa, y sobre todo a los periodistas extranjeros.
Este enfrentamiento entre Pekín y Washington tiene lugar después de la partida de Austin Ramzy, un periodista del New York Times que fue obligado a abandonar China al no obtener un nuevo visado.
El portavoz del presidente norteamericano Barack Obama, Jay Carney, afirmó que las medidas de las autoridades chinas "no respetan la libertad de prensa" y "contrastan mucho" con la forma en que Estados Unidos trata a los periodistas extranjeros.
"China no acepta las acusaciones injustificables de los norteamericanos y les pide que respeten los hechos y midan su lenguaje y sus actos", declaró el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Hong Lei, citado por la agencia Xinhua.
El comportamiento de Washington debe ser "favorable a los intercambios (de periodistas) y a la confianza mutua entre los dos países", agregó.
Este caso tiene lugar cuando el régimen comunista es acusado de represalias contra los medios de comunicación occidentales, como la agencia estadounidense Bloomberg y el diario The New York Times, que publicaron investigaciones sobre las inmensas fortunas de allegados de dirigentes chinos.
Ramzy es el tercer corresponsal del New York Times que fue obligado a partir de China en los últimos 18 meses porque le negaron la visa.
Fuente: AFP
Tomado de http://www.eldeber.com.bo
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