Por
estos días se ha armado un gran revuelo mediático en relación con la actividad
de EE UU y la USAID con vistas a desestabilizar a Cuba. Las revelaciones de la
AP sobre la red ZunZuneo, como fruto de operaciones ilegales y encubiertas,
dedicadas a subvertir el orden constitucional de la Isla, pone al descubierto
otro de los planes secretos de la Casa Blanca para derrocar a la Revolución
Cubana a partir de la implementación de una solapada Netwar.
Como
se ha reconocido, la red social similar
a Twitter fue promovida por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional (USAID), pero fue descontinuada en 2012. Sin embargo no ha sido
éste el único esfuerzo de la USAID, pues existen otros elementos que refuerzan
la denuncia de la Cancillería cubana al respecto.
¿Cuáles
han sido otros planes no tan divulgados como lo es ahora ZunZuneo?
En
un artículo de mi autoría, publicado el 30 de enero de 2012 en mi blog, así
como en Rebelión, Cubadebate y otros sitios alternativos, y titulado “La
Ciberguerra contra Cuba y sus modalidades”, pongo al descubierto otros planes
encubiertos de la USAID. El citado artículo dice:
La
acelerada revolución de la información, entre otros adelantos tecnológicos, han
modificado sustancialmente la agresividad de Estados unidos hacia países y
movimientos progresistas, mediante la implementación de un nuevo y eficaz
modelo de agresión: las llamadas: "ciberguerra" (cyberwar) y la
"guerra-en-red" (netwar), partiendo como base el concepto de que, el
desvirtuar a su libre albedrío el contenido de la información, permite un
efecto positivo en sus pretensiones hegemónicas, mediante la creación de falsas
percepciones sobre un país, creación de confusión generalizada, satanización de
figuras políticas y de naciones, así como la creación de condiciones para
desestabilizar y fomentar la desobediencia social.
En el
caso de la cyber guerra se relaciona más estrechamente a conflictos bélicos y a
la preparación y creación de condiciones para su desarrollo, mientras que la
netwar se vincula mayormente al accionar en el plano ideológico, buscando
posicionamientos en la opinión pública dentro de algunos países o a nivel
internacional. De esta forma, la ciberguerra, apoyada en la llamada Revolución
tecnológica Militar, permite la anticipación al conflicto o desarrollarlo,
según los intereses de una potencia. Todo depende sobre cómo se use esta
tecnología, cómo se organice su uso y se haga un empleo racional de la
información como un recurso táctico estratégico.
El
propio presidente Barack Obama ha reconocido la importancia de la ciberguerra,
particularmente en su discurso del 29 de abril de 2010, cuando reconoció
públicamente: “Nuestra ventaja tecnológica es clave para el dominio militar de
EE.UU”. Fue por ello que meses después, en octubre de 2010, ordenó la
activación del cibercomando de EE.UU., arguyendo supuestas amenazas
informáticas contra la seguridad nacional de su país.
Los
Estados Unidos ostentan pleno control de las patentes del sector de las TIC, a
la par que su control de la infraestructura de la Internet y los sistemas de
hardware y software le otorgan la privilegiada capacidad de manipular la red a
su antojo.
En el caso de la Netwar, encaminada a
implementarse dentro de la red a partir de lograr un posicionamiento dentro de
la batalla de ideas, está bien claro que sus ejecutores deben tener bien claro
no solo los contenidos ideológicos, la forma más adecuada de articular sus
mensajes, sino también sus potenciales receptores. Aquí, desde luego, se buscan
alianzas, divisiones, conflictos de opinión, manejo mediático y desfiguración
de una realidad, así como la promoción de divergencias entre grupos sociales,
satanización de individuos y proyectos sociales; todo ello elaborado con una
sistematicidad permanente y organizada desde centros de definida identidad
política.
No
obstante, no hay que ver separadas la ciberguerra de la Netwar, en la medida en
que ambas se complementan mutuamente, en última instancia, a motivaciones
políticas.
LA GUERRA ANTICUBANA EN LA RED
La Netwar no es más que la continuación de la
guerra ideológica, pero apoyándose en los acelerados procesos de sofisticación
de la tecnología informática, rebasando las fronteras territoriales y
convirtiendo a un conflicto como un fenómeno internacionalizado, capaz de
involucrar a millones de personas. Su implicación sobre la diplomacia y
políticas públicas, el desarrollo de campañas psicológicas, el desarrollo de
técnicas de subversión política o cultural, el sabotaje o interferencias sobre
los medios locales, la emisión de mensajes desestabilizadores, la infiltración
en bases de datos y redes informáticas, así como una bien diseñada estrategia
para sobredimensionar el rol de movimientos “disidentes” y su influencia sobre
la sociedad, son artilugios ya usados por la Netwar, particularmente contra
Cuba.
La Netwar no se limita a un campo específico
de la vida de una nación. El tinglado de ataques en la red se encamina a todas
las facetas de la vida política, económica, espiritual y social, usando
argumentos infundiosos y dirigidos a desvirtuar realidades. La satanización de
los proyectos sociales es parte de este rejuego. También, por supuesto, lo es
la minimización de los logros sociales y cuestionar la gobernabilidad de un
estado o líder específico. Sirven, igualmente, como antecedentes a acciones
militares, luego que se ha cultivado un estado de opinión favorable a una
respuesta armada a un conflicto.
La Netwar desarrollada por los Estados Unidos
contra Cuba es un claro ejemplo del alcance pernicioso de esta batalla
ideológica, sostenida por las principales agencias gubernamentales de Estados
Unidos como la USAID y la NED, por citar algunos ejemplos, así como el uso de
la VOA y una red radiofónica encabezada por Radio Martí, La Poderosa, Radio
Mambí y otras, las que llegaron a transmitir más de 128 000 horas en el año
2011, cargadas de mensajes provocadores. Junto con este andamiaje, Estados
Unidos se apoya principalmente en los principales monopolios internacionales de
la información, medios de prensa escrita controlados por la ultraderecha en sus
naciones aliadas y, particularmente en una blogósfera que ya rebasa los 700
blogs anticubanos. No en balde, el Departamento de Estado planea gastar cerca
de 30 millones de dólares en proyectos para usar la red contra Cuba y otras
naciones progresistas.
Cuba, por su parte, enfrentándose al enorme
Goliat mediático, ha usado sus modestos recursos para enfrentar esta criminal
guerra ideológica, fortaleciendo sus medios de comunicación, el periodismo
militante y comprometido, e intentando desarrollar una blogósfera
revolucionaria activa y dinámica, cuya misión no solo se debe limitar a
denunciar las manipulaciones del enemigo, sino también a resaltar los logros de
la Revolución ante la opinión pública mundial. Es importante en esta dirección
el anticiparse a los planes provocadores de la contrarrevolución, denunciando
cada maniobra y sus sucias intenciones, empleando la sagacidad y la acción
oportuna para neutralizar a las campañas enemigas antes que las mismas sean
sobredimensionadas por sus patrocinadores.
La guerra cibernética contra Cuba se
manifiesta también en la obstrucción para que nuestro país pueda acceder a las
nuevas tecnologías. En un discurso pronunciado por Ramón Linares Torres,
Viceministro Primero del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones de
Cuba, en la Conferencia de Plenipotenciarios de la UIT 2010, celebrada en la
ciudad de Guadalajara, México, del 4 al 22 de octubre del año 2010, el mismo
denunció: “En el caso de las comunicaciones, el bloqueo ha estado dirigido
también a impedir el acceso de Cuba a las TIC, prohibiendo el suministro de
sistemas y tecnologías de punta y la adquisición de software de reconocimiento
internacional como el sistema operativo Windows e impidiendo el acceso del país
a sitios y servicios en Internet. (…) A pesar de estas acciones Cuba realiza
esfuerzos para el desarrollo de estas tecnologías, priorizando su uso en la
educación, la salud pública, en el desarrollo científico y cultural los
servicios destinados a la población y el crecimiento económico, y al cierre del
2009 se disponía de más de 700,000 computadoras, con un 65 % de ellas
conectadas a Internet; 2 331 dominios punto cu y más de 500 000 páginas Web.”
A pesar de las obstrucciones al desarrollo de
la informática en Cuba, Linares Torres, agregó: “Se ha priorizado el acceso de
la juventud a las TIC a través de espacios tales como escuelas, cibercentros de
acceso de la juventud de los que existen más de 600, universidades, centros
hospitalarios, bibliotecas, y centros de investigación, que han facilitado la
organización de prácticas de protección de la niñez y la juventud recomendadas
por la UIT ante las amenazas que pueden derivarse de estas conexiones. (…)
Todas las escuelas del sistema nacional de educación disponen de recursos
informáticos como herramientas esenciales del aprendizaje, garantizando la
enseñanza de la computación en forma absolutamente gratuita y la formación de
conocimientos de informática se garantiza en carreras de esta especialidad en
las diferentes Universidades.”
Las palabras del viceministro del MIC
deshicieron las críticas que han mantenido los enemigos de Cuba, entre ellos
funcionarios norteamericanos de alto nivel como Obama e Hillary Clinton, sobre
la posibilidad del uso de la Internet por los ciudadanos cubanos. Esas críticas
esconden que el acceso a la red se ve limitado en Cuba por las propias
restricciones impuestas por el criminal bloque contra la Isla. Empero, la Unión
Internacional de Telecomunicaciones (UIT) reconoció en el año 2010, que Cuba
ocupó cuarto lugar en el mundo en habilidades en el uso de las Tecnologías de
la Información y las Comunicaciones (TIC). No es un secreto para nadie, que más
de 600 Joven Club de Computación han graduado a alrededor de 2,5 millones de
personas, dotándolas de una cultura informática básica.
LA MODALIDAD DEL BOMBARDEO DE CELULARES.
La guerra ideológica contra Cuba se perfila
aún más cruenta y sofisticada en este año 2012, de manera que nos coloca ante
el reto de vencer a las adelantadas tecnologías a disposición de nuestros
enemigos con inteligencia y, sobre todo, con el fortalecimiento de la labor
política ideológica de nuestros ciudadanos, única garantía para que los
mensajes contrarrevolucionarios no abran brechas de opinión dentro de nuestra
población. Sólo con honestidad y transparencia sobre nuestras dificultades,
ejemplaridad y liderato de nuestros dirigentes, implementando la unidad
estrecha entre el Partido y las organizaciones de masa, así como un fuerte
trabajo con las nuevas generaciones, podremos vencer esta complicada batalla.
El enemigo tradicional de nuestro pueblo, las
administraciones norteamericanas y la ultraderecha de ese país, sumados a los
mafiosos de Miami y los grupúsculos internos, han recurrido a grandes sumas de
dinero para destruir a la Revolución. Parte de ese dinero ha sido empleado para
comprar voluntades, para fabricar traidores e inmorales campañas, para
distorsionar la realidad de nuestro país y vincularlo cínicamente al
narcotráfico, al terrorismo y a una supuesta violación de los derechos humanos.
Una parte fundamental del dinero del Imperio
se está destinando para sofisticar las plataformas tecnológicas y medios
informativos para hacer más eficaz el mensaje anticubano. Prueba de ello es la
contratación de una compañía de software de Maryland, en julio pasado, por
parte de la Junta de Gobernadores de Radiodifusión (BBG), para iniciar un
bombardeo de mensajes SMS a los celulares en Cuba. Esta empresa, Washington
Software Inc., con sede en Germantown, Maryland, sería la encargada de esta
nueva misión de agresión ideológica.
El
“bombardeo” de mensajes SMS permitirá el envío de hasta 3 600 mensajes/hora,
para un total de 86 400 diarios, 2 592 000 al mes y 31 104 000 mensajes
anuales, aproximadamente. Uno de los principales usuarios de la mensajería contrarrevolucionaria
sería Radio Martí.
El presidente de esta empresa, Michael Chung,
ha desarrollado diversos proyectos de software, destacándose como consultor de
Ti en Impaq Internacional, habiendo laborado como consultor en Abt Associates,
The Guardian, Verizon, Tellabs, Grupo de Soluciones de Chicago, Allstate, entre
otras; así como ha ocupado otros cargos en el CCH, el Departamento de Aviación
de la Universidad de Illinois y la Universidad Estatal de Ohio. Comparten
actividades dentro de WSI otros especialistas como Tom Franks, Andrew Leung,
Wai Leung Pong y David Lam.
EL PLAN MACABRO DE INFILTRAR A LA PROGRAMACION
DE TELEVISION EN CUBA
La propia BBG contrató a una compañía israelí
de comunicaciones, RRSat Global Communications Network, dirigida por Shlomo
Shamir, para difundir a través de su sistema de satélite una serie de
"spam" y mensajes cifrados dentro de Cuba, valiéndose de la
experiencia de este ex brigadier general del Tzahal, tanto en el Complejo
Militar sionista como en la NASA norteamericana. Shamir, radicado actualmente
en Estados Unidos, dirigió Niza-Systems, especializada en la vigilancia, el
control, evaluación y análisis de las comunicaciones de voz diferentes, así
como vinculadas a otras formas de escuchas telefónicas y electrónicas y los
sistemas de geo-localización.
RRSat Global tratará de transmitir el
contenido cifrado de la inteligencia militar y propaganda anticubana dentro de
los programas de televisión en Cuba, bajo la supervisión, desde Miami, de la
Oficina de Transmisiones hacia Cuba (OCB), propietaria igualmente de Radio/TV
Martí. Ganadora de la licitación, se plantea igualmente enviar una señal de
televisión a los cubanos, luego de un período de pruebas que finalizaría,
supuestamente, el 31 de diciembre de 2011.
La
misión encomendada a la empresa israelí debe lograr la recepción de una señal
durante las 24 horas al día dentro de la Isla, sin la necesidad de antenas
receptoras sofisticadas. De tener éxito, se crearían las condiciones para
inundar a nuestro país con programas anticubanos.
Para culminar este artículo, creo necesario
hacerlo con un fragmento de la intervención del compañero Raúl Castro. Primer
Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, al finalizar la
Primera Conferencia Nacional del Partido, donde deja claramente esbozada la
actual guerra ideológica contra nuestra Patria: “Antes de concluir estas
palabras considero necesario denunciar, una vez más, las brutales campañas
anticubanas instigadas por el gobierno de Estados Unidos y algunos otros
tradicionalmente comprometidos con la subversión contra nuestro país, con el
concurso de la gran prensa occidental y la colaboración de sus asalariados
dentro de la isla en el propósito de desacreditar a la Revolución, justificar
la hostilidad y el bloqueo contra la población cubana y crear una quinta
columna que facilite la aspiración de privarnos de la independencia y soberanía
nacional.”
Por demás está decir, que nuestro Partido y
nuestro pueblo sabrán salir airosos de estos nuevos desafíos.
Percy
Francisco Alvarado Godoy
30
de enero de 2012.
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